La Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), a través de su director, Federico Daverede, convocó este martes al mediodía a trabajadores y representantes de las empresas Riogas y Acodike a una nueva instancia de negociación tras suspenderse la firma del convenio colectivo, fijada en primer lugar para el pasado lunes, y postergada después para este martes. Las negociaciones habían comenzado en la primera semana de octubre. En el sector se iba a firmar los lineamientos del Poder Ejecutivo, ya que no hubo acuerdo entre las partes.
Andrés Guichón, presidente del sindicato de Acodike y vocero del Sindicato Único de Trabajadores del Supergas (SUTS), explicó a la diaria que los trabajadores afiliados a los gremios de las empresas participaron en una asamblea general informativa celebrada este martes a las 12.00 en Camino Lecocq y José Batlle y Ordóñez.
En esa reunión iban a tratar la suspensión del convenio colectivo y los pasos a seguir, pero antes de iniciarse recibieron la convocatoria de la Dinatra, por lo que ahora se esperará al resultado de la instancia tripartita que viene.
El encuentro entre los negociadores del MTSS, los trabajadores y los empresarios (en nombre de Acodike y Riogas más un integrante de la Cámara del Gas) será el viernes 15 a las 11.00. Posteriormente a esa reunión, los trabajadores nucleados en el SUTS se reunirán para analizar el resultado de esa negociación en la Dinatra. Por la confirmación de esta reunión fue que también en la asamblea de este martes no se tomaron medidas ni nuevas resoluciones.
Consultado acerca de las expectativas de que se firme un nuevo convenio, Guichón respondió que “nuevamente dependerá de las autoridades del ministerio. Eso nos preocupa un poco porque tuvimos conflictos bastante extensos este año, donde el rol del Ministerio de Trabajo era importante, y entendemos que no todo se cerró de la mejor manera”. Comentó que “en la penúltima reunión días atrás, donde cerramos la negociación, nos dimos dos semanas para que si alguna de las partes tenía algo que agregar o cambiar, lo hiciera. Pasaron esas dos semanas, donde no hubo ninguna novedad, y el día de la firma se tranca”.
Explicó que la suspensión del acuerdo fue “primero por unos puntos que planteaban las empresas, y después, en el correr de la tarde del lunes, cambian la posición y hacen mención a otras cláusulas del convenio. Entonces, lo que vemos es que hay una intencional calidad de que no se firme el convenio. Creemos que si desde el Poder Ejecutivo no se paran firmes, las empresas van a seguir llevándose puestos a los trabajadores. Si no hacen algo, vamos a seguir con el sector en conflicto. Así no sabemos cuándo va a finalizar esto”.
El dirigente hizo hincapié en que los convenios con las empresas, en su mayoría, estaban vencidos desde el 28 de febrero. Agregó que en el área de fletes y distribución también están vencidos desde principios del año. “No se generaron las mesas de negociación por los conflictos generados a causa de los despidos masivos que hubo tiempo atrás”, expresó.
Con relación a los puntos presentados para negociar con las empresas, hubo varios que no aceptaron, entre ellos, instalar una mesa con Ancap y la Ursea para analizar y acordar el control de las plantas, y de cómo se trabajaba en materia de seguridad, ya que se considera, por parte de los trabajadores, que cuando se está en época de zafra, hay dificultades con el nivel de calidad de los envases.
Tampoco se aceptó crear una bolsa de trabajo compuesta por muchos de los empleados que habían sido cesados de sus puestos, con el objetivo de que pudieran ser considerados en algún momento por las empresas para ser reincorporados, dado que no habían sido despedidos por faltas o problemas de disciplina. “No aceptaron nada”, comentó Guichón.
“Un año de atropello y persecución sindical”
El sindicato había emitido un comunicado a la opinión pública, el lunes 11 por la noche, para dar a conocer la actual situación que atraviesa el sector. En el texto se informaba que “se truncó la firma del acuerdo colectivo, pura y exclusivamente por responsabilidad de las empresas Acodike, Riogas y de los actores que destruyen la negociación colectiva, no creen en el dialogo social y sueñan con la eliminación de la organización sindical”.
Agrega que “en un año de atropello y persecución sindical, donde no sólo vulneraron nuestro derecho al trabajo, cayeron en la ilegalidad de sancionar a trabajadores por medidas sindicales (contempladas en la construcción), contrataron personal para suplantar trabajadores en huelga y no respetaron la cláusula de paz y prevención de conflicto vigente, ahora nos quieren arrebatar nuestros beneficios”.
El gremio explicó, además, que presentó dos plataformas. La primera focalizada en seguridad y dotaciones de las plantas, tope a las tercerizaciones y bolsa de trabajo. Todos los puntos fueron rechazados por las patronales. La segunda plataforma se enfocó en la equiparación del sector, y así plasmar beneficios bipartitos en el ámbito tripartito. Nuevamente todos fueron rechazados.
“Entendiendo que corrían riesgo nuestros beneficios ya adquiridos, dimos el visto bueno para firmar el acuerdo con los lineamientos del Poder Ejecutivo. Para nuestra sorpresa, las empresas no firman y plantean que los beneficios caigan con el vencimiento del convenio”, explicaron desde la SUTS.
La firma había sido postergada para este martes 12, pero, según el sindicato, “aún faltaba un capítulo más. En la tarde del lunes 11, las empresas comunican el deseo de cambiar la cláusula de prevención de conflicto y en su nueva redacción dejan de lado el aviso previo de 30 días para cambios por reestructuras. Viendo la sucesión en hechos recientes es que llamamos a las máximas autoridades del MTSS a tomar cartas en el asunto en lo inmediato, ya que no sólo se burlan del sindicato, también se burlan del Poder Ejecutivo, atentan contra la negociación colectiva y dan muestras de no negociar de buena fe”.