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Lejos de la cocina

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Vecinos de Nueva Palmira aspiran a tener participación en desarrollo local.

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“Pasen y vean las consecuencias de este 'progreso'”, decía la convocatoria que invitaba a vecinos de Nueva Palmira, Colonia, medios de comunicación e instituciones sociales a marchar ayer desde la rotonda hasta la plaza Artigas. Muchos eran los motivos mencionados en el comunicado: soluciones “urgentes” al tráfico de camiones y condiciones de trabajo dignas para los transportistas; soluciones “serias” para quienes integran el Programa de Integración de Asentamientos Irregulares; y “control real” del impacto ambiental, entre otras cosas. Estas reivindicaciones surgieron a partir de la construcción del puerto Ontur, la instalación de Isusa, la necesidad de relocalizar a pobladores a partir de los cambios que se están viviendo y la “enajenación de calles públicas”, y “el descontrol de las actividades portuarias en donde se cargan y descargan sustancias tóxicas”.

Hebert Márquez, concejal de Nueva Palmira, detalló a la diaria que no había un solo motivo para marchar y expresarse. Definió a Nueva Palmira como la principal ciudad puerto, que está viviendo un crecimiento “desmedido” y, sin embargo, sus habitantes no participan en la toma de decisiones ni obtienen beneficios reales del movimiento comercial que allí se genera. Explicó que la coordinación de políticas públicas se hace entre el gobierno departamental y el nacional, no está contemplada la opinión de la ciudadanía, ni la comunidad organizada, ni el gobierno local. “Nueva Palmira está lejos de Colonia”, por lo que las decisiones llegan “terciarizadas” o a “contrapelo” de lo que los locales quieren, expresó.

Sostuvo, además, que de consultarse previamente a los vecinos, los gobiernos nacionales y departamentales ahorrarían dinero que en la actualidad está siendo mal invertido o derrochado.

Márquez comentó que la localidad cuenta con una red social fortalecida que es respaldada por las autoridades municipales. “Ésta es una movilización que marca la identidad de Nueva Palmira, una ciudad de 10.000 habitantes con 70 organizaciones sin fines de lucro, con una red social muy importante”.

Decidieron marchar un domingo para que todo el pueblo estuviera presente. “Pensamos en una movida por la positiva y en generar ámbitos constructivos. Si toda la sociedad está unida, tenemos más posibilidades de afrontar todos los desafíos”, concluyó.

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