En la tarde del sábado 23, la avenida General Flores de Colonia del Sacramento fue copada por miles de personas que participaron en la séptima edición de la Marcha de la Diversidad que organiza Colonia Diversa. La procesión fue encabezada por un camión que funcionó como un escenario móvil para el desarrollo de performances, bailes y la actuación de djs en vivo, que eran seguidos por una multitud que marchaba a ese compás.
Tras una hora de lento recorrido por un trayecto que comprendía unas diez cuadras, la marcha culminó frente al escenario ubicado en la rambla Cristóbal Colón. Allí, los integrantes de ese colectivo coloniense dieron lectura a una proclama y, tras ello, se presentaron numerosos espectáculos artísticos. De un lado y otro de la ancha calzada, decenas de puestos gastronómicos y artesanías, entre otros rubros, también sumaron al componente festivo.
Derecho a la educación y aplicación de ley de salud mental
Este año la proclama de Colonia Diversa –leía por cinco personas– hizo foco en el respeto a la diversidad, el derecho a la educación y el reclamo por la aplicación de la Ley de Salud Mental aprobada en 2018. En primer término, la proclama recordó el inicio de la primera marcha organizada por Colonia Diversa en 2017, donde la convocatoria no había resultado tan multitudinaria como en las últimas ediciones.
“Hoy los desafíos son otros; son grandes, son enormes, porque jamás bajamos los brazos, hemos crecido día a día, nos hemos ganado la confianza de la comunidad, hemos trabajado sin descanso y seguimos trabajando para que ninguna y ningún botija, como ya lo dijimos, entre en el closet”, dijo, emocionada, la primera persona que habló en representación de Colonia Diversa. “Para que nuestros cuerpos, nuestro primer territorio, no sea un medio de ningún régimen, sino un fin en sí mismo”, “para que nunca más haya regímenes que pretendan la uniformidad del mundo, ni de izquierda ni de derecha”, porque “el único camino es el derecho a ser en libertad; porque la diversidad es vida y la uniformidad nos mata”, resaltó. Y explicó que “la uniformidad es lo contrario a la diversidad”, y “todo lo que se aparta de ello es catalogado como anormal, distinto, heterogéneo, diferente, loco, disidente, discapacitado, villero, bruja, puta, disfuncional, sodomita, torta, puto, trava”.
Otra de las personas encargadas de leer el manifiesto dijo que si bien en la uniformidad “se encuentran los límites” también allí están “nuestras potencialidades para corrernos del deber ser instituido por una sociedad patriarcal, heteronormativa y binaria”.
La proclama 2023 de Colonia Diversa también apuntó a reclamar la implementación de la ley de Salud Mental Integral con “un presupuesto digno para poder potenciar y brindar nuevas oportunidades reales a la población de atención”. En esa línea, recordaron que esa organización coloniense dispone de un servicio de atención psicológica gratuito “para familias y consultantes” de la población Lgbt+. Asimismo, solicitaron el abordaje de “manifestaciones de odio, discriminación y violencia” que ocurren en las instituciones educativas “contra nuestras hermanas y hermanos Lgbt+”. “Esta violencia toma diversas formas: insultos, burlas, agresiones físicas, discriminación, acoso, exclusión y vulneración sistemática de los derechos humanos fundamentales” y “estos actos de violencia no sólo hieren a las personas directamente afectadas, sino que también atentan contra la inclusión y el respeto que deberían ser la norma en nuestras instituciones educativas”, sostuvieron. Para Colonia Diversa, la educación “es el pilar fundamental para una sociedad justa y equitativa”, por lo cual “es deber del Estado el garantizar que cada estudiante, independientemente de su orientación sexual, identidad o expresión de género, tenga un entorno educativo seguro y enriquecedor, que garantice tránsitos educativos libres y seguros”.
Además, tal como ocurrió en años anteriores, Colonia Diversa también puso foco en la denuncia de la violencia de género “que persiste en nuestra sociedad”: “Exigimos justicia, exigimos igualdad, exigimos respeto, no podemos ignorar los feminicidios que se siguen cobrando la vida de nuestras hermanas. Cada feminicidio es una herida en nuestra comunidad, es una vida silenciada, una vida truncada que nos recuerda que la violencia basada en género es emergencia nacional”.