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El puerto de Montevideo visto desde la Torre de las Telecomunicaciones. (archivo, julio de 2010)

Foto: Victoria Rodríguez

Más porteños que tú

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Jerarcas argentinos preocupados por pérdida de competitividad de Buenos Aires con Montevideo.

Amainados los ánimos argentinos tras el freno momentáneo del gobierno de José Mujica a una segunda terminal especializada de contenedores en el puerto de Montevideo, el dragado del canal Martín García aparece como uno de los elementos de negociación de fondo entre las márgenes del Plata en materia portuaria. Sin embargo, la administración de Cristina Fernández busca recuperar la competitividad de Buenos Aires -que perdió 10% del mercado a favor de Montevideo en la última década- con restricciones al comercio bilateral.

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La semana pasada, en el marco de un seminario de comercio exterior y logística desarrollado del otro lado del río, el interventor de la Administración General de Puertos de Buenos Aires, Oscar Vecslir, describió los canales que su país debería navegar. “Montevideo se lleva los puntos que pierden los otros dos puertos [en alusión a Puerto Nuevo y Exlogán de Buenos Aires]. Esto nos preocupa porque refleja definitivamente una pérdida de competitividad. Si miramos la carga uruguaya, en 2008, hay 170.000 teus en tránsito que son argentinos. Consideramos que no menos de 300.000 de los 600.000 teus que maneja el puerto de Montevideo son de carga nacional”, calculó Vecslir, según consignó el portal especializado Puertos del Uruguay.

El jerarca completó el panorama al recordar que en 1999 Buenos Aires tenía 55% de la participación del negocio total, pero que una década después está 10% por debajo, a favor de Montevideo, al tiempo de cuantificar que la Cuenca del Plata tiene un mercado potencial de 2.400.000 teus. En paralelo a la descripción del problema, versiones de la prensa argentina aseguraron que la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables promovería una norma para prohibir que cargas argentinas con destino a otros países tocaran puertos de territorios sin convenio bilateral de transporte. Los únicos de la región en esta condición son los uruguayos.

La medida nunca oficializada cuenta con el antecedente de que a inicios de 2010 hubo restricciones puntuales a determinados barcos con carga argentina que salían de Bahía Blanca y pensaban transbordar en Montevideo para que no lo hicieran. “Eso no es algo sistemático ni fue generalizado, y además no era un número importante de mercadería”, matizó el subsecretario de Transporte y Obras Públicas, Pablo Genta, al ser consultado por la diaria acerca de cómo su cartera contextualizaba la situación. “No es algo totalmente nuevo, las dificultades con Argentina y el pasaje por puertos es un tema que con mayor o menor periodicidad surge”, evaluó desde cancillería, en diálogo con la diaria, el director general para Asuntos de Integración y Mercosur, Álvaro Ons.

Los vicecancilleres del Río de la Plata abordarán el asunto en las próximas dos semanas y el punto también anclará en el primer encuentro de la Comisión Bilateral Argentina-Uruguay de Asuntos Comerciales, a fines de octubre. “Será uno de los temas prioritarios entre una larga lista de asuntos importantes a tratar”, adelantó Ons, al tiempo de precisar: “No tenemos una confirmación de que exista algún tipo de norma a estudio que pueda dar lugar a esto. Buscaremos que ni siquiera sucedan las excepcionalidades ya ocurridas porque deseamos y necesitamos que haya un tránsito totalmente fluido y sin ese tipo de restricciones”.

La secretaria ejecutiva de la Unión de Exportadores del Uruguay, Teresa Aishemberg, confirmó que el mar de fondo los mantiene alerta: “Nuestro comercio exterior, tanto las importaciones como las exportaciones, basan su abastecimiento permanente y la salida en las líneas que llegan a Montevideo con mercaderías del exterior en tránsito”, explicó. Diversas cámaras y asociaciones de operadores privados le transmitieron su preocupación al Ministerio de Transporte y Obras Públicas y éste la trasladó al de Relaciones Exteriores, porque “es un tema que podría afectar gravemente la operativa portuaria”, alertó el subsecretario.

La expansión del tránsito de contenedores en la zona fue uno de los fundamentos esgrimidos por la administración de Tabaré Vázquez para licitar una segunda terminal especializada, proyecto que fue adormecido en este período para evitar conflictos con la operadora de la única playa especializada, la belga Katoen Natie, pero también para no irritar aun más al Ejecutivo argentino. Al respecto, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico se alineó con las proyecciones más optimistas y pronosticó este fin de semana que el transporte internacional de contenedores crecerá 10% este año y que en 2011 lo hará otro tanto.

Desde la ciudad vecina, el mercado a futuro también se anticipa como muy alentador. El propio Vecslir planteó la necesidad de mejorar en infraestructura y logística para estar a la altura de las circunstancias. Pronosticó que será necesario ser más ambicioso en el dragado, ya que “cada pie de calado son cerca de 250 contenedores más de carga por buque. La naviera Hamburg Süd ya adelantó que en 2012 serán diez los buques clase Santa que operarán en la costa este de Sudamérica, y se trata de naves con capacidad de 6.300 teus”. “Hoy estamos preocupados por recuperar los 34 pies, pero para el futuro tenemos que imaginar cómo hacemos para alcanzar los 39 pies, previo replanteo en la reingeniería de muelles. Así podremos competir con la capacidad operativa que están teniendo nuestros competidores”, agegó.

El interventor de la AGP dijo que no sólo le inquieta el desarrollo de Montevideo, sino también el del sur de Brasil, como Rio Grande do Sul, donde se está dragando para permitir buques de calado de hasta 54 pies. “Eso da una idea de hacia dónde apunta la competencia y hacia dónde deberíamos nosotros estar imaginando el puerto de Buenos Aires”, resaltó. Por último, destacó la necesidad de brindar más y mejores servicios de cabotaje: “Esta carga está necesitando puertos de desconcentración y ya están pensando en el puerto de Montevideo, o en Brasil, pero no en Buenos Aires. Estamos viendo cómo hacemos para que el cabotaje tenga el espacio y la dedicación que requiere”.

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