“Las tensiones, las presiones, siempre van a existir”, comenzó diciendo Jorge Casales, integrante del Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), a quien consultó la diaria en ocasión de la entrevista realizada en Deportivo Uruguay. Casales y sus compañeros de la AUF tienen claro que “lo fundamental es la salud de los jugadores, de todos quienes rodean: entrenadores, preparadores, utileros; todos los trabajadores del fútbol. Para eso deben darse determinadas condiciones, que esperemos que se den en estos tiempos en los que estamos pensando”.
La AUF transita de manera segura y coordinada la vuelta a las canchas. “Tenemos bien claro que la vuelta del fútbol tiene que ser respaldada por un dictamen científico, un dictamen médico que, por un lado, va a estar apoyado en las decisiones que tomen el Ministerio de Salud Pública y la Secretaría Nacional de Deporte (SND) y, por otro lado, también, por una mesa que armamos con los distintos actores del fútbol: médicos, por intermedio del jefe de la sanidad de la AUF, Alberto Pan, y los gremios de jugadores, entrenadores, preparadores físicos, árbitros, dos de los integrantes de Ejecutivo, y un médico que también vino de la Mutual Uruguaya de Futbolistas. Con ellos estamos intentando no solamente hacer un protocolo de actuación, sino también allanar el camino que lleva a la competencia”, anunció Casales.
Las fechas previstas y propuestas en proyección son: volver en julio a los lugares de entrenamiento y en agosto retomar la actividad. No obstante, en la AUF tienen claro que todo dependerá del manejo de la epidemia por parte de los organismos competentes del Estado.
Casales entiende que es preciso observar lo que está sucediendo en