Tras gran quinto partido semifinal, Aguada se impuso 83 a 79 a Nacional y se metió en la definición de la Liga Uruguaya de Básquetbol. El decisivo triunfo aguatero tuvo dos responsables: Andrew Feeley y Diego García. Éste, porque metió una seguidilla de puntos para remontar 11 puntos de distancia; el extranjero, para ponerse el goleo al hombro y cerrar el juego. Feeley, además, terminó siendo el goleador aguatero con 23 puntos, mientras que el máximo anotador del encuentro fue Antonhy Danridge, de Nacional, que cerró su planilla con 27 tantos. Las finales entre Aguada y Malvín, que serán al mejor de siete, arrancarán el martes. Lejos de las coincidencias, definen la liga los dos mejores equipos de la temporada.
El primer cuarto fue parejo. Empezó mejor Aguada de la mano de Federico Bavosi. El base aguatero estuvo fino de media y larga distancia, encontró goles y llegó a hacer 8 de los 10 puntos que llevaba su equipo en el arranque. En el cierre del período Nacional logró ajustar atrás, no dejó espacios al juego interior de su rival y, con buenas rotaciones en ataque, se acercó en la pizarra. Gracias a un triple de Leandro Taboada sobre la chicharra, el cuarto cerró 22-21 para Aguada.
Nacional lo supo: el partido estaba abajo. Con gran defensa, los tricolores minimizaron a Feeley y a Jeremis Smith, también controlaron el rebote, y con eso empezaron a mandar en el juego. Aguada llegó a estar casi seis minutos sin hacer puntos. Y Nacional, lento pero eficiente, hizo un parcial de 12 a 0 para dar vuelta el marcador y sacar una distancia de ocho (42-30). Se fueron al descanso 45-34 arriba el bolso.
¿Rachas? Claro, con cuatro triples seguidos de Diego García, el tercero de ellos con falta y adicional adentro, Aguada marcó un 13 a 0 y se puso en partido más rápido de lo que imaginaba. Nacional, un poco desnorteado por el goleo de García, entró tarde en los ajustes defensivos. Eso sí, cuando lo hizo logró neutralizar a los tricolores y fueron tanto a tanto. Supeditado a Danridge en ofensiva, Nacional se llevó el cuarto 62-59.
No tan vistozo, siempre estuvo Feeley. Parecía un actor de reparto, pero estaba para protagonista. Fue el responsable de quebrar el partido para Aguada. En defensa fue importante, sobre todo en los rebotes, y en ataque fue la posta en todo sentido: con tiros largos, posteándose cuerpo a cuerpo, sacando puntos de segundas pelotas. Imparable.