Metrópolis, la película de cine mudo icónica del expresionismo alemán, está basada en la novela de Thea von Harboug y se estrenó en 1927. Fue una superproducción con un presupuesto extraordinario para la época y que involucró a miles de personas en su realización. Se caracterizó por sus efectos especiales y escenografía innovadora; el director dirá sobre la inspiración, en particular de la dimensión visual y plástica de la película, que surgió de un viaje a Estados Unidos, al ver los rascacielos de Nueva York desde el barco: “Miré las calles, las luces deslumbrantes y los altos edificios, y allí concebí Metrópolis. Los edificios parecían una vela vertical, centelleante y muy ligera... suspendida en el cielo oscuro para deslumbrar, distraer e hipnotizar”.
La película es una distopía futurista que retrata una sociedad dividida. Freder, el protagonista, hijo del gobernante de una moderna ciudad, descubre las injusticias del sistema y se une a María, una joven líder que predica la reconciliación entre clases, pero la cosa se complica cuando un robot creado a imagen y semejanza de la muchacha busque sembrar el caos. Con su estética vanguardista, con elementos art déco, góticos, de la Bauhaus y del futurismo, y su mirada social, se ha convertido en un referente del cine y en una alegoría sobre la tecnología y la humanidad, pero también en una mirada extremadamente lúcida sobre la realidad política de su época que signó el siglo XX.
En el teatro, un musical
La adaptación que se va a poner en escena este domingo y lunes en la sala principal del Sodre es un musical apto para todo público. Contará con la participación de más de 200 artistas en escena, entre los que se destacan el Coro Nacional de Niños y el Coro Nacional Juvenil, dirigidos por Víctor Mederos. La dirección escénica estará a cargo del cineasta Israel Adrián Caetano (conocido por películas como Pizza, birra y faso, Un oso rojo y Togo_), quien destacó: “Quisimos respetar la fuerza visual y el mensaje de Lang, pero dándole un tono más accesible para los niños. La música y el coro serán el corazón de esta versión, que también incluirá elementos de teatro”.
Mederos define esta adaptación como “un desafío artístico enorme, pero también una oportunidad para hablar de temas profundos a través de la belleza del canto y la escena”. En diálogo con la diaria, contó sobre la idea de esta adaptación: “Somos un equipo muy inquieto que siempre está buscando cuál será nuestro próximo desafío artístico. Esto ha dado nacimiento a Fábula, La principesa, El reino del revés, A la carta, Mi canción y otras tantas lindas locuras. En este sentido, buscamos nutrirnos de referentes del ámbito artístico en general. Hicimos varios trabajos junto con Israel Adrián Caetano y la idea de Metrópolis rondaba nuestras cabezas. Encontramos en esta temporada el momento de llevarla al escenario. Es una película que está cumpliendo casi 100 años y podríamos pensar que su mensaje es obsoleto; sin embargo, vemos que contiene una esencia muy actual. Queremos dejar ese mensaje de esperanza y que somos actores en la construcción de un mundo mejor”.
Sobre la actualidad de la obra y el desafío de llevar a escena una adaptación de una película con una estética tan definida como icónica, comentó: “Sin dudas que Metrópolis se ha convertido en una obra de referencia. Es la primera película de ciencia ficción e ícono del expresionismo alemán. Le estamos poniendo música, texto hablado y color a una película muda y en blanco y negro. Esto no ha ido en contra de la esencia fundamental de Metrópolis. Creo firmemente que el público encontrará una propuesta estética muy cuidada, imponente y que mantiene líneas de contacto con el ícono que habita en las pupilas de quienes han visto la película”.
Foto: Hebe Valla, difusión.
Trabajo en (un gran) equipo
Mederos define el espectáculo como “una gran conjugación de diferentes ramas del arte” y “una experiencia multisensorial”. Esto estará encarnado en la participación de un equipo de trabajo numeroso y multidisciplinario, que incluye el Coro Nacional de Niños y el Coro Nacional Juvenil del Sodre, “desde donde además salen tres de los personajes principales: María (Camila Aguirre), Freder (Bautista Rey) y el Hombre Reloj (Iván Rosas). Fredersen, el padre de Freder y gran señor de Metrópolis, será interpretado por Rogelio Gracia, y Rotwang, la científica, por Danna Liberman”.
El director subrayó que se trata de “un trabajo que necesitó muchas reuniones creativas y técnicas para que se traduzca en una obra que haga honor al título”, y fue minucioso al nombrar a los distintos participantes: “En el foso estarán Diego Bonomo en guitarra, Bruno Berocay en batería (en una colaboración de Goethe Institut con la producción), Fernando Rondán en bajo, que además es quien compuso toda la música original para esta producción, y quien habla en teclado y secuencias, además de la dirección musical”.
Detalla que la escenografía es de Alejandra Fleurquin, “con una propuesta imponente, con mucho trabajo de los talleres del Sodre”, mientras que los visuales son producto del trabajo de Miguel Grompone y proponen una experiencia inmersiva que combinará proyecciones, mapping y efectos especiales, y las luces son un diseño de Pablo García. El músico hizo especial referencia al trabajo técnico que implicó la puesta y expresó “un agradecimiento enorme a Andrea Peveroni e Irene Willat, quienes han sido cómplices fundamentales, y un gracias enorme al equipo de audio y video del auditorio, sumamente profesionales todos”, ya que el sonido es una parte fundamental en la obra. “No quiero dejar de mencionar el equipo que permanentemente trabaja con el Coro Nacional de Niños y el Coro Nacional Juvenil: las asistentes coordinadoras, Giovanna Fuco y Antonella Morales, y Selma Gutiérrez, asistente de dirección, quien además tendrá la difícil tarea de ser la stage manager en esta producción. Contamos también con el gran trabajo de producción audiovisual y redes de estos coros de Hebe Valla”, finalizó.
Será la oportunidad de ver, como afirman sus hacedores, “una producción imperdible que fusiona cine, teatro y música, demostrando que los clásicos nunca pasan de moda”.
Metrópolis. 22 y 23 de junio a las 20.00 en la sala Fabini del Auditorio Nacional Adela Reta. Entradas desde $ 170 a $ 450 en Tickantel.