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Swamp Thing vs Superman.

Con Pedro Luque, el uruguayo del pantano: de la banda Santacruz y “Ataque de pánico” a la serie “Swamp Thing”

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“Santacruz para mí fue increíble, a pesar de que cada vez que lo escucho digo ‘¿por qué no hice esto? Qué distinto lo haría ahora’”.

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El que tenía una cancha de pádel y luego un cibercafé hoy en día tiene un netflix. Un servicio de televisión por streaming que incluye un importante archivo de series y películas, además del necesario abanico de producciones originales para satisfacer a los clientes, que todos los días deben decidir si permanecer ahí o salir rumbo al último netflix que acabe de ser inaugurado.

Una de las apuestas más singulares fue la de DC Universe, el netflix de DC Comics. Sus creadores buscaron la satisfacción de aquellos internautas amantes de los superhéroes de la editorial (que incluyen a Superman, Batman, Wonder Woman y tantos otros) y para ello ofrecen una cartera de títulos reducida pero muy interesante.

Por ocho dólares al mes –aunque el servicio está limitado a Estados Unidos– ofrecen las películas más populares de los mencionados personajes, animaciones, series de televisión e incluso una sección con cómics digitales. El contenido inédito, por ahora, se limita a la serie Titans y a un micro noticioso diario. Sin embargo, para 2019 están previstas al menos cinco series nuevas: Doom Patrol, Stargirl, Swamp Thing, Young Justice: Outsiders y Harley Quinn.

Al menos uno de ellos tuvo participación uruguaya desde el episodio piloto. Pedro Luque (No respires –2016–, La chica en la telaraña –2018–) fue convocado como director de fotografía para Swamp Thing, un drama de horror en torno al científico Alec Holland, quien fallece en circunstancias violentas y regresa en forma de monstruo que acecha los pantanos de Luisiana.

En conversación con la diaria, Luque comenzó contando (una vez más) qué es lo que hace un director de fotografía. “Es el encargado de encontrar cómo la película, o lo que sea que estés haciendo, se tiene que ver. Es un trabajo de investigación, al principio, y de llevar esas palabras que están en un guion a imágenes”, contó, con paciencia, a la diaria.

“Cuando voy leyendo un guion, voy imaginándome qué sería adecuado para cada escena: si es oscura, si es clara, si es azul, roja o amarilla. Y de ahí, a dirigir un equipo de cámaras, luces, posproducción, retoque de color en el set y todo el resto de los equipos que ponen colores dentro del set; el diseñador de producción, el director de arte, la vestuarista... Conducirlos para que esa imagen tenga una coherencia, una fuerza y una expresividad. Que diga algo. Que ayude al guion de alguna manera a transformarse en una imagen y potenciar su significado”.

Luque fue uno de los uruguayos que dieron el salto a Hollywood gracias al corto Ataque de pánico (2009), una de sus tantas colaboraciones con Federico Álvarez. “Fue una cosa bastante bizarra. Hay un par de ejemplos similares, como el de Neil Blomkamp. El tipo hizo un corto, lo vio Peter Jackson y lo contrató para hacer District 9 [2009]. Nosotros lo hicimos desde un punto de vista muy naíf, de querer hacer algo para nosotros de ciencia ficción, que fuera divertido, y agarrar una imaginería común a todos los uruguayos, como es Montevideo, y destruirla. Es una subversión de tu rutina, y pasó todo lo que pasó. Explotó, fue uno de los primeros virales de Youtube que no era un blooper, una caída o un chiste. A los tres días, llamaron a Fede para que fuera para allá y se reuniera con distintos estudios, y terminó arreglando con Sam Raimi. Yo tenía La casa muda [2010] en ese momento, había ido a Cannes, aproveché la volada y fui con Fede un poquito más tarde y empecé a prepararme el camino para ir para allá”. La decisión de radicarse en Los Ángeles fue sencilla. “Creo que fue más difícil vivir lo que vino después que tomar la decisión en sí”, dijo.

Sólo tiene buenas palabras para Álvarez. “Trabajar con Fede es un placer. Es un gran director y, además, una tremenda persona. Es divino porque nos entendemos muy bien y tenemos un punto de vista parecido en cuanto a cómo se deberían ver las cosas. Cómo poner la cámara, cómo moverla, dónde se paran los actores... Disfruto mucho de ayudarlo y hacer que lo que él ve se transforme en imagen. Es muy colaborativo y muy intuitivo también; planificamos algunas cosas, pero muchas las inventamos en el momento”.

