El 28 de julio del 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que el agua potable y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. El año pasado, en 2023, alrededor de dos millones de personas se quedaron sin agua potable debido a la mayor crisis hídrica de la historia del país. “La crisis visualizó al agua subterránea y como viene creciendo en demanda, en extracción, año a año, debido a las constantes sequías que tiene Uruguay. Puso en evidencia que no existe una prioridad ni una planificación adecuada del agua subterránea para abastecimiento humano, siendo el principal beneficiario y consumidor el sector agrícola, que lamentablemente no prioriza la protección del recurso”, manifestó Paula Collazo, doctora en Ciencias Geológicas por la Universidad de Buenos Aires y responsable del área de Recursos Hídricos Subterráneos del Instituto de Ciencias Geológicas de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República.
Su declaración tuvo lugar este viernes en la sala de actos Daniel Muñoz de la Intendencia de Canelones (IC). La instancia tuvo como cometido presentar un nuevo acuerdo entre la comuna canaria y la Facultad de Ciencias vinculado al estudio del agua subterránea del departamento, además de contar avances del Plan Estratégico de Calidad de Agua. Participaron autoridades como el intendente Yamandú Orsi, el director de Gestión Ambiental, Leonardo Herou, la decana de la Facultad de Ciencias, Mónica Marín, y el director del Centro Universitario Regional Este, Joaquín Marques.
Collazo remarcó que aún “no existe una planificación ni una gestión adecuada de los principales acuíferos del sur”. Indicó que la crisis puso en evidencia que se desconoce “la interrelación entre el agua superficial y el agua subterránea y la importancia que tiene esta última para la gestión de los recursos hídricos, ya que las dos forman parte del ciclo hidrológico”. En este sentido, reconoció que “el conocimiento adecuado del funcionamiento de las aguas subterráneas como recurso finito es fundamental para una correcta gestión integrada, garantizando la disponibilidad del agua en cantidad y calidad adecuadas para el sustento y desarrollo de las poblaciones, manteniendo y protegiendo el medioambiente”.
La científica brindó más detalles sobre el acuerdo que se articuló con la IC. Tiene como objetivo “sistematizar, analizar y actualizar toda la información disponible diseñando una base de datos hidrogeológica y aportando los lineamientos necesarios para la correcta gestión de las aguas subterráneas” del departamento. Expresó que el equipo -que estará compuesto por diferentes disciplinas- podrá “caracterizar los principales acuíferos, conocer su distribución en el territorio, evaluar su explotación a través de la distribución de los pozos, de la productividad y de los usuarios del agua subterránea, además de evaluar su uso y disponibilidad”. Un dato no menor es que también evaluarán la calidad de las aguas de los acuíferos. Collazo insistió: “Conocer y proteger los acuíferos no sólo es importante para asegurar el suministro actual y de las generaciones futuras, sino porque todo lo que afecta a un acuífero afecta al resto del ciclo hidrológico”.
Herou reconoció que se debe “profundizar sobre el conocimiento de las aguas subterráneas”. “Fue una de las cosas que detectamos en plena crisis, que el nivel de conocimiento sobre aguas superficiales era mayor que el que tenemos sobre aguas subterráneas”, puntualizó. Asimismo, añadió que en Canelones están monitoreando la calidad del agua superficial en cerca de 200 puntos distribuidos en el territorio. “Los datos están disponibles en la página web de Simas (Sistema Integrado de Monitoreo de Aguas y Playas de Canelones). Este avance fue junto con el Centro Universitario Regional del Este”, señaló.
Avances y desafíos
“En la Ley Orgánica Municipal, aprobada en 1935, se establece que la vigilancia y demás medidas necesarias para evitar la contaminación de las aguas son un campo de trabajo y responsabilidad de cada una de las intendencias municipales. 89 años atrás, se estableció en negro sobre blanco que a las intendencias les corresponden estas tareas. A Canelones, en particular, le llevó 73 años tener su primer Plan Estratégico de Calidad de Aguas”, recordó Guillermo Goyenola, investigador del Departamento de Ecología y Gestión Ambiental del CURE. En 2008, junto a otros colegas, le presentó al entonces intendente de Canelones Marcos Carámbula una primera versión del plan. En aquel momento, “había grandes cuencas de Canelones sobre las que no había ningún tipo de información de calidad de agua”. A lo largo de la charla, relató los diversos avances que han tenido en la materia.
“En 2023 a nuestra sociedad la arrasó la crisis. Entendimos el nivel de vulnerabilidad ambiental que tienen los recursos acuáticos del sur del país. Logramos consolidar a la fecha cinco estaciones de monitoreo en el departamento. Tres de ellas se ubican aguas arriba de la toma de Aguas Corrientes, en Santa Lucía, el embalse de Canelón Grande y la de San Ramón; y dos más en las mayores cuencas canarias, la del Solís Grande y del arroyo Pando. Además, otras tres se habían instalado en 2020 en los lagos de Ciudad de la Costa”, describió. También sumó que a fines de 2023 tenían acumulados 53.723 datos de calidad de agua que fueron extraídos de monitoreos personalizados, donde “el técnico toma la muestra y la lleva a los laboratorios de la Intendencia o del CURE”. “El gran desafío es entender qué es lo que significan, cómo está Canelones y hacia dónde va”, acotó. A su vez, destacó que “se ha empezado a generar una base de datos muy significativa sobre la calidad ambiental y las tendencias temporales de nuestros sistemas”.
Otro desafío, explicó, es “asegurar la calidad de los datos y poder tener un seguimiento a largo plazo, con un buen nivel de detalle de la situación de los sistemas acuáticos superficiales de Canelones”.
Asimismo, Herou reconoció el “avance notorio en la generación de conocimiento, de información y, por lo tanto, de mejor toma de decisiones”. Dijo que la comuna está “trabajando en un mapa de vulnerabilidad ante la crisis del agua”. “En los meses más críticos y hasta la actualidad le estamos llevando agua a mucha gente de zona rural que no tiene cobertura de red y se queda sin agua para su consumo y para su actividad”, destacó.
¿Algo más que ingenieros y contadores?
En la actividad, Orsi manifestó que “la política, históricamente, se vinculaba con otro tipo de profesionales. Estuvo la época de los abogados, de los doctores, después la política se vinculó mucho con los economistas. Yo creo que de un tiempo a esta parte los científicos ocuparon un espacio. Nos dimos cuenta de que si pensás el país hacia futuro, precisás algo más que ingenieros y contadores. La pandemia y la sequía creo que colocó [esta visión sobre la mesa]. Ustedes obviamente son conscientes, pero a nosotros se nos presentó ante nuevos ojos la necesidad de que ustedes estén siempre ahí”.
El intendente de la IC dijo que ha comprendido “a lo largo de los años que muchos de los avances de la humanidad y de la sociedad surgen de la necesidad”. “La necesidad despierta. Nos explotó en la cara una realidad. Cuando nos hablaban del agua, antes respondíamos: ‘Sí, abrí la canilla’. Naturalmente había agua al abrir la canilla. Ni al guionista más osado se le hubiese ocurrido que eso pudiera pasarnos”, señaló.