Este viernes se correrá la 7a etapa. Será la más larga de todo el Tour: 231 kilómetros entre Fougères y Chartres. Tal vez como contrapartida a su extensión, el trazado no tiene mayores elevaciones, salvo por el Côte de Buisson de Perseigne que tiene una subida con inclinación de 3,9%. Por la hoja de ruta, es de esas etapas en donde los escapistas pueden darse a la fuga y lucirse. Aunque si esto no sucede, seguramente se defina con un sprint entre velocistas: el final tiene una recta de 600 metros antes de la llegada.
Ayer no fue ni Peter Sagan ni Fernando Gaviria, tampoco ninguno de los favoritos, Chris Froome, Nairo Quintana, Mikel Landa o Vincenzo Nibali. El irlandés de 31 años, Dan Martin (EAU Emirates), explotó los pedales cuando faltaba aproximadamente un kilómetro para la llegada en subida al famoso Mûr de Bretagne, en el norte de Francia. Nadie pudo cazarlo, ni en la trepada ni en lo últimos metros casi en llano. El francés Pierre Latour (AG2R) lo intentó, pero terminó en la segunda posición a un segundo. El tercero fue el español Alejandro Valverde (Movistar), a tres segundos del ganador.
El dueño del maillot amarillo no ha cambiado. Sigue primero en la general el belga Greg Van Avermaet (BMC). Detrás de él viene el británico Geraint Thomas (SKY) a tres segundos, mientras que en el tercer lugar quedó el estadounidense Tejay Van Garderen (BMC), a cinco segundos del belga.