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Lewis Hamilton, tras lograr la pole position en las pruebas clasificatorias del gran Premio de Mónaco. , AFP

Foto: Andrej Isakovic

Hamilton ganó en el principado

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Juegos mentales en el Gran Premio de Mónaco.

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El dicho “la procesión va por dentro” queda corto para describir la carrera en Montecarlo, porque hubo drama mental, táctico, por un lado, mientras que visto de afuera todo parecía seguir igual, con los autos en el mismo orden, o sea, en una “procesión por fuera”. Hamilton, Verstappen, Vettel y Bottas desfilaron en ese orden durante casi toda la carrera.

Las claves de la carrera fueron dos. Primero, el toque temprano entre Verstappen y Bottas a la salida de la primera parada en boxes, que determinó que este quedara relegado a la cuarta posición y que aquel estuviera en segundo lugar en la pista, pero con una “multa” de 5 segundos pendiente. Por lo tanto, Verstappen precisaba liderar y escaparse, pero para eso tenía que pasar a Hamilton.

La otra clave fue la decisión de Mercedes de ponerle gomas medias a Hamilton, y no duras como calzaron los demás punteros. Quizás especularon con una lluvia que apenas chispeó, pero lo cierto es que el británico, tratando de ahorrar cubiertas, encolumnó a sus seguidores en un trencito monótono, pero que, como ya dijimos, escondía un drama táctico.

La parada por gomas nuevas significaba perder la punta, pero no parar podía significar algo más grave, como tener que abandonar. Lo sabían los perseguidores, y, especialmente, la gente de Red Bull, el equipo de Verstappen.

Hamiltón comenzó a acusar el desgaste de sus neumáticos, con quejidos -no quejas- a boxes incluidos, y al poco tiempo tuvo que contener los embates de Verstappen, que lo dio todo en Loews, la curva más lenta del campeonato (pasan a 90 kilómetros por hora, pero parece que estuvieran estacionando), y que, a dos vueltas del final, intentó un sorpaso en la chicana a la salida del túnel. El holandés llegó a tocar ruedas con el británico, pero no le alcanzó.

A puro motor y experiencia, Hamilton mantuvo a Verstappen a raya y se hizo con la victoria. Gracias a la penalización de Verstappen, Vettel llegó al segundo lugar del podio y pudo charlar un ratito con la princesa Charlene, que le entregó el premio. Tercero entró Bottas, que ve deshilacharse sus ilusiones de campeonar con el equipo de Hamilton.

Hamilton, entonces, se confirma como líder del torneo, con 137 puntos. Lo siguen Bottas con 120 y luego Vettel (82), Verstappen (78) y Leclerc (57), que decepcionó como locatario tras largar desde las últimas posiciones y dañar su auto en las primeras vueltas.

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