Sobre las 9.30 de la mañana de ayer la ciudad de San José de Mayo estaba tranquila, enfrente a la estación de AFE los técnicos ultimaban detalles del escenario sobre el que luego se desarrollarían espectáculos artísticos. A no más de un kilómetro de distancia, en el Paso de los Carros, hombres, mujeres y niños ya estaban montados sobre sus caballos.
Unas 350 personas participarán en la marcha, de principio a fin. En el trayecto se sumarán otros jinetes, se espera que 2.000 personas y 4.000 caballos lleguen a orillas del río Ayuí, en Salto, el 5 de noviembre. Para eso atravesarán San José, Flores, Soriano, Río Negro, Paysandú y Salto. La ruta del Éxodo fue georeferenciada por un equipo formado por integrantes de las comisiones del Bicentenario y del Patrimonio, la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de la República y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, a partir de documentos, gráficos y planos. La extensión es de 540 kilómetros y se desviarán levemente del trayecto para visitar escuelas rurales, donde harán intercambios con los escolares, entregarán libros y plantarán ibirapitás. “Cada 50 kilómetros armamos campamento en la noche y cada 25 kilómetros armamos uno al mediodía”, explicó a la diaria Marcos Reyes, integrante de la Comisión Nacional del Bicentenario en representación de San José. El montaje de las carpas y la alimentación corresponde al Ministerio de Defensa Nacional y los hospedajes serán, mayoritariamente, en estancias y escuelas.
Los jinetes que partieron ayer eran de varios departamentos. la diaria charló con Omar Coronel, de 40 años, organizador de la marcha e integrante de la Sociedad Nativista del Rincón, de Río Negro; junto con él habían venido otras 56 personas de Fray Bentos, Young, San Javier y Nuevo Berlín. “Es un verdadero orgullo poder estar en este preciso momento remontándonos unos 200 años en nuestra historia nacional”, afirmó Coronel, quien agregó: “La Redota, en mi humilde parecer, es el hecho que pone el sello de orientalidad a la época hacia el futuro, y eso es lo que hay que festejar, porque la Redota misma, el sufrimiento de la gente que dejó todo… no podríamos festejar la desgracia, pero sí hay que celebrar lo que nuestras familias y el general lograron”.
Con esa sociedad nativista, habían llegado de Fray Bentos Lincy y Leslie Colman, de 11 y 16 años, cada una en su respectivo caballo. Acompañaban a su padre, siguiendo una tradición familiar que involucra a hombres y mujeres. Contaron que ésta será la marcha más larga de las que han participado. También Lucía Flores, de San José, estaba junto a su padre, expectante pero segura frente a su primera marcha, que por motivos laborales del padre, podrán acompañar sólo hasta Ismael Cortinas, a donde llegarán hoy de noche. En ese punto de partida hubo un acto protocolar en el que autoridades de los ministerios de Educación y Cultura y de Transporte y Obras Públicas, junto con gobernantes locales, inauguraron un monolito que conmemora a la Redota, que tiene la leyenda “Libertad y Unión de los Pueblos”. Otros siete monolitos se colocarán en Montevideo, Canelones, Flores, Soriano, Río Negro, Paysandú y Salto.
Reyes precisó que el sitio se llama Paso de los Carros porque “era un lugar donde se podía atravesar el río a caballo y con las carretas. Artigas vino de Montevideo, hasta el Paso de los Carros, y acá lo estuvo esperando un campamento, es el lugar donde se juntó toda la paisanada, el pueblo oriental para seguirlo”. Ana Frega, historiadora, explicó que la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación declaró el sitio Monumento histórico nacional “con la necesidad de fortalecer los sitios de memoria de esta rica historia que convoca a todos y que, en definitiva, es algo que debemos recordar, mantener, transmitir, y también seguir”.
Formas de decir
La celebración en el escenario frente a la estación se desarrolló con la exacta puntualidad con la que estaba planeada, durando poco más de una hora.
Una de las imágenes más potentes fue la interpretación en lengua de señas del Himno Nacional. No tanto por lo patriótico, sino por el hecho de entenderlo desde otro punto de vista. La intérprete estaba sobre una tarima y en el suelo decenas de adolescentes replicaban sus señas manejando conceptos de orientalidad, libertad, muerte, tiranos temblad. Eran estudiantes del liceo 32 de Montevideo (en el que estudian sordos y oyentes con la mediación de intérpretes), alumnos del liceo y de la UTU de Libertad y de los grados 7º, 8º y 9º de la Escuela Rural de Kiyú. Mariela Albistur, docente de historia, contó que el fin de semana habían armado un campamento en Kiyú, donde hicieron la vigilia del Éxodo, con un fogón artiguista en el que cantaron “A don José” con lengua de señas. Las intérpretes continuaron retransmitiendo todo lo que aconteció.
Los oradores fueron el ministro de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, y el intendente maragato, José Luis Falero. En el palco también estaban el presidente de la República, José Mujica (que no hizo uso de la palabra pese a que estaba en el programa), la senadora Lucía Topolanski y el vicepresidente Danilo Astori, entre otras autoridades. Fragmentos de texto y un documental que historiaban la Redota fueron acompañados por temas interpretados por Pecho e’ Fierro, Malena Muyala y Sebastián Amaro, con el baile del Ballet Folklórico departamental. Minutos antes de las 12.00 desfiló la caravana salida de Paso de los Carros que fue aplaudida y saludada, más cuando entre trote y trote gritaba “¡Viva la patria!”.