Después de muchas versiones, la “novela”, como él mismo dijo, este sábado al mediodía Luis Suárez dio una conferencia de prensa junto al vicepresidente de Grêmio, Antonio Brum, en la que anunciaron que el jugador dejará el club en diciembre de 2023 y no a fines de 2024, como estaba previsto en su contrato.

“Me sentía con la fuerza física para poder estar dos años, que fue lo que le pedí al club, pero uno tiene que ser sincero con su cuerpo y con el club, más que nada, ser honesto y decirle que para el próximo año no iba a poder rendir a Grêmio lo que ellos esperan de mí. Por la carga e intensidad que tiene el fútbol brasileño, serían muchísimos viajes si el club entra en la Copa Libertadores, que es el objetivo, y por eso fue una decisión que se habló con el club, el club entendió y le agradezco por haberlo entendido”, dijo el jugador uruguayo, que jugó más de 30 partidos con Grêmio y convirtió 16 goles, hizo nueve asistencias y consiguió dos títulos de la Federación Gaúcha, además de que hizo crecer considerablemente el número de socios.

El entrenador de Grêmio, Renato Portaluppi, lo había adelantado esta semana, cuando comentó la noticia que ya había trascendido: “Le da tranquilidad tanto a él como al club: se queda hasta diciembre. Nos da tranquilidad porque nos ha ayudado mucho”.

“El tema viene por el desgaste que tengo en la rodilla, una lesión crónica que todo el mundo sabe, y yo no la escondo para nada, y el ritmo muy alto que tiene el fútbol brasileño, la intensidad... Yo lo conversé con ellos y ellos me ofrecieron parar un mes, pero no puedo parar un mes, porque si me comprometo, es para entrenar y jugar. Esa honestidad tiene que estar por mi parte”, dijo Suárez, que contó que los 15 días que estuvo sin jugar “me hizo muy bien, el dolor fue disminuyendo”, y añadió: “No sé si voy a seguir, sé que bajar la intensidad, seguro”.

De todas formas, aclaró que en estas últimas semanas de versiones periodísticas diversas se molestó cuando se manejó la posibilidad de su retiro del fútbol. “No es que demoré la situación. Llevo casi 20 años de carrera y todos los días -tengo la suerte- se habla de Suárez, bien y mal. No puedo salir todos los días a desmentir”, dijo sobre la demora en referirse a la situación, pero apuntó que “un tema es querer parar por un tiempo, a retirarse, es diferente. Por eso me molestó en ese momento. Acá estoy dando la cara. También entiendo a los hinchas porque era una situación difícil. Hasta que no se solucionara no íbamos a hablar”.

El vicepresidente del club, Antonio Brum, ante las consultas, quiso aclarar: “El atleta tiene dolores, está haciendo un esfuerzo sobrehumano para continuar jugando. Grêmio no tiene ningún problema con Suárez, Suárez sólo nos trajo alegría desde que está aquí”. Brum agradeció que “Grêmio está en el segundo lugar del campeonato” y comentó que “los dos lados cedieron y salió bien para todo el mundo”.

Sobre lo que queda de la temporada, más de 20 partidos, el delantero contó que se comprometió “a hacer el máximo esfuerzo posible para intentar jugar todos los partidos que pueda, es mi forma de agradecer el esfuerzo. A veces me duele un poco; con pastilla azul, como habló Lugano, todo es posible y podemos aguantar ese dolor. Pero disfrutar del fútbol brasileño vale la pena”.

En cuanto a su futuro y la posibilidad de continuar su carrera en el Inter de Miami, adonde llegó Leo Messi, Suárez dijo que del club estadounidense “se comunicaron con el club y Grêmio contestó que tenía contrato y que no había posibilidad, pero conmigo en ningún momento”.

“Hubo días de entrenamiento después de los juegos que Renato me decía que no fuera a entrenar, que descansara, y yo venía porque el compromiso con el club es 100% y soy uno más. Intento ser uno más en el vestuario. Jugar en campo sintético con la lesión crónica que tengo todo el mundo sabe que es muy difícil, y eso hay que intentar evitarlo”, comentó.

Suárez fue tajante al decir que el problema de su rodilla “no va a cambiar”. Contó que el dolor empezó a comienzos de mayo y dijo que a sus compañeros de equipo les transmitió que tiene “el objetivo y el deseo de que a finales de setiembre estemos levantando la Copa de Brasil. Se lo dije a mis compañeros, que yo sueño que mis hijos y mi mujer me vean levantando la Copa de Brasil, es mi sueño. El campeonato brasileño, el Brasileirão es muy largo, es difícil. La Liga Española era difícil para el Atlético Madrid y la gané. Es tener ambición, creer en las posibilidades del equipo”.

Además, Suárez mantuvo intacta su intención de jugar en la selección uruguaya, a cargo ahora del director técnico Marcelo Bielsa. “Si uno mantiene el nivel -la experiencia y la jerarquía ya la tengo para jugar en la selección-, pero si uno mantiene el nivel y demuestra al entrenador que quiere jugar, ¿por qué no? Pero ahí ya es decisión del nuevo entrenador y él tomará la decisión de convocar a jugadores”.