Iba a ser una etapa dura con la llegada de la carrera a los Alpes franceses. Y lo fue, si bien los favoritos de la montaña se mantuvieron más bien cautos -incluso llegaron a esperar a Chris Froome cuando pinchó-. 158,5 duros kilómetros de recorrido entre Annecy y Le Grand Bornand. Pasados los primeros 25-30 kilómetros bastante llanos, vinieron las trepadas: Col de la Croix Fry (subida de 1ª categoría de 11,3 km. al 7% de inclinación -que llega, en algún tramo al 9%); la Montée du Plateau des Glières y sus 6 kilómetros con una inclinación media del 11%; y, tras un breve descenso, las dos últimas, primero escalando Col de Romme (1ª categoría, 8,8 kilómetros al 8,9% y tramos de hasta el 11%) y, luego, la Col de la Colombière (1ª categoría, 7,5 kilómetros al 8,5%). Después de estas escaladas quedarán los últimos 14 kilómetros hasta la llegada a Le Grand-Bornand.
Precisamente entre estos dos últimos puertos en montaña fue donde el francés Julian Alaphilippe (Quick-Step) se escapó de la escapada -valga la redundancia- y, si bien estuvo acompañado un buen rato por el estonio Rein Taaramae (Direct Energie), terminó ganando en solitario con un tiempo de 4 horas 25 minutos 27 segundos. El español Ion Izaguirre (Bahrain-Merida) entró en la segunda posición, a 1'34, mientras que Taaramae fue tercero a 1'40.
El belga Greg Van Avermaet (BMC) llegó cuarto, a 1'44, y conservó el maillot amarillo. El británico Geraint Thomas (SKY) va segundo a 2'22, mientras que el español Alejandro Vañverde quedó tercero a 3'10.