Desde la inauguración de la nueva sede del Hospital del Banco de Seguros del Estado (HBSE) en 2019, durante el segundo gobierno de Tabaré Vázquez, el centro de rehabilitación de personas que sufrieron accidentes laborales mantiene un sostenido crecimiento, tanto en la eficiencia de sus áreas administrativas como en la calidad asistencial que brinda a los usuarios.
El 19 de agosto se anunció que el HBSE volvía a ser acreditado por la Comisión de Acreditación de Centros de Rehabilitación (Commission on Accreditation of Rehabilitation Facilities, CARF), nuevamente por tres años.
En diálogo con la diaria, algunos de los integrantes del área administrativa y del área médica del HBSE explicaron por qué se viene dando este crecimiento, y la responsabilidad y el orgullo que tienen de pertenecer a esta institución pública.
El licenciado Joaquín Meyer, gerente de departamento de la Gerencia Asistencial, habló de “dos grandes focos” que son “clave” para diferenciar al Banco de Seguros del Estado (BSE) y su hospital de las demás aseguradoras: “Por un lado, tenemos el foco de la excelencia asistencial. Nosotros hacemos todo lo que esté a nuestro alcance para que, sea donde sea que a los trabajadores les haya ocurrido el siniestro, reciban la mejor calidad de rehabilitación posible. En ese sentido, ponemos a disposición los mayores avances técnicos, tecnológicos, médicos y humanos que tenemos para que el trabajador reciba la mejor calidad asistencial que sea posible. Por otro lado, todo lo que hacemos lo hacemos desde una perspectiva de eficiencia operativa. Esto quiere decir que alguien reciba la asistencia que realmente debe recibir, pero también en los tiempos en los que la debe recibir. Mientras el trabajador está en asistencia, esto tiene un costo productivo para la empresa y para el país. Entonces, nosotros trabajamos fuertemente para que los trabajadores reciban la mejor calidad asistencial y se recuperen en el tiempo en el que se deben recuperar”.
A su vez, el HBSE tiene tres pilares como hospital: la asistencia, la docencia y la investigación: “Tratamos de cubrir las tres grandes áreas que debe cubrir un centro asistencial de excelencia, no solamente asistir, sino también investigar y educar. Tenemos un comité de investigación aprobado por el Ministerio de Salud Pública y promovemos que nuestros profesionales realicen investigaciones médicas en salud en nuestro hospital. También en educación recibimos residentes en varias especialidades, por ejemplo, en administración de centros hospitalarios, en anestesia, traumatología o rehabilitación”, explicó Meyer. “Todo esto lo podemos hacer de esta forma porque somos una empresa pública. Estamos orgullosos de ser servidores públicos, es un orgullo lograr que el HBSE esté disponible para todos los trabajadores uruguayos y de brindar un servicio de rehabilitación de excelencia reconocido a nivel mundial”, destacó.
Por su parte, el ingeniero biomédico Daniel Thevenet, integrante del equipo de la Unidad de Biomecánica, destacó el falso concepto que se puede tener de un hospital público: “En un centro público como este puede estar la idea de que le faltan recursos o que existe una desidia en el personal, cosa que acá no se ve para nada. Acá hay un tremendo compromiso del personal, y todos se desviven para ayudar al usuario”. “Esto es para todos, porque cualquiera de nosotros puede tener un accidente el día de mañana y es un gran beneficio poder acceder a un hospital como este, funcionando de esta manera”, subrayó.
La Unidad de Biomecánica y su tecnología de punta
La biomecánica, ciencia que se ocupa de la aplicación de los principios mecánicos básicos al estudio y análisis del movimiento, cuenta con su propia unidad de trabajo en el HBSE y es una de las principales fortalezas del centro de rehabilitación. Está integrada por un equipo de cinco profesionales: las médicas rehabilitadoras Laura Tutté y Verónica Paciuk, las licenciadas en Fisioterapia Ana Laura Barrios y María Noel Brandón, y Thevenet.
