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Foto: Natalia Rovira

El atletismo y el bienestar: No hay tiempo, no hay hora

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A los 45 años era fumadora, tenía sobrepeso y consumía pastillas para la depresión. Por salud empezó a caminar, luego a trotar y a los meses a correr. Corre para no pensar, dice, porque en ese instante todos sus problemas desaparecen.

Su alarma suena a las 5.00. Una hora después entra a trabajar en un edificio donde limpia, corta el pasto, reparte la correspondencia y hasta oficia de psicóloga de los vecinos. También labura a la tarde haciendo limpiezas, para llevar algún peso más a la casa. 16.45 pasa a buscar por el colegio a uno de sus ocho nietos. Cuando llega su hija Nelly, a la noche, sale a entrenar. Algún día también aprovecha entre trabajo y trabajo. Y así todos los días, en el circuito aeróbico que está alrededor del arroyo Miguelete, en el Prado. No la detiene ni el frío ni el cansancio.

Foto: Natalia Rovira

Sus metas al inicio fueron “superarme y bajar de peso, además de esforzarme para sumarme a las carreras”. Le llevó cerca de seis años, pero lo logró. Su primer entrenador insistió en que se anotara en la carrera San Felipe y Santiago. “No sabía ni por dónde empezar ni cómo era una carrera”, confiesa. Pero siguió. Tanto siguió, que llegó a las maratones. Los primeros años costó, pero ser primera en casi todas las carreras le facilitó continuar. Nunca paró.

“Los indios no tenían reloj y corrían, ¿por qué tengo que tener reloj?”, le pregunta Nelly a su entrenador. “Cuando querés algo corrés descalza o con cualquier champión. Yo corría con cabeza, por resistencia, y así llegué a correr cinco maratones y en todas supe estar en el podio, hasta ganar la Maratón de Montevideo en 2017. Sin reloj”, añade, aunque el reloj supo llegar a su muñeca.

Foto: Natalia Rovira

Ese mismo año ganó tres medallas de oro en el Sudamericano Máster de Atletismo de Santiago de Chile, en 5 km, 10 km y 21 km. En 2018 ganó en su categoría la Maratón de Buenos Aires. Antes, en 2016, representó a Uruguay en la Maratón de Caracas y logró el primer lugar en su categoría.

Nelly está entre las diez mejores atletas de todo Uruguay, según el ranking mundial de la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo. Compite con la casaca del Club Nacional de Football y vistió la celeste en varias oportunidades. Sueña con ir al Mundial de veteranos de Toronto 2020, y algún día poder entrenar a jóvenes. Con 55 años, sigue soñando.

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