Desde las 10.00 de este lunes los trabajadores de la Federación Ancap (Fancap) llevan adelante un paro de actividades en protesta por el despido de dos trabajadores y “el incumplimiento de los compromisos asumidos por el directorio de la administración”. Los trabajadores descartan que pueda haber desabastecimiento general de combustibles en las estaciones de servicio por la medida.
“Va a haber una disminución del despacho habitual, pero no va a haber desabastecimiento. En estaciones de servicio con grandes volúmenes la afectación puede ser grande avanzada la tarde, pero en otras estaciones que despachan menos va a haber combustible todo el día. En todas las medidas no hemos dejado que se afecte a la población”, explicó a la diaria Laura Martínez, quien temporalmente ocupa la presidencia de Fancap.
Este lunes Ancap calificó las medidas de “intempestivas e injustificadas” e informó que durante la mañana se cargó 20% de combustible de un lunes normal. De todas formas, aclararon que “el buen ritmo alcanzado en los despachos de jueves, viernes y sábado pasados, y el anunciado retorno en el día de mañana, no hacen prever problemas generalizados de desabastecimiento”.
Además, a través de Twitter se informa que “el directorio de Ancap ve con suma preocupación que, en el medio de negociaciones, se incorpore acciones políticas con intenciones ajenas al funcionamiento institucional de la empresa y el interés de los trabajadores”.
Debido a medidas gremiales intempestivas e injustificadas, el despacho de combustible a la población quedó suspendido a las 10hs del día de hoy. Hasta ese momento se cargó el 20% de combustible de un lunes normal.
— ANCAP (@AncapUruguay) October 25, 2021
Martínez explicó los motivos que llevaron a Fancap a paralizar las actividades. El detonante fue el despido este viernes de dos trabajadores que cumplían tareas de suplencia en el buque Malva H, la unidad más grande que tenía Ancap para el transporte de distribución primaria de combustibles que dejó de arrendar el 31 de agosto, con el compromiso de que no se iban a perder fuentes de trabajo.
En el buque trabajaban 27 empleados; 17 tenían contratos de funcionarios públicos, pero el resto estaba vinculado a Ancap en otros términos, incluidos los dos suplentes que fueron despedidos. Cuando no se pudo negociar la pérdida del buque, el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, se comprometió con el sindicato a redistribuir todos los puestos en distintas funciones, algo que con el despido de los dos empleados el viernes 22 se rompió.
“Todavía no se terminó el proceso de redistribución de los otros compañeros, no sabemos si puede haber otros despidos; estábamos en un ámbito de negociación donde había un compromiso de la administración de redistribuir sin pérdida de trabajo, pero ahora no sabemos. Para el sindicato es muy grave estas dos desvinculaciones”, subrayó, Martínez y agregó: “El paro es principalmente por el incumplimiento del compromiso del presidente de Ancap, que en un ámbito de recomposición del diálogo hace un compromiso y se quiebra con pérdida de trabajo”.
Para Fancap este cambio en el compromiso que había asumido el directorio del ente es grave “teniendo en cuenta que era la primera instancia de recomposición del diálogo, en la que había intervenido el Ministerio de Trabajo, porque venimos de una agudización de la conflictividad con el sindicato, casi no teníamos diálogo con la administración. Cuando empezamos las conversaciones, las altas jerarquías se comprometen a algo, pero después las gerencias no lo cumplen”, comentó la sindicalista.
En la tarde la empresa estatal emitió un comunicado para “aportar información”, en el que señala que Ancap “no ha despedido a ningún trabajador que se vincule directa o indirectamente con la Administración”. Señala que la situación se disparó “a raíz de la finalización de contratos temporarios de dos tripulantes suplentes, que venían siendo renovados reiteradamente desde hace más de cuatro años”, y añade que en estos casos “el régimen laboral no posibilita utilizar mecanismos aplicables a funcionarios públicos (funcionarios permanentes y contratos de función pública)”.
El comunicado explica que Ancap tiene intención de “reformular las operaciones logísticas”, lo que incluye “redistribuir a los tripulantes del buque que el 31 de agosto se devolvió a su propietario: 9 de ellos van a seguir siendo tripulantes en el convoy de barcazas y en los remolcadores de Terminal del Este y otros serán reubicados en Terminal Terrestre, La Tablada, operaciones en el muelle de La Teja y en mantenimiento de plantas de distribución y mantenimiento naval”. El comunicado cuestiona que la medida sindical “se toma cuando estaba previsto y acordado elevar a la consideración del sindicato una propuesta concreta adaptada a las calificaciones, habilidades y experiencia de cada uno de los trabajadores”.
Reitera que las medidas “se tomaron sin agotar los procesos de negociación estipulados en el convenio y, en particular, sin contemplar los plazos de preaviso en él previstos. Estas medidas afectan el normal funcionamiento de la empresa y entre mediados de agosto y mediados de octubre han costado más de USD 325.000, sin considerar las afectaciones comerciales en los negocios y en toda la cadena comercial que involucra miles de trabajadores de diversas ramas”.
Además, insiste en que el directorio “no ha encontrado una actitud recíproca en el sindicato lo que hace necesario recurrir a otros ámbitos de negociación racional, sin la influencia de intereses políticos ajenos a los del ente”.