“Atendemos diversos tipos de lesiones, pero una de las más frecuentes es la fractura de calcáneo [hueso del talón]; esto ocurre generalmente cuando un trabajador sufre una caída de gran altura y se fractura la zona de la planta del pie. Otro tipo de lesiones que nos reportan con regularidad son las de pelvis o de cadera”, afirmó Paciuk respecto del trabajo del equipo. La unidad opera en tres salas que son el “laboratorio de evaluación del movimiento”, la sala de “isocinesia [método de entrenamiento muscular que utiliza una velocidad constante]” y la de “Evaltech [sistema de test funcional]”.
En el laboratorio de evaluación del movimiento se analiza principalmente la marcha de los usuarios, que puede verse afectada por patologías que alteren el caminar, por ejemplo, problemas en la cadera, la rodilla o el tobillo. Estas alteraciones pueden deberse a esguinces graves, fracturas o amputaciones, entre otras causas.
Una de las principales herramientas tecnológicas con las que cuenta esta sala y que permiten realizar uno de sus estudios más relevantes son las ocho cámaras instaladas a algunos metros de altura y distribuidas a lo largo de todo el laboratorio. Estas emiten luz infrarroja y trabajan en conjunto con pequeños reflectores que se colocan sobre el cuerpo del usuario; su función es reflejar esa luz para ser captada nuevamente por las cámaras y así registrar el movimiento con precisión.
A partir de la información que captan las ocho cámaras sobre las esferas reflectivas (indicando la posición de cada punto en el espacio), la computadora de la sala reconstruye la figura del usuario mientras este camina ida y vuelta sobre la pasarela con la que también cuenta el laboratorio. De esta forma es posible medir la velocidad de cada punto, los ángulos y la capacidad de flexión, determinando, por ejemplo, cuánto puede flexionar su rodilla una persona. “Este proceso es completamente objetivo y preciso, ya que todo es captado por las ocho cámaras, las cuales identifican cada punto en el espacio con gran exactitud. Si más adelante se repite el estudio es posible comparar los resultados y ver la evolución de un usuario en su rehabilitación. Es decir, no se trata de una percepción subjetiva de mejora, sino de mediciones concretas. Podemos cuantificar la evolución de forma muy precisa”, afirmó Thevenet.
Además, la sala está equipada con dos cámaras de video que captan la marcha mientras se registran todos los marcadores que se le colocan al usuario; dos plataformas de fuerza que se asemejan a baldosas y que miden la fuerza con que pisa una persona; un escáner similar al de una computadora sobre el que el usuario se coloca para obtener una imagen de la planta de los pies; dispositivos inalámbricos que registran la actividad eléctrica de los músculos, y un equipo de baropodometría, que consiste en una alfombra con sensores de presión, y que al pararse o caminar sobre ella, registra la distribución de carga en cada punto del pie. “En el sanatorio anterior, en la calle Mercedes, no existía un área de Biomecánica. Esta unidad se creó con la inauguración del nuevo hospital”, sostuvo Paciuk.
La principal herramienta con la que cuenta la sala de isocinesia es el dinamómetro isocinético, un equipo similar a un sillón que incorpora diferentes accesorios para valorar la fuerza muscular dinámica durante el movimiento, es decir, permite medir la fuerza únicamente con la ejecución del movimiento. Su uso más frecuente es para una evaluación de la rodilla y el tobillo, aunque se puede adaptar a diferentes articulaciones.
“Se posiciona al usuario de forma que le permita realizar su máximo esfuerzo, por ejemplo, en la rodilla, para ejecutar movimientos de flexión y extensión. De esta manera, se compara la fuerza de los músculos extensores entre ambas piernas y, posteriormente, se analiza el equilibrio entre los músculos de la misma pierna. Por ejemplo, un desequilibrio puede aumentar el riesgo de lesiones, algo muy común en los deportistas”, sostiene Tutté, y agrega: “Muchas veces los desgarros en los músculos posteriores o las lesiones de ligamento se deben a un desequilibro muscular. Este estudio nos permite diagnosticar si un deportista tiene riesgo de lesión, evaluando si sus músculos se encuentran equilibrados o no”.
