La mañana del 1º de mayo comenzó gris y lluviosa y Montevideo amaneció silenciosa, como es normal en esta fecha, que este año coincidió con la quietud propia de la emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19. En la plaza Lafone de La Teja, sobre la calle Carlos María Ramírez, cerca de las 10.00 ya había una pequeña fila de vehículos estacionados, luciendo banderas del PIT-CNT y de distintos sindicatos que integran la central sindical. Sus ocupantes esperaban afuera que llegara la hora de la partida, conversando en pequeños grupos o tomando mate en solitario, con el tapabocas como denominador común. A pocos metros, cruzando la calle Heredia, aguardaba un grupo de efectivos de la Policía de Tránsito que posteriormente irían a la vanguardia de la caravana.
María y Ebelio llegaron caminando, mate en mano y termo bajo el brazo. Caminaron desde el Cerro, porque no tienen vehículo. “Vamos a ver si conseguimos algo para poder seguir la caravana”, comentaron a la diaria. “Los que andamos a pata quedamos afuera de la convocatoria, pero igual nos hicimos presentes”, afirmó Ebelio, que no integra ningún sindicato pero dijo sentirse identificado con las reivindicaciones de la central sindical. “Lo urgente no es la LUC [ley de urgente consideración], lo urgente es la gente. Al pueblo no la representa, a la gente que está trabajando no la favorece”, opinó. María está afiliada al Sindicato Único de la Aguja, y compara la crisis actual con la vivida en el principio del siglo. “Uno piensa que en la crisis de 2002 ya lo vio todo, pero no”, reflexionó con pesar.
“Primero de mayo clasista, solidario e independiente”, “Repudio a los torturadores de ayer y hoy”, “Basta de ricos panzones y odio a los pobres” y “Lo urgente es la solidaridad” eran algunas de las leyendas que portaban los pasacalles y las pancartas que decoraban la plaza Lafone. El corazón de La Teja fue el punto de salida que eligió el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, que calificó este 1º de Mayo como “atípico”, debido a que no se conmemoró en la plaza homónima frente al Palacio Legislativo, como medida de precaución ante la emergencia sanitaria, pero además por la crisis económica derivada de la pandemia por coronavirus.
“Este 1º de Mayo es atípico porque no estamos en la plaza, pero también porque tenemos 150.000 trabajadores en el seguro de paro y 300.000 personas que se han quedado prácticamente sin ingresos”, afirmó el dirigente sindical en diálogo con la diaria. En ese sentido, Pereira señaló que las principales reivindicaciones de la central obrera este año tienen que ver con la emergencia sanitaria y la necesidad de medidas dirigidas a los más perjudicados, entre otras la renta básica de emergencia, el control de los precios de las canastas alimenticia y sanitaria y el freno de los despidos. Para Pereira, las medidas adoptadas por el gobierno al respecto no son negativas, pero sí insuficientes.
“Todos nos damos cuenta de que una canasta de 1.200 pesos no puede ser la respuesta a la larga trayectoria que va a tener esta pandemia”, señaló. “¿No habrá que empezar a discutir medidas que no tengan que ver con la normalidad, porque no estamos viviendo en la normalidad? Preocuparnos por las personas con más déficit para que no caigan por debajo de la línea de la pobreza. Hoy es momento de discutir las urgencias de los uruguayos, y las urgencias son los ingresos para subsistir, mantener el aparato productivo abierto, una lucha dura para mantener los puestos de trabajo, un diálogo social por el empleo y evitar que los productos de la canasta sanitaria y alimentaria tengan aumentos exagerados como han tenido”, propuso Pereira.
El jueves, el Instituto Nacional de Estadística informó que el salario real registró una caída de 1,25% en marzo y de 0,86% en los últimos 12 meses, producto de su contracción tanto en el sector privado como en el público. Al respecto, Pereira afirmó que es necesario “pensar cómo se mantiene el poder de compra, pero siempre a la luz del mantenimiento de los puestos de trabajo”, lo cual “no es contradictorio”, sostuvo. “Era obvio que el aumento del dólar iba a generar una mayor expansión de la inflación, que pensamos que el mes que viene va a superar los dos dígitos, y que eso iba a hacer caer el poder de compra. Es una cuestión a mirar: hacía 15 años que los trabajadores venían viendo crecer su salario sistemáticamente, y por primera vez va a haber un mes de caída”, señaló el dirigente.
