Con 32 años de edad, Nicolás Viera (Movimiento de Participación Popular, Frente Amplio) es el diputado más joven del departamento de Colonia. Hijo del exlegislador Homero Viera -también frenteamplista-, desde temprana edad ha seguido la vida política del país.
Ubicado en filas de la oposición de los gobiernos nacional y departamental, Viera dijo a la diaria que el FA debe “tender puentes de diálogo” hacia los restantes partidos políticos y “no destruirlos”. Por ello, junto a otros dirigentes departamentales de la coalición de izquierdas que forman parte de su generación apunta a establecer un camino de diálogo con el intendente, Carlos Moreira, y con el Partido Nacional (PN), tras atravesar “una relación sumamente desgastada en este último tiempo”.
Viera, que mantiene una “relación correcta” con Moreira, formó parte de la delegación del FA que hace tres semanas concurrió al palacio municipal para abordar temas de una agenda que prioriza los efectos sociales de la pandemia.
El pedido de reunión que le realizó a Moreira la bancada de ediles y el diputado por el FA de Colonia no fue visto con buenos ojos por algunos integrantes de la coalición de izquierdas. Entre quienes se opusieron a esa reunión estaban quienes denunciaron al intendente en la esfera judicial tras la divulgación de los audios que Moreira mantuvo con la exedila María José García.
En tanto, casi como si hubiese un quiebre generacional, el diputado Viera y los ediles más jóvenes del FA apuestan a una nueva estrategia en el relacionamiento con los restantes actores políticos.
“Desde el punto de vista personal entiendo que la ciudadanía laudó la situación de Moreira, más allá de que me guste o no el resultado de esa elección. Toda esa situación, de hecho, se sometió a una consideración pública y la gente volvió a votar a Moreira. Entonces, negar eso sería negar la voluntad popular, y a mí lo que me corresponde como legislador y como actor político es desarrollar una buena vinculación con los restantes actores políticos aunque no sean de mi partido”, señaló.
El legislador recordó que algunas de las diferencias que separan a los dirigentes del FA con el PN en Colonia se remontan a los años 90, cuando él era “un niño que estaba jugando en la placita”.
Asimismo, señaló que un fenómeno similar se repite en el relacionamiento interno del FA coloniense. “Yo no puedo aferrarme a esos problemas, y es algo que ocurre en la interna del FA, donde aún siguen presentes resabios de la feroz interna departamental que hubo en el año 2000. Yo no puedo hacerme cargo de mochilas gigantescas, de situaciones que supusieron grandes crisis en el FA de Colonia y que yo no las viví como un actor político, ya que era un niño”.
Viera cree que “la barra joven del FA está pensando en caminos que son igual de aceptados que aquellos que proponen los más veteranos, pero el problema es cuando entramos en la falsa dicotomía de que si no pensás como yo sos un traidor”. Y agregó que “buenos y malos hay en todos los órdenes de la vida, y resulta un fundamentalismo sin sentido pensar que los buenos son aquellos que piensan como yo”.
El legislador resaltó la necesidad de desarrollar una “postura aperturista” también pensada en términos de estrategia de crecimiento electoral. “El FA logró ganar en 2004 porque hubo muchísimos blancos y colorados que decidieron cambiar su voto y votar al Frente”. Y planteó: “¿En este momento, cuál es la posibilidad de que el FA vuelva a ganar si los votantes de otros partidos no pasan a votarlo en las próximas elecciones?”.
“Una postura aperturista no pasa por resignar las banderas propias, sino por tener una mayor apertura a otras ideas. Y esta idea está en la génesis del FA. Si uno observa la evolución del discurso de Liber Seregni, puede ver que comienza muy radical y termina dándose cuenta, porque la realidad así lo signó, de que debía conducir a la fuerza política hacia un lugar que involucrara y acercara a mucha más gente. Creo que hoy estamos viviendo un momento histórico de similares características, en que debemos encaminar una especie de refundación”, concluyó.