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Una isla que resurge: los puzles de “The Witness”

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“Deja a un humano con un nudo y lo desatará”: esa es la esencia de The Witness, un excelente juego de puzles y misterio que está disponible para descargar completamente gratis en la plataforma de videojuegos Epic Games hasta el jueves 18.

¿Por qué vale la pena jugarlo? En principio, The Witness no tiene nada que no hayamos visto y, al mismo tiempo, es nuevo y original.

A grandes rasgos es un juego de puzles y exploración, con un mundo abierto en primera persona en el que no hay un objetivo, sino un reto al que debemos enfrentarnos, más difícil que cualquier rompecabezas: descubrir por qué lo estamos jugando. La primera razón es que es hermoso, cuenta con un apartado artístico impecable y genera una sensación tan natural como atrapante.

Los puzles no se quedan atrás, y acá viene una parte original del juego: se trata de un sistema simple de encontrar y resolver, ya que nos sitúa en una isla sin saber nada, donde tendremos que ir descubriendo y aprendiendo sobre los rompecabezas. Resolverlos todos puede llevar hasta 20 horas.

La isla está dividida en diez zonas claramente distinguidas, en las que hay laberintos que siguen un patrón en general: unir puntos. El juego, además de una línea principal, posee la característica de que tiene secretos y zonas ocultas que sólo se descubren al explorar y prestarles atención a los detalles, tales como grabadoras con mensajes, lugares extraños para descubrir, finales alternativos o incógnitas fascinantes.

Los misterios y los acertijos se combinan normalmente con historia extrañas, y en eso The Witness tiene un as bajo la manga. Aunque tratemos de encontrarle un objetivo, nunca lo vamos a hallar, y esa es su gloria: la de pasar diferentes pruebas y aprender de ellas.

Esto hace que la realización sea continua y el sentimiento de ganar nazca al resolver cosas cada vez más complicadas, haciendo que queramos cada vez más y más. Normalmente insultaremos a la nada y tomaremos el camino de renunciar. Por eso, no es para cualquiera: ofrece una experiencia que muchos disfrutarán, pero que pocos completarán.

Los caminos cuentan su propia historia y se comunican a su modo, haciéndote preguntas profundas, buscando significados en lugares raros o simplemente jugando con tu cabeza y con el sentido de las cosas. La matemática y la naturaleza nunca estuvieron tan conectadas: tal vez tengas que mirar a otro lado para pasar de zona. Esto queda claro con cada paso y cada camino que se abre y lográs completar, haciendo que te interese saber más sobre el juego y su filosofía, que centra toda tu atención en los protagonistas: los propios puzles.

Ni música, ni sonidos, sólo uno y la isla para ver quién le gana a quién. Habrá días en que querremos desinstalar el juego, y otros en que querremos abrazarlo, pero siempre, por alguna razón, volveremos a jugarlo.

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