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Viñedos de la familia Traversa, en Camino Pedro de Mendoza. (archivo, octubre de 2010)

Foto: Ricardo Antúnez

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Turismo rural en la capital vive momento de estabilidad que propende a la expansión de la actividad.

En Montevideo son más los tramos de campo y verde que de ciudad; sin embargo, sus habitantes están más atentos a lo que ofrecen los barrios céntricos que la periferia. Muchos turistas se sienten atraídos por la paz que esconde la zona rural de la capital y cada vez son más los que llegan en busca de las propuestas disponibles a unos 20 minutos del centro.

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A pocos kilómetros

Dos iniciativas turísticas transcurren en la actualidad en el Oeste de Montevideo. En primer lugar, el departamento integra junto con Canelones, Florida y Durazno, el Paseo Ruta 5 Sentidos. De la propuesta participan chacras, granjas, viñedos, queserías, apiarios, hoteles, estancias turísticas, posadas y restaurantes, que se encuentran próximos a la ruta 5. Los paquetes turísticos se adaptan a salidas familiares o visitas más reducidas.

Otra iniciativa, recientemente consolidada, es el Día Verde. Distintos establecimientos rurales forman parte de la propuesta que ofrece tres variantes. Una posibilidad es recorrer los humedales de Santa Lucía, desayunar en la zona y almorzar en una chacra turística. Otra opción es almorzar en una chacra y luego hacer un poco de actividad deportiva en el club de golf. Un tercer paquete comprende una recorrida histórica por Santiago Vázquez, único pueblo de la capital que conserva sus características pueblerinas -reconocido como tal por la Intendencia de Montevideo-, un almuerzo en el club de golf y, por último, una breve visita por el memorial de los desaparecidos.

Al ser consultada por los costos que tienen las opciones, Miriam Villasante, integrante del conglomerado, dijo que varían en función de la recorrida que decida hacer el turista, el número de visitantes que participen y el tipo de propuesta que quieran realizar.

La actividad turística en la capital del país se asocia con lo cultural, el entretenimiento, el turismo de eventos y congresos y con la llegada de cruceristas. Pero hay una vertiente que en los últimos años se ha desarrollado mucho y, a partir del trabajo realizado desde el Conglomerado de Turismo de Montevideo, el turismo rural comenzó a tomar forma. En este contexto, granjas, chacras, establecimientos hortifrutícolas y bodegas de la zona abren sus puertas a los visitantes. La región cuenta además con atractivos naturales, como los humedales salinos de Santa Lucía, las playas y el Parque Lecocq; culturales, como los barrios y pueblos históricos, por ejemplo, Peñarol y Santiago Vázquez; y deportivos, como el club de golf con vista al Río de la Plata. Claudio Quintana, director de Turismo de la comuna capitalina, comentó que se trata de un "producto en desarrollo". Tanto él como otros integrantes del conglomerado, conformado por actores públicos y privados, destacaron que si bien no se piensa en turismo de chacras y bodegas cuando se habla del departamento, "60% de la superficie en Montevideo es área rural". Además se está a pocos minutos del centro, alejado del estrés de la ciudad y en contacto directo con la naturaleza.

Los atributos que tiene para ofrecer la capital los está dando a conocer la Mesa Oeste del conglomerado en la Tercera Muestra de Turismo Rural Integra, que tiene lugar desde ayer en el Complejo de ANCAP de Gorlero, en Punta del Este, Maldonado. La feria, que tiene por cometido promocionar las principales propuestas de turismo rural del país, permanecerá abierta hasta el sábado, en el horario de 20.00 a 0.00, y la entrada es libre. Allí se ofrecen degustaciones, espectáculos gastronómicos y muestras artesanales de productos de distintos departamentos. Cabe señalar que ésta es la primera vez que el departamento de Montevideo participa.

Más opciones

Gianella Gallo, integrante del conglomerado y de la Mesa Oeste por la Granja Santa Catalina, expresó con firmeza en diálogo con la diaria que si un turista llega a Montevideo con intención de permanecer varios días, “la capital se agota”. Asimismo, sostuvo que hay visitantes que llegan con el propósito de hacer un turismo “de no estrés”, “de mucho verde”, y el departamento tiene recursos como para satisfacer esa demanda. “Pero eso lo visualizaron los europeos antes que los propios montevideanos”, opinó. Y si bien los locales demoraron un poco en darse cuenta de los recursos con los que contaban, ahora los están haciendo crecer en forma medida y conjunta.

Gallo detalló que hace ocho años que los productores de la zona trabaja en el sector. El paso del tiempo ayudó a que ambas partes se fueran mentalizando de lo que se necesitaba hacer para atraer a los turistas. Sostuvo que en la actualidad se llegó a un “punto de madurez” que está siendo aprovechado por la Mesa Oeste. “El conglomerado recoge toda la experiencia y la lleva adelante. Hoy todos los actores se van apropiando de algo y ven los beneficios”, resumió.

Por su parte, Miriam Villasante, quien forma parte del conglomerado por Montevideo Oeste Verde, también se refirió al hallazgo de los extranjeros y el escaso valor que suele dar la población en general a los recursos naturales. “Normalmente los uruguayos no valoramos lo que tenemos. Muchos no tienen idea, por ejemplo, de lo que significa un humedal y la importancia que tiene. Tener un humedal significa la preservación de flora y fauna autóctonas y la preservación de un área, cosa que valoran mucho más los turistas”.

En su opinión, la Mesa Oeste permitirá a varios “redescubrir el oeste de Montevideo”, la naturaleza, el patrimonio y el ambiente saludable, entre otras cosas. Aseguró que la tarea emprendida es un gran desafío porque “no es fácil sentar a la misma mesa” a organismos públicos y privados, más considerando que estos últimos son competidores. “Pero no se trata de una competencia sino de una unión estratégica”, puntualizó.

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