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Marcelo Abdala (archivo, febrero de 2024).

Foto: Mara Quintero

Marcelo Abdala: “El problema es la calidad del empleo y el modelo de desigualdad”

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El presidente del PIT-CNT informó que este año la consigna es “Hacia el triunfo popular, por un país productivo con justicia social”, con los objetivos fundamentales de superar la desigualdad y la pobreza, ganar el plebiscito de la seguridad social, y reducir la jornada de trabajo.

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En el marco de una nueva celebración del Día Internacional de los Trabajadores, el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, habló con la diaria sobre el mercado laboral actual, el desempleo, la informalidad, la reducción de la jornada laboral y las políticas de empleo desarrolladas por la actual administración, entre otros temas.

¿Cuáles son los contenidos de la plataforma reivindicativa del PIT-CNT para este 1° de mayo?

El 1° de mayo lo concebimos como un día de acción y de lucha de la clase trabajadora. Uruguay tiene una profunda tradición de movilización los 1° de mayo. De hecho, fue junto a un pequeño conjunto de países, en 1890, al primer llamado de la Internacional de Trabajadores para conmemorar la lucha por la reducción de la jornada laboral. Ni siquiera bajo la dictadura dejó de alguna manera de desarrollarse la movilización. Capaz que era una pintada clandestina, una volanteada. Este año, bajo la consigna “Hacia el triunfo popular, por un país productivo con justicia social”, y con los objetivos fundamentales de superar la desigualdad y la pobreza, de construir una victoria en el plebiscito de la seguridad social, y reducir la jornada de trabajo, hay una red de actos en todo del país en donde pensamos se va a nuclear mucha gente.

Hay una plataforma reivindicativa, pero también hay una mirada más programática. Este año la ciudadanía va a tomar opciones que definen la vida del país por cinco años. El movimiento sindical tiene las luces largas prendidas para superar ese modelo de acumulación que entendemos que hay, porque básicamente beneficia estrictamente a los malla oro y perjudica a las grandes mayorías de la sociedad. A la gente que tiene pequeños y medianos emprendimientos, que vive vinculada al mercado interno, porque no existe una matriz productiva diversificada terminan en la precariedad y en la informalidad. Ahí se tienen problemas que luego se reflejan en las dificultades demográficas. El hecho de que más de 500.000 personas ganan menos de 25.000 pesos. 

Entonces, la mirada es cómo poner proa a un cambio de modelo, no un retoque de las políticas públicas, sino un cambio sustantivo como elaboró el Congreso del Pueblo, que permita la pública felicidad. 

Allí van a estar planteadas la necesidad de superar la pobreza y su reflejo: la pobreza infantil y feminizada, y la necesidad de apuntar al trabajo de calidad y de reducir la jornada de trabajo. A partir de la victoria que implica haber entregado, de modo legítimo, más firmas inclusive que el 10% del padrón electoral, hay que ver cómo nos preparamos para una sociedad inclusiva e intensa en igualdad. En donde la vida humana no es un gasto público, sino es lo más importante que tiene la sociedad. Las cuestiones del plebiscito, de la seguridad social, el sistema de cuidados, las cuestiones de nuevas reivindicaciones vinculadas al género, por ejemplo, cómo se paga o se satisface el trabajo no retribuido que hace la mujer, porque es un factor de desigualdad. Una serie de cuestiones que prenden las luces largas a cambios que no son coyunturales, son una mirada más estratégica. Es importante porque uno de los objetivos del movimiento sindical es apuntar a un diálogo constructivo con todo el sistema político y con todos los candidatos para ver qué opiniones tienen con cada una de las propuestas que nosotros levantamos.

¿Cuáles serán las características del acto central y de los actos en el interior?

Habrá actos a lo largo y ancho del país, en distintas localidades. Especialmente en las capitales departamentales, y el acto central está convocado para las 10.00, en avenida del Libertador y La Paz. Este año, la clase obrera organizada va a colocar su mirada en la necesidad de apuntar a que las grandes mayorías nacionales sean partícipes de la necesidad de un cambio en el modelo de acumulación, con independencia de grandes transformaciones que tiene la sociedad mundializada actual, financiación de la economía, transnacionalización y mundialización del capital, profunda revolución tecnológica y conflictos geopolíticos. América Latina y Uruguay en particular tienen una inserción internacional dependiente. Tenemos una especialización productiva intensa en materias primas. Por esa razón, con independencia de las coyunturas y también de determinadas políticas públicas que, o amortiguan o aceleran los males de la dependencia, en Uruguay hay una formación social capitalista dependiente.

¿Quiénes serán los oradores y qué organizaciones sociales o sindicales participarán?

Tengo el respaldo de todos los sindicatos y corrientes que actúan en el movimiento sindical, ya que me han elegido como el único orador de la central en el acto. Fue una decisión unánime. Por otra parte, hay siempre alguna organización social con la que convenimos que se haga un saludo.

¿Qué cambios considera que tuvo el empleo en el país desde el 1° de mayo del año pasado?