Por último, Pereira habló sobre el día después de la pandemia. Al respecto, señaló que se propuso al gobierno la prorrogación de todos los convenios colectivos por un año manteniendo los contenidos, dado que actualmente “no están dadas las condiciones” para convocar a los Consejos de Salarios. Además, reiteró la postura de la central sindical contra la LUC. “Obviamente nos vamos a oponer a la LUC porque tiene aspectos que consideramos muy regresivos y se presentó en un momento inadecuado, pero aunque se hubiera presentado en un momento normal estos instrumentos no tienen calidad democrática para el debate parlamentario”, observó. “Ahí hay otro punto que nosotros no vamos a perder de vista, y no descartamos ninguna acción futura para evitar que esta ley se apruebe”, expresó el sindicalista.
Caravana kilométrica
Pasadas las 10.30 arribó a la intersección de Carlos María Ramírez y Humboldt un grupo numeroso de personas marchando a pie. Se trataba de la Columna Cerro-Teja, que agrupa a representantes de distintas organizaciones sociales y sindicales y marcha de forma ininterrumpida al acto del 1° de Mayo desde hace 37 años. “Hoy, 1º de mayo, para muchas y muchos el día más importante del año, recordamos con lucha y movilización a nuestros mártires, a los hijos de la clase, hijos del pueblo, que han dado la vida por un mundo sin explotados ni explotadores, sin oprimidos ni opresores”, manifestó Damián Fernández, uno de los voceros de la movilización y secretario general del Sindicato del Taxi.
La salida, pactada para las 11.00, fue puntual y coincidió con el despeje del cielo y una abrupta subida de la sensación térmica. Autos, ómnibus, motos y bicicletas comenzaron a moverse lentamente detrás de las motos de la Policía de Tránsito, y el desfile de vehículos en la esquina de Carlos María Ramírez y Heredia se prolongó por más de media hora, en la que los bocinazos y gritos de arenga se volvieron ensordecedores y dieron cuenta de la masividad de la convocatoria. “Arriba los que luchan” era el intercambio más común entre los ocupantes de los vehículos y los que vitoreaban desde las veredas, agitando las banderas o levantando los puños.
La escena se repitió a lo largo de la caravana, que circuló por Carlos María Ramírez y Agraciada; en las esquinas, los balcones y las ventanas, los vecinos demostraban su apoyo con aplausos y silbidos. Al cruzar Bulevar Artigas, tres trabajadoras de la salud con sus uniformes, cofias y tapabocas se asomaron al portón de un residencial de salud para vitorear su paso. La plaza 1º de Mayo fue el punto de confluencia de la caravana que salió de La Teja con las que partieron de Colón y el intercambiador Belloni, y a partir de allí continuó por Avenida del Libertador y se disolvió al llegar a 18 de Julio, pero no fueron pocos los que dieron la vuelta y continuaron el trayecto por la misma avenida en sentido contrario.
Por la curva
“La unidad es una flor que hay que regar diariamente para que se mantenga viva”, es la frase de José D’Elía que recibía a quienes desde temprano empezaron a concentrarse en la plaza Huelga General, al costado del intercambiador Belloni, en la Curva de Maroñas, para sumarse a una de las caravanas convocadas por el PIT-CNT y converger hacia la plaza Mártires de Chicago.
Jorge llegó en grupo con una gran bandera de la Federación Uruguaya de Magisterio-Trabajadores de la Enseñanza Primaria. “Estamos tratando de repartir la militancia de la federación en los tres puntos de concentración y nosotros decidimos salir desde acá por lo emblemático de esta plaza con el mural de la huelga general”, contó a la diaria. Sobre la particularidad de la celebración de este 1° de Mayo, dijo que “este confinamiento, esta cuarentena nos interpela también desde nuestro rol de maestros; en muchas de las escuelas seguimos trabajando, estamos entregando las viandas. Pero lo que más nos interpela es que hay lugares donde no existe la cuarentena, y eso nos pega una cachetada fuerte como trabajadores de la educación”. “Las condiciones de vivienda de muchas familias están fuera de toda sanidad. Hay familias que viven en una sola habitación, de dos por dos, con condiciones sanitarias que no se puede vivir, donde no hay saneamiento. Entonces, a veces el confinamiento termina siendo un arma de doble filo para esa población, que además también tiene otra problemática por este confinamiento, que es la gran violencia intrafamiliar que se da”, agregó.
