La sala de conferencias del hotel Radisson recibió ayer a autoridades del Poder Ejecutivo, del consorcio Vía Central y a la prensa, en el marco de la presentación del plan de obras del proyecto del Ferrocarril Central. El tendido de la nueva vía que conectará Montevideo con Paso de los Toros requerirá la creación de 2.000 puestos de trabajo directos en su momento de máxima actividad, dijo el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi. El jerarca estimó además que el trabajo indirecto generará, por lo menos, otros 2.000 puestos, y precisó que estos son, por ejemplo, los “de los choferes de camiones que hacen los fletes”.
El proyecto tendrá una duración estimada de tres años y conllevará un costo de 880 millones de dólares, a los que se suman otros 90 millones por obras de vialidad, viaductos y otras construcciones complementarias. Consultado sobre el financiamiento de las obras, Rossi dijo a la diaria que, de acuerdo con la modalidad de inversión público-privada, los gastos mencionados corren en primera instancia por parte del consorcio privado, quien “ya consiguió los fondos”. El ministro agregó que una vez terminadas las obras y el período de prueba, el Estado deberá amortizar estos gastos, pero con la infraestructura ya finalizada y entregada.
Estos 273 kilómetros de vías, dijo el ministro, se sumarán a los ya reconstruidos en la línea Paso de los Toros-Rivera. También está en proceso de recuperación la línea litoral entre Piedra Sola y Salto. El jerarca informó que estas obras permitirán “tocar” las fronteras con Brasil y Argentina, aunque aclaró que se trata de “una mirada a futuro” que busca “vincular el puerto de Montevideo con el conjunto de la región”.
Rossi dijo que el tendido ferroviario permitirá transportar de forma más barata y ágil “no sólo la carga de la planta de celulosa que se planea instalar en Paso de los Toros, sino otros productos que el modo ferroviario perdió”. Más precisamente, del total de 4,5 millones de toneladas anuales que se podrán transportar, si efectivamente se instala la multinacional finlandesa UPM, el Ferrocarril Central permitirá la carga de 2.000 toneladas de producción nacional.
El miércoles, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, había comentado que abandonar el ferrocarril fue una “carencia total de visión”, que lleva hoy a tener que “corregir ese error con una inversión muy importante”. Sobre el impacto que esta inversión tendrá en la economía, Astori llamó a no asociar la obra con la instalación de UPM, y auguró impactos positivos tanto en el mercado laboral como en la producción: “Al generar más calidad de la infraestructura, se brinda mayor competitividad a la producción y se abren nuevas posibilidades de trabajo”.
La obra, ya comenzada, se llevará a cabo en cinco tramos. El director de la empresa constructora Saceem, Alejandro Ruibal, explicó que la primera etapa tendrá como objetivo “la limpieza y el desmantelamiento de la vía existente”. Para la obra se utilizarán 553.000 durmientes de hormigón en lugar de los tradicionales de madera. Para ello se instalará una planta de producción continua de hormigón en Florida.