La Iniciativa Río Negro se decretó en 2018 con el objetivo de “establecer un conjunto de medidas para prevenir, controlar, detener y revertir el proceso de deterioro de la calidad del agua del río Negro, con énfasis en el desarrollo sustentable de la cuenca”. No es novedad que se encuentra sumamente afectada por actividades antropogénicas. Sin ir más lejos, la mayor floración de cianobacterias de la que se tiene registro hasta el momento, que tuvo lugar en 2019, se originó allí.
En el documento de presentación de la iniciativa se plantea que “cubre el mediano plazo, con medidas de corto plazo que se implementarán previo a la posible instalación prevista de una nueva planta de celulosa”. Recordemos que, para este momento, la aprobación de la segunda planta de la empresa finlandesa UPM -junto a sus tomas de agua y vertidos de efluentes hacia este curso de agua- era un hecho. En este contexto, el miércoles, se presentó y quedó disponible la información recabada durante cuatro años de trabajo en una nueva plataforma.
La iniciativa es dirigida por el Ministerio de Ambiente, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y el Ministerio de Industria, Energía y Minería. Pero, según se detalla en un comunicado enviado por las instituciones, también contó con la participación de organismos públicos, municipios, la academia y organizaciones de la sociedad civil. Por tan sólo hablar de técnicos, participaron más de 90 que pertenecen a distintas unidades ejecutoras e instituciones académicas. En esta etapa “se han ejecutado 35 proyectos” y los recursos provienen “del Estado, poniendo a disposición recursos humanos capacitados, equipos e infraestructura” y del Fondo de Innovación Sectorial.
Virginia Fernández, directora de la División de Información Ambiental del Ministerio de Ambiente, manifestó durante la presentación que a partir de la información recogida por boyas ubicadas en los tres embalses, Bonete, Baygorria y Palmar, se puede observar los valores de temperatura, clorofila-a y turbidez. Estos datos pueden ayudar a comprender la calidad del agua de la cuenca. El Observatorio Ambiental Nacional ya tenía algunas de estas herramientas, pero “se fueron optimizando y fortaleciendo gracias a esta iniciativa”, puntualizó. Además, se puede utilizar un visualizador para contemplar aspectos como, por ejemplo, cambios de uso del suelo. A su vez, están disponibles 90 documentos elaborados por los académicos.
Por su parte, Gerardo Amarilla, subsecretario de Ambiente, dijo que “estamos en el último año de la Iniciativa Río Negro, a partir de una prórroga en la que vamos a terminar los informes y proyectos”. También afirmó que “el decreto del Poder Ejecutivo del 9 de febrero estableció una nueva etapa a partir de marzo de 2024, que va a generar que la Iniciativa Río Negro sea un instrumento de gestión y de política permanente para trabajar en la cuenca con la coordinación de los tres ministerios”. A juicio de Amarilla, el recurso hídrico “tiene problemas, lo hemos deteriorado y ha tenido impacto por la presión que ha recibido” pero “se puede recuperar”.