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Parodistas temen que aparezca el inventor de los chistes con la palabra “viruta” y los demande por plagio

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El autor de una parodia de la Biblia en la que le preguntan a José si en su casa hay mucha viruta y este responde: “No, pero tengo flor de...” se refugió en Belice.

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La Justicia falló a favor del escritor Diego Fischer en un juicio por plagio contra Ariel Pinocho Sosa y Marcelo Vilariño, propietario y libretista, respectivamente, del conjunto de parodistas Zíngaros. Fischer denunció que su obra Al encuentro de las tres Marías fue plagiada para hacer una parodia de Juana de Ibarbourou. Un directivo de Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay (DAECPU) consideró que la situación es “muy grave”. “Si ya no se puede afanar libros para estructurar las parodias, nos vamos a quedar simplemente con los chistes bajados de internet. Los espectáculos van a ser realmente malos”, sostuvo.

El fallo causó mucha preocupación en el ambiente del parodismo, ya que lo consideran un “peligroso precedente”. El propietario de un conjunto que salió en el último Carnaval explicó: “Si llega a aparecer el inventor de los chistes con la palabra ‘viruta’ y nos demanda, nos gana un juicio a todos, porque esos chistes los usamos desde hace años, pero obviamente ninguno de nosotros los inventó”.

Ayer se supo que un libretista que hace algunos años había incluido en una parodia de la Biblia un chiste en el que alguien le preguntaba a José si en su casa había mucha viruta y este le contestaba: ‘No, pero tengo flor de...’ se refugió en Belice para evitar ser llevado a juicio. “Yo no le copié ese chiste al autor, estoy seguro. Se lo copié a alguien que ya se lo había copiado a alguien más. Pero andá a explicarle eso a un juez”, declaró.

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