Ingresá

Terminal de trenes de AFE, ayer de tarde.

Foto: Javier Calvelo

Otra vez sin la vía

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

Usuarios de los trenes e integrantes del sindicato de AFE reclamaron por la reducción de servicios de pasajeros.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Sobre las 17.00 de ayer se vio alterada la rutina en la nueva terminal de trenes capitalina de la Administración de Ferrocarriles del Estado (AFE). Además de los pasajeros que llegaban o partían, se hicieron presentes otros usuarios de los servicios de trenes, integrantes del sindicato de AFE y del Grupo de Pasajeros en Defensa de la Estación Central. Cada uno, a su manera, se manifestó en contra de la supresión de los servicios Montevideo-Empalme Olmos y las líneas que van de 25 de Agosto a Florida y San José. Algunos lo hacían llorando, otros insultando a las autoridades de AFE y del gobierno nacional; estaban los que se quejaban y no faltaron los que improvisaron un soporte para expresarse. Así lo hizo una señora que en una bandeja redonda de espuma plast escribió un largo discurso que comenzaba diciendo con letra grande: “No y no a lo más grande para el obrero”, y seguidamente, con letras que se iban achicando, daba los argumentos de su reclamo.

Los cambios en los servicios resueltos por el directorio del organismo se producirán a partir del viernes, cuando empiece junio.

Larga distancia

Sobre las 18.00, cuando llegó a la terminal el tren proveniente de Empalme Olmos, los manifestantes interceptaron el vehículo con pancartas y banderas y lo acompañaron hasta el final del andén en una especie de caravana.

En el frente del tren habían colgado la bandera de Uruguay. Sidney, quien manejaba el ferrocarril, explicó con lágrimas en los ojos que la bandera era la misma que el 25 de agosto de 1993 inauguró la reapertura de los trenes a esa localidad, “y hoy es la que lo cierra”.

“Para nosotros esto es demoledor, pero el ferroviario no se entrega. Mientras haya un ferroviario en Uruguay vamos a luchar por los trenes de pasajeros, porque en ninguna parte del mundo los trenes dan ganancias, son servicios sociales, pero se ve que acá el capitalismo manda y nosotros quedamos a un costado”, reflexionó en conversación con la diaria.

Relató que los pasajeros frecuentes del tren son “el ama de casa, el obrero de la construcción y toda la gente que está mirando el peso para poder llevarlo a la casa”. Eso quedó claro en diálogo con Lilián Gómez, quien contó que trabaja en el sector de la limpieza, cobra entre 80 y 90 pesos la hora, y el traslado en tren de 25 de Agosto a Montevideo le cuesta 90 pesos en promedio. A partir del 1º de junio deberá pagar exactamente el doble para llegar en la única compañía de ómnibus que viaja hasta donde ella vive.

“Lamentablemente, han dejado caer mucho el ferrocarril, ha caído mucho desde que asumió el Frente Amplio; sin embargo, cuando hizo campaña dijo que iba a levantar el ferrocarril y que iba a mejorar los servicios, pero eso nunca ocurrió”, reclamó. Otros pasajeros también criticaron las gestiones de los administradores y la del presidente de la República: “Mujica que maneje un tractor, no un ferrocarril”.

Fueron contados los manifestantes que recurrieron a la violencia por la impotencia que genera la reducción del servicio. Un puñado de personas subió al primer piso de la terminal e increpó al gerente de Pasajeros de AFE, Daniel Batista. No hubo lugar para el diálogo y el encuentro fue más violento que productivo. Batista aclaró a este medio que la puerta que debían golpear no era la de su oficina sino la de los que están más arriba. Asimismo, cuestionó el alcance de la manifestación porque no todos eran usuarios del servicio.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura