La relación entre el movimiento social Un Solo Uruguay (USU) y el Frente Amplio (FA) ha estado marcada por las tensiones durante el último gobierno de Tabaré Vázquez. El sábado en San José, cinco años después del nacimiento de la organización, se desarrolló una reunión con delegados de la fuerza política y la Mesa Nacional de USU para restablecer el diálogo, en el marco de la iniciativa “El FA te escucha”.
“Nos parece buena cosa el compromiso por parte de la representación del FA en avanzar en la discusión de algunos de esos reclamos, se nota un interés por interiorizarse en dónde nace el malestar”, dijo Guillermo Franchi, vocero de USU, a la diaria.
Señaló que es un “cambio positivo” respecto de la relación entre ambas partes durante el último gobierno de Tabaré Vázquez, quien “se cerró en su postura de que había una sola razón”, que no era la de “la gente común y corriente que estaba por fuera del aparato político partidario”, según opinó. “La sensación es que ahora hay un interés en ver cuál es la realidad productiva, comercial y de servicios en Uruguay, sobre todo en el interior”, agregó.
Entre los asuntos planteados por USU, y que el FA se comprometió a analizar, está el “peso del costo del Estado” y el “centralismo”, que desde la visión de la organización no sólo “sigue funcionando”, sino que es cada vez mayor en Uruguay. Sobre este punto, Franchi dijo que en el país los ciudadanos están categorizados según el lugar en el que viven: “Si vivís en Montevideo, sos categoría A. Si vivís en interior, sos B o C”.
“El acceso a los servicios del Estado es carísimo para producir y para vivir, [hay] una carestía bárbara a través de la carga tributaria y, para la gente que vive en el interior, no hay un acceso igualitario a la educación -claramente, hay una diferencia abismal-, a la salud -hay una diferencia más que abismal-, a la infraestructura, conectividad, caminería, incluso hasta los servicios más básicos. La línea de reclamos sigue siendo la misma, quizás un poquito más ahora”, planteó.
El presidente del FA, Fernando Pereira, adelantó en rueda de prensa que esta es la primera de cuatro reuniones previstas entre la fuerza política y USU, que mantendrán en diferentes departamentos del interior en el correr del año. “Es la demostración más fuerte de que el FA va a hablar con toda la sociedad, con los que tengan posiciones más cercanas al FA, pero también con los que aparentemente tienen posiciones más lejanas”.
Sobre el vínculo con USU, en particular, admitió: “Pueden habernos quedado cosas en el tintero”. Expresó también que el FA no está “esquivando el dolor”. “La historia no se puede modificar, pero sí el futuro del vínculo, depende de las dos partes”, dijo con tono conciliador, aunque aclaró que el FA no está “eligiendo” con quién reunirse, sino que pretende hacerlo con “todo Uruguay”.
“No prejuzgo a USU y parto de la base de que tiene productores agropecuarios pequeños y medianos, que muchas veces sufren las condiciones de la falta de competitividad o de no tener ingresos suficientes”, manifestó. También cuestionó: “¿Por qué no escuchar a una organización que es referencia de una parte de la sociedad?”.
Franchi destacó que en el FA “hay un reconocimiento” en que “le erraron al no escuchar al sector productivo, que es el que más genera y más derrama”. Aclaró, no obstante, que USU no es representante del sector agropecuario, que tiene gremiales “históricas en Uruguay, que obviamente son corporativas”. En ese sentido, indicó que en el movimiento rural tienen una visión amplia sobre el funcionamiento del Estado y de las carencias para el desarrollo de las empresas.
“Hay lógicas que no las entendemos y que pueden redituar en el discurso político, pero en el fondo todos sabemos que no es así, porque no se puede globalizar a todos los productores rurales como si todos fueran los oligarcas de la 4x4 y todas aquellas cosas que tanto nos pegaron en 2018 y 2019”, recordó. Según planteó el vocero, USU está integrado en su mayoría por pequeñas y medianas empresas.
Por último, Franchi evaluó que la discusión entre el oficialismo y la oposición tiene como objetivo “mantener rédito y a un clientelismo político, pero poco favor le hace a la gente”. “El oficialismo cataloga a la oposición de responsable y la oposición al oficialismo de no cumplir con las promesas y de que el modelo fracasa, eso es rédito político”, consideró.
“Creo que hay una inmediatez de apagar el fuego recién encendido, pero no en pensar el futuro de Uruguay, que queda en tercer o cuarto plano. Es un error que van a terminar pagando todos los partidos políticos, los tradicionales y el FA. En algún momento, alguien se les va a quedar con el caudal de votos por no prestar atención”.
Consultado por la iniciativa de formar un partido político, Franchi señaló a la diaria que es una idea que USU “sigue discutiendo”, y que sus integrantes están analizando “los pro y los contra” y las opiniones de la gente.