Con respecto a la anunciada vuelta a clases progresiva, el maestro dijo que “para esta nueva normalidad que quieren instaurar aún no tenemos las condiciones. Esto lo tiene que determinar el Sistema Nacional de Emergencias, que es el organismo encargado de determinar cuáles son las mejores condiciones para retornar a las clases presenciales”. “Nosotros trabajaremos siempre para velar por el derecho a la educación de los niños, y para cuidar nuestros puestos de trabajo y las mejores condiciones para los trabajadores”, añadió.
A las 10.00 nadie imaginaba que una hora después la caravana que partiría sería inmensa, pero poco a poco la plaza y sus aledaños se fueron llenando de todo tipo de vehículos y a las 11.00, encabezada por un ómnibus del transporte urbano cubierto de banderas de sindicatos, partió la caravana que recorrió las avenidas 8 de Octubre, José Batlle y Ordóñez y finalmente General Flores, para llegar hasta la plaza 1º de Mayo.
En autos, camionetas, motos y bicicletas, la gente iba cumpliendo los cuidados previstos. Tapabocas (que el PIT-CNT entregaba a quienes no tenían), distanciamiento social (se veía sobre todo en las veredas, entre gente que no se conocía) y hasta guantes. Banderas uruguayas, del PIT-CNT, alguna partidaria, y mucho puño en alto como saludo. En la circunvalación el Palacio Legislativo, circulación complicada, cruzamiento de caravanas y una gran altoparlante reproduciendo La Internacional.
La plaza en una casa
A las 19.00, en la sede del PIT-CNT, Pereira, la vicepresidenta de la central de trabajadores, Soraya Larrosa, y el secretario general, Marcelo Abdala, brindaron una conferencia de prensa, luego de una transmisión en directo conducida por profesionales de la comunicación afiliados a la Asociación de la Prensa Uruguaya, que había comenzado a las 17.00 desde ese local.
Pereira dijo que esta marcha de “miles y miles por todo el país” es un apoyo “tácito y claro” a la demanda del PIT-CNT de “una renta básica de emergencia” y “a que se controlen los precios que han sido desmedidos, tanto en la canasta sanitaria, como en la canasta de alimentos”. “Pero también es un apoyo a nuestra central sindical, que desde 1890 nunca ha dejado de celebrar un 1º de Mayo”. “Nadie podía pensar en Uruguay que este 1º de Mayo no se iba a celebrar. Lo conmemoramos con mucha responsabilidad, tomamos las medidas sanitarias para que fuera una medida adecuada, para que sirviera para la movilización popular, para los reclamos, para construir una voz contrahegemónica”, añadió, y aclaró que “no vamos sólo a pelear por los trabajadores sindicalizados, sino por el conjunto de los uruguayos que están pasando penurias”.
Por su parte, Larrosa agradeció a los trabajadores de los distintos servicios que “se pusieron en la primera línea” en el combate contra la pandemia de covid-19, especialmente a los de la salud, dijo que no se sabe cuántos trabajadores de los que fueron a seguro de paro “van a volver”, y agregó que para poder combatir la covid-19 se necesita aislamiento social, pero teniendo las necesidades básicas cubiertas.
En tanto, Abdala sostuvo que están muy contentos “porque en esta situación de pandemia” igual se consiguió celebrar el 1º de Mayo, y agregó: “Fue una enormidad. Creo que todo lector político sensato debe ver esa caravana como un respaldo a la plataforma del PIT-CNT”. Abdala reiteró que esta plataforma no abarca sólo a los trabajadores integrantes de la central sindical, sino que incluye a los vendedores ambulantes, las unipersonales, los artistas, los feriantes y a todos aquellos que vivían con lo generado en el día a día y se quedaron sin ingresos. “Si es sensato cuidarnos entre todos y llamar a no movernos, hay que lograr las condiciones para generar una partida para solventar lo básico”, expresó, y agregó como reivindicaciones el no corte de los servicios públicos por atrasos en el pago de las tarifas, el compromiso de no despedir y de que no se deteriore el salario real, y la suspensión de los desalojos.
Finalmente, en la puerta del PIT-CNT, en la calle Jackson, dio comienzo la aplaudida de cinco minutos convocada para dar cierre a las actividades por el Día de los Trabajadores. Minutos después el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, dio un mensaje oficial, en el que confirmó varios datos preocupantes repetidos en los últimos días, entre ellos que el Banco de Previsión Social recibió 65.579 solicitudes de subsidio por desempleo en abril (en marzo habían sido 86.044 pedidos) y que el gobierno espera un aumento del desempleo en los próximos meses.