El martes se presentó un informe elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que da cuenta de un crecimiento significativo de la clase media en Uruguay, que en 2000 abarcaba a 60% de la población, cifra que creció a 80% en 2012. Pero en el estudio se afirma que hay aproximadamente 20% de personas de clase media que mejoraron sus ingresos pero están en situación “vulnerable”, lo que significa que pueden volver a la pobreza en cualquier momento, algunos “por carecer de educación o vínculos firmes con el mercado formal de trabajo”, y otros “simplemente porque se endeudaron como unos pelotudos”.
Pero según algunos investigadores, este informe es “incompleto”, ya que excluye varios casos en los que intervienen otras variables. “Con la llegada del Frente Amplio no sólo las personas de clase baja aumentaron sus ingresos. También los dirigentes que consiguieron colocarse en algún cargo de confianza o como asesores de algún legislador mejoraron sensiblemente su nivel de vida”, aseguró un investigador de la Facultad de Ciencias Sociales. Estas personas estarían dentro de la categoría “clase media extremadamente vulnerable”, ya que pueden caer en la pobreza “debido al riesgo de perder sus cargos a causa de un capricho del presidente o alguna alteración de equilibrios internos que desatan la voracidad de los sectores por algún carguito”.
El académico explicó que hay casos “en los que el dirigente viene ocupando cargos desde hace más de diez años, por lo que ya perdió el hábito de trabajo. Si tiene que volver al mercado laboral se va a sentir como un gatito de seis semanas abandonado en la Plaza del Entrevero”. Según el informe, si la izquierda llegara a perder el poder “sería una catástrofe económica para muchos dirigentes, una especie de crisis de 2002, pero aplicada a la interna frentista”. Varios economistas coinciden en que esta situación afectaría a varios sectores de la economía, en especial al de la importación de whisky.