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El gobierno le sugiere a la Universidad de la República y el Instituto Clemente Estable que se apoyen en las pseudociencias para ahorrar

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“El método científico sirve para el Primer Mundo, pero acá no hay más remedio que recurrir a cosas como el dióxido de cloro y la homeopatía”, afirman las autoridades.

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Tanto la Universidad de la República como el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable denunciaron que los recortes previstos en la Ley de Presupuesto presentada por el Poder Ejecutivo y que está a estudio del Parlamento comprometen seriamente el futuro de la investigación científica en Uruguay. Desde el gobierno aseguran que estos recortes “son necesarios” y exhortaron a los científicos a “ser creativos” a la hora de administrar los dineros. “No es fácil para nadie, pero hay que hacer un esfuerzo. A lo mejor la ciencia no tiene que seguir siempre criterios tan rígidos. A veces se obtienen resultados iguales o muy similares apoyándose en las pseudociencias”, opinó un jerarca del Ministerio de Educación y Cultura. “Ojo, el método científico nos parece maravilloso. Pero sirve para el Primer Mundo, acá no hay más remedio que recurrir a cosas como el dióxido de cloro y la homeopatía”, agregó.

El jerarca explicó que la utilización de las pseudociencias permite ahorros “importantísimos”, que pueden volcarse a otras áreas del Estado. “Un microscopio electrónico para analizar una bacteria determinada sale centenares de miles de dólares. Los registros akáshicos, en cambio, requieren un gasto ínfimo, y encima de todo son mucho más eficientes porque permiten acceder a la totalidad de los saberes universales contenidos en las reflexiones áuricas. Todo eso por el precio de un té verde con miel orgánica para el terapeuta”.

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