La decisión del Plenario del Frente Amplio (FA) de posponer la discusión sobre el respaldo de la fuerza política al Tratado de Libre Comercio (TLC) con Chile, que firmó el Poder Ejecutivo y espera su ratificación en el Parlamento, generó críticas dentro del oficialismo. “Es una situación profundamente antidemocrática. Los militantes de base se están arrogando el derecho de decidir sobre un tema que debería ser decidido exclusivamente por los asesores ocultos en las sombras que tienen los principales líderes sectoriales y los masones”, aseguró un integrante del Frente Liber Seregni (FLS), que hacía referencia al hecho de que el TLC cuenta con el apoyo de los sectores que tuvieron más votos en las elecciones nacionales, pero es rechazado por las bases, que tienen una fuerte presencia en el Plenario.
El sector más crítico de esta decisión fue el FLS. Tres de sus principales referentes, Danilo Astori, Rodolfo Nin Novoa y Rafael Michelini, coincidieron en que los comités de base tienen demasiado peso en la interna frenteamplista. Pero los cuestionamientos más duros surgieron de la agrupación Banderas de Liber, también perteneciente al FLS, que en un documento aseguró que las bases del FA son “una ficción hipócrita”. Un legislador del FA opinó que “cuando un sector casi desconocido, cuya existencia sólo comenzó a ser registrada por un reducido número de personas gracias a que se integró al FLS, y que no tiene representación parlamentaria dice esto de los comités de base, hay que prestarle atención, porque seguramente sabe de lo que está hablando”.