A propósito de su presente, contó una simpática anécdota. “Ahora estoy en Wilmington [Carolina del Norte] terminando lo de Swamp Thing, y estoy filmando en el mismo estudio donde se filmó King Kong Lives [1986], una película con Linda Hamilton que produjo Dino de Laurentiis. Fue la primera película que me acuerdo de haber visto en la pantalla grande”.

“Para entrar a lo de Swamp Thing me llamó directamente [el director] Len Wiseman. Él vio mi trabajo en No respires y quería algo parecido. Algo como medio de terror, pero con un nivel estético importante. No hablamos mucho antes de empezar; nos conocimos en la oficina haciendo la preproducción. Una vez que estuvimos ahí conectamos muy bien, y la verdad es que estoy orgulloso de lo que logramos para el piloto. Creo que va a estar muy bueno”.

Alec Holland no es alguien desconocido para Luque. “Siempre lo adoré. Fue un personaje del que agarré pocos números de su historieta de DC, pero siempre me pareció fascinante por su grado de introspección y esa gran problemática que tiene”, contó.

“No vi la película de Wes Craven, pero sí soy un gran fan de las historietas, sobre todo de DC, y ahora que estoy terminando el piloto me estoy dando cuenta de lo satisfactorio que fue para mí poder revisitar un personaje que fue parte de mi niñez y del que conozco algunas cosas. Ser parte de cómo se debería ver su reinterpretación estuvo increíble”.

Asegura que los fanáticos deberían estar tranquilos acerca de la calidad de la serie. “Estuve el otro día en una tienda de cómics de acá [Los Ángeles] que se llama Memory Lane Comics. Estuve hablando con ellos y estaban entusiasmados, sobre todo por tener a Swamp Thing en su pueblo. Wilmington es una ciudad muy chica, de 150.000 personas. Lo que pueden esperar es una serie oscura, para adultos, en la que se putea, se fuma, hay sangre... Es bastante de horror, con mucho suspenso y, por lo que se puede ver, muy ambiciosa, de una factura técnica que apunta a ser importante”.

“Está [el director y productor] James Wan de fondo, que se va a encargar del marketing y de cómo esto se tiene que ver. Len es un genio en lo que hace, la verdad es que tiene muy buen ojo y muy buen pulso. Hay que esperar oscuridad, hay que esperar un Swamp Thing muy querible, pero bastante fuerte. Es uno de los personajes más poderosos del Universo DC. Vamos a ver la génesis, su relación con Abby Arcane y su relación con el pueblo. Yo creo que va a estar buenísimo”.

Por último, hablamos un poco de música, recordando a la banda Santacruz, de la que formó parte. “Santacruz para mí fue increíble, a pesar de que cada vez que lo escucho digo ‘¿por qué no hice esto? Qué distinto lo haría ahora’. Fue sobre todo un disfrute nuestro, en el que estábamos completamente desconectados de cualquier cosa y hacíamos lo que queríamos. La música me dio muchas cosas: me sacó la vergüenza de hablarle a la gente, de presentar mi arte, arriesgarme y superar obstáculos”.

Si bien extraña la escena local, en Los Ángeles tiene varios amigos con quienes despuntar el vicio. “Fede es un pianista excelso, toca la guitarra increíblemente bien. Rodo [Rodrigo Sayagués] es un guitarrista excelente, fuera de este planeta, y toca la batería muy bien. Está Francisco Fattoruso también viviendo allá, que se suma mucho a las zapadas y ta, está fuera de control. Me conecto muy bien musicalmente con [el productor] Uzi Sabah, un moderno con todas las letras”.

“Fede tiene en su casa una sala de ensayo con una pantalla gigante hermosa, donde pasamos videos psicodélicos y zapamos durante horas. Yo me llevé mi guitarra y mi equipo, pero ahí hay de todo: sintetizadores analógicos de los 70, pianos eléctricos, equipos. Cuando estoy en Los Ángeles, todos los fines de semana terminamos juntándonos y tocando”.

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