El año pasado, posterior a esa fecha, hubo una ronda de negociación colectiva y quiero ser muy riguroso con esto. Los trabajadores, en el marco de los consejos de salarios, con movilización y lucha, lograron el porcentaje de recuperación del salario real, del salario que ganaban al principio de esta administración. Esto, que ha sido con mucha movilización, con mucha negociación colectiva, no logró revertir la pérdida que hubo entre el año 2020 y el 2023-2024, que significó, según nuestros estudios, una transferencia desde los bolsillos de los trabajadores a los bolsillos del capital de 2.000 millones de dólares. Por tanto, queda resarcirse de esa situación en futuras negociaciones. De todas maneras, falta muchísimo por hacer para promover el trabajo de calidad. Hay que ponerle mucha cabeza a la regulación del trabajo precarizado, por ejemplo, en las aplicaciones. Es muy importante, superar la ausencia absoluta de una política industrial en el país, de políticas productivas que apunten al trabajo de calidad.

¿Cómo valoran las últimas cifras de empleo y desempleo que informó el gobierno?

Es mucho más rigurosa, porque conozco cómo es la pregunta de la Encuesta Continua de Hogares. Preguntan si tuviste alguna actividad laboral durante la semana anterior, y la persona responde que sí, porque hizo una changa y con eso ya no es considerada desempleada. Pero el concepto del pleno empleo, el trabajo con un buen salario, con negociación colectiva, con derechos laborales y salud laboral, deja mucho que desear. Es mejor que bajen que suban las cifras de desempleo, por supuesto, pero no alcanza.

¿Cómo observan en el mercado laboral la incidencia de la informalidad, el subempleo y el multiempleo?

Es una manifestación, lo que aparece arriba del problema que está más abajo, que es el de la matriz productiva dependiente. Esa matriz productiva no da para generar el empleo de calidad que precisa la sociedad. Y entonces, se manifiestan esas formas aberrantes, digamos de precarización.

La idea de la reducción de la jornada laboral, ¿va de la mano siempre con la productividad?

Estamos absolutamente de acuerdo en discutir la productividad y el reparto de sus efectos, en tanto y en cuanto nos referimos al aumento de la capacidad productiva del trabajo, y no al destajo o a la intensidad del trabajo. Pero en definitiva ese fenómeno no tiene arreglo sin políticas públicas consensuadas y definidas. No se puede resolver intra firma de una empresa. Se precisan políticas que analicen esa cuestión de manera integral y la puedan utilizar para la pública felicidad, y no solamente para el beneficio de unos pocos. Es necesario en una futura reforma integral de la seguridad social el conversar sobre la fiscalidad robótica. Sobre si las nuevas maquinarias, los nuevos procesos aportan más para la seguridad social. Hay muchas cosas que tenemos que poner en el menú para poder debatir políticas públicas adecuadas al respecto de la revolución tecnológica en curso.

¿Qué tan cerca o qué tan lejos está la reducción de la jornada laboral?

Estamos mucho más cerca del planteo que hicimos el 1° de mayo del año pasado, donde colocamos el tema de la necesidad de pensar y discutir la reducción de la jornada de trabajo, sin reducción del salario. Después de ese 1° de mayo, el Frente Amplio presentó una propuesta de ir a las 40 horas semanales con pago de 48 horas. Se formó un debate, se pronunció el presidente de la República, el ministro de Trabajo y Seguridad Social [MTSS] y las cámaras empresariales. Hay un ámbito en el cual estamos participando, que está analizando la cuestión de la productividad del trabajo en el ámbito del MTSS. Luego, el exministro de Turismo Tabaré Viera [como precandidato del Partido Colorado] hizo un planteo, acordando que es un objetivo sano y bueno para la sociedad. Aspiramos a que en el período que va desde el 2025 al 2030, una de las leyes más importantes de ese periodo sea que vamos a las 40 horas semanales con pago de 48, después la ley se puede interpretar, se puede buscar la forma de aplicación en los Consejos de Salarios, en cada rama, tiene que haber un piso para todos. El tema será motivo de conversación con todos los candidatos de los distintos partidos.

En materia de trabajo, ¿la actual administración pudo hacer más de lo que hizo hasta hoy?

Tengo la percepción de que este gobierno vino a procesar un ajuste radical contra los ingresos y derechos de las grandes mayorías del pueblo trabajador. No voy a decir que este gobierno no avanzó nada en esta dirección, porque en primer lugar desarrolló la ley de urgente consideración (LUC). Nosotros organizamos la recolección de firmas, entregamos más de 800.000 firmas y nos faltaron 30.000 votos para eliminar 135 artículos, y no los eliminamos pero dimos pelea. Fortalecimos el movimiento popular y ahora estamos dando batalla por la seguridad social. Diría que el Poder Ejecutivo se movió en dirección a su programa, pero no pudo aplicar ni la mitad de lo que querían. No porque ellos no quisieran, sino porque también hubo un movimiento obrero firme y movilizado en la calle. Los platos rotos siempre los paga la clase trabajadora, y a su vez quien dio la lucha real para amortiguar o frenar los aspectos más reaccionarios de la política de gobierno, fue el movimiento obrero, que es la principal organización social.

Habrá actos a lo largo y ancho del país, en distintas localidades. El acto central está convocado para las 10.00 en avenida del Libertador y La Paz.

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