La sala de Evaltech recibe su nombre por el modelo del equipo utilizado para realizar las evaluaciones. Este dispositivo es un dinamómetro estático (fuerza sin movimiento), que a través de un software permite medir la fuerza de manos, simular carga y descarga de objetos, evaluar la movilidad de hombro, y calcular la velocidad con que se ejecutan las tareas. “Está pensado, por ejemplo, para trabajadores que se desempeñan en una línea de producción o que realizan trabajos en la altura y deben asegurar su agarre. Además, incorpora una columna donde se pueden colocar distintos dispositivos de empuje para simular diferentes tareas”, contó Thevenet.
Las diferentes gestiones administrativas y técnicas
Las principales áreas que trabajan en las generalidades de accidentes de trabajo, incluyendo los derechos y los beneficios para los trabajadores, son Gerencia Asistencial, liderada por Meyer, Gerencia de Reclamaciones de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales, liderada por la técnico prevencionista Mónica Falero, y la Dirección Técnica, liderada por el doctor y director técnico en funciones Luis López.
Meyer explica las funciones de su área y sus procesos: “Cuando una persona ingresa, hace una declaración obrera, que es como la llamamos, y es cuando hace su declaración sobre las condiciones o las formas en las que ocurrió el accidente; ahí automáticamente pasa a ser vista por un médico. Lógicamente, si ingresa por emergencia está primero lo asistencial. Después el empleador hace su declaración también en la página web, y ahí administrativamente sigue dos caminos: por un lado, lo que es propio de los procesos de análisis del siniestro, donde se estudia si efectivamente existió, se analizan las dos declaraciones, si es necesario que haya testigos, etcétera; por otro, el de la asistencia médica y todo un acompañamiento administrativo de esta misma asistencia”. “Nosotros queremos que, si alguien viene y el médico, en primera instancia, le pide una resonancia o le da un pase a un especialista, esto lo pueda hacer lo antes posible. Primero, porque es lo mejor para el trabajador accidentado, pero también lo es para la eficiencia de la gestión del seguro”, agregó.
La Gerencia de Reclamaciones gestiona los siniestros de todo el país, y tiene como objetivo analizar todas las denuncias que llegan de los trabajadores accidentados comprendidos en la Ley 16.074 y la correspondiente denuncia de la empresa. Según esta ley, a todos los trabajadores les corresponde la cobertura del HBSE hayan sido o no asegurados por las empresas. “Analizamos las circunstancias del siniestro, si corresponde a un accidente de trabajo y si realmente ocurrió en ocasiones de trabajo o a causa de este. Ahí le damos la cobertura. Analizamos las condiciones de la póliza, si está correctamente emitida, si está al día en los pagos, porque eso puede generar inconvenientes para las empresas que hayan incumplido con la ley. Se les cobra a las empresas todos los gastos en los que hayamos incurrido, por eso es muy importante que estén al día y cumplan con todas las obligaciones de la ley”, explica Falero. Agrega: “Analizamos el siniestro, pagamos la renta temporaria del salario mínimo durante los días que haya estado en asistencia y, a partir del cuarto día, pagamos dos tercios del salario que cobra el trabajador. Si queda con alguna secuela luego de la recuperación y del proceso de rehabilitación, se evalúa ese porcentaje de incapacidad, y si supera el 10% recibe una renta que es permanente”.
La Dirección Técnica, por su parte, es el sector responsable de la actividad asistencial directa que se brinda a los usuarios del HBSE. Es responsable de la organización, la planificación y la ejecución de la asistencia médica, de medir los resultados y de brindar la contención que necesitan los pacientes. “Básicamente, es la actividad técnica-médica que se brinda y, por supuesto, necesita de otros sectores de apoyo del HBSE, como las gerencias que me acompañan”, remarcó López.
En línea con el doctor, Falero destaca: “Todas las secciones son importantes y contribuyen a lo mismo, que es que el trabajador reciba la mejor asistencia, la mejor recuperación y sus pagos en tiempo y forma. Por ejemplo, está la gerencia administrativa que se encarga de las compras, y esto es fundamental para tener los insumos que nos permita atender a un trabajador. Estamos todas las secciones muy integradas y el trabajo de todas es valioso”.