La ministra de Turismo, Liliam Kechichián, aseguró ayer en una entrevista a El Observador TV que los números de las primeras semanas de la temporada turística 2015 superaron a los de 2016. Ante este escenario, las principales cámaras empresariales del sector salieron a alertar sobre las dificultades que se esperan para la temporada 2017. “No podemos ser tan cínicos como para seguir quejándonos de lo mal que viene la temporada, cuando las cifras indican que los números, en vez de empeorar, están mejorando. Por eso decidimos empezar a quejarnos por lo mal que pinta la cosa para 2017”, aseguró un empresario del rubro hotelero de Punta del Este.
Kechichián explicó que, además del aumento del número de turistas, se pudo apreciar “una leve variación con respecto al perfil de éstos: “Todavía no tenemos los números finales, pero nuestras estimaciones indican que hay menos brasileños, más argentinos, y una enorme cantidad de gente de derecha. En este último caso, el aumento sería de entre 35% y 40%”. “Por un lado, tenemos a los argentinos que se vieron beneficiados con las medidas tomadas por el presidente Mauricio Macri. La cantidad de turistas brasileños disminuyó, pero los que vinieron son precisamente aquellos que, por más que haya una crisis gigantesca en su país, van a salir bien parados, porque están llenos de dinero y solamente pisan la calle para alguna marcha en contra de Dilma Rousseff”, agregó Kechichián. Esta tendencia vendría a confirmar que Punta del Este se está transformando en uno de los principales destinos del “turismo facho latinoamericano”, un sector que, según la ministra, “está creciendo cada vez más en el continente, y seguramente se dispare cuando termine de caer el gobierno de Venezuela”. “Es algo que hemos hablado con el presidente Tabaré Vázquez: cuanto peor le vaya a la izquierda latinoamericana, mejor le va a ir a Uruguay”.