Bajo el nombre “Remate del siglo”, este viernes y sábado, a partir de las 10.00, en el hotel Sheraton de Colonia del Sacramento se llevará a cabo la subasta de centenares de objetos incautados en el marco de la operación Fraude Universitario encabezada por la fiscal letrado de Rosario, Sandra Fleitas, y la Jefatura de Policía de Colonia.
En el marco de esa investigación fue condenado un pastor evangélico, oriundo de Juan Lacaze, por diversos delitos y en ese marco se allanó una fastuosa vivienda ubicada en el balneario Artilleros, también en Colonia. En esa residencia la Justicia incautó una enorme diversidad de objetos, que van desde pabellones patrios, monedas de la época romana, medallas del Mundial de 1950, puntas de flechas, cerámicas rescatadas de naufragios ocurridos en Colonia del Sacramento en el siglo XVII, muebles de estilo y hasta vehículos de alta gama.
Detalles del remate
El rematador designado por la Junta Nacional de Drogas para llevar a cabo esta subasta es Martín Carbajal, integrante del reconocido escritorio coloniense Waldemar G. Carbajal. Los bienes serán subastados sin base, en dólares estadounidenses, y el mejor postor deberá abonar en el acto la totalidad del precio ofertado más “13% de la comisión del rematador más IVA, suma que asciende a 15,86% de lo ofertado”, según detalla el voluminoso catálogo de la subasta.
Dicho catálogo, de más de 300 páginas, cuenta con una introducción del periodista y escritor Diego Fischer, que realiza una descripción de los objetos que serán subastados. Allí también se expresa el rematador, Martín Carbajal, quien asegura que ese remate “dejará una huella en la sociedad uruguaya por la trascendencia de los hechos que llevaron a su concreción”.
Carbajal también dedica un apartado a los agradecimientos, especialmente al jefe de Policía de Colonia, Johnny Diego, al jefe de la Oficina de Información Táctica y jefe de la Brigada departamental antidrogas, comisario Sugar Vasella, “quienes confiaron en mí y me propusieron como rematador público para llevar a cabo este trabajo”, así como a la fiscal Fleitas, “que me brindó su apoyo y su confianza y que me ilustró sobre los puntos más importantes a tener en cuenta para realizar el trabajo, dando, además, las mayores garantías jurídicas”. Carbajal también reconoció a la Junta Nacional de Drogas, “que nos entregó los bienes en custodia y confió en nosotros para dirigir las ventas”.
Por su parte, también en ese catálogo, la fiscal Fleitas recuerda que la operación Fraude Universitario “puso al descubierto una trama delictiva a través de la cual, durante años, se emitieron títulos universitarios falsos desde Uruguay para todo el mundo”, que derivó en la condena de nueve personas “por la comisión de distintos delitos, entre ellos, Asociación para delinquir, Estafa y el delito de Lavado y Autolavado de activos”.
La fiscal letrada de Rosario señala que esa operación permitió “incautar una cantidad importante de bienes inmuebles, muebles y dinero, todo lo cual fue confiscado, con el fin de ser rematado”.
“Lo logrado por la venta de la totalidad de los bienes que fueron obtenidos ilícitamente -ya que provienen de la comisión de los delitos mencionados– será vertido en las arcas del Estado, que lo destinará a las instituciones que más lo necesiten”, añadió.
Las categorías
El escritorio Waldemar G. Carbajal dividió la enorme cantidad de objetos a ser subastados en una serie de categorías.
La categoría A está compuesta por platería y vajillas de diversas procedencias (griega, japonesa, francesa, entre otras).
La categoría Adornos antiguos contiene decenas de lámapras de bronce, antiguas, un farol de señal ferroviaria, estatuas de bronce, figuras de animales y humanas en madera de distintas procedencias, un ajedrez de piezas indígenas, un águila de bronce de más de 30 kilos de la legión romana Macrianus Nikopolis (217 al 218 D.C.), una pieza helenística del siglo 2 A.C. traída por Carlos Páez Vilaro del Museo Metropolitano de Nueva York, un guerrero de hierro, figuras indígenas, un cuadro maya circular con relieve y otro cuadrado, así como relojes antiguos y jarrones.
Otra categoría reúne mobiliario con estilo, donde se destacan un juego de sillones y un escritorio que perteneció a la familia Real de Azúa, mesas, modulares, biombos y una antigua silla española para partos.
La categoría Cuadros y reproducciones reúne réplicas de obras de reconocidos artistas pintadas sobre azulejos enmarcadas en madera. Allí también se encuentra una obra del pintor húngaro uruguayo Andrés Feldman.
En la categoría Artillería y armas aparecen lotes con puntas de proyectil utilizados por pueblos nativos, flechas antiguas, dagas, cañones hechos en miniatura, cañones de bronce, una cureña naval española de 1750, lombardas, balas de cañón, revólveres y otras armas de fuego, entre otros objetos. Otras categorías reúnen máquinas fotográficas, antiguas y digitales, decenas de instrumentos musicales (guitarras, violines, bajos, órganos, baterías), televisores, juguetes antiguos.
En la categoría Naufragios se encuentran una bitácora antigua con timón de madera, escafandras, faroles marítimos, brújulas, boyas, vasijas rescatadas de naufragios ingleses y franceses del siglo XVII y XVIII en las costas de Colonia del Sacramento, así como cañones y restos de naufragios rescatados de las costas de Colonia del Sacramento (aproximadamente mil piezas).
En la categoría H, Escultura y objetos varios extranjeros, se encuentran piezas artísticas de origen maya, estatuas asiáticas y un calienta sábanas a brasa antiguo.
En tanto, en la categoría Objetos históricos nacionales aparecen un pabellón patrio uruguayo entregado durante el acto de la Jura de la Constitución el 18 de julio de 1830, con el sol bordado en hilos de oro, y una bandera bandera de José Gervasio Artigas de principios del siglo XX.
La categoría vehículos contiene una diversidad también llamativa: patinetas de roble, autos a pedal, una moto Peugeot “de la preguerra”, una carreta originaria del Amazonas, un auto de carreras fórmula 4 (formula Renault), fabricado por Tulio Crespi, y una camioneta Land Rover modelo Evoque extra full, automática, color blanca, de 2014.
Objetos que seguramente serán muy preciados para muchos uruguayos se encuentran en la categoría Deportes. Allí aparecen medallas de los diferentes campeonatos sudamericanos, de los Juegos Olímpicos de 1924, del Mundial de Brasil de 1950 y de la Copa de Oro de 1980, entre otras.
La categoría Numismática y billetes antiguos reúne piezas de los imperios otomano, bizantino, romano, de la antigua Grecia hasta los actuales euros.
Varios de los objetos que saldrán a remate pueden ser considerados dentro de la categoría patrimonio nacional, según dijo el diputado frenteamplista Nicolás Viera a la diaria. Por tal motivo, este legislador y su colega nacionalista Mario Colman solicitaron la presencia del presidente de la Comisión de Patrimonio Nacional, William Rey, en esa instancia. “La ley prevé que el Estado puede equiparar la oferta realizada por un particular y quedarse con los bienes patrimoniales que sean rematados”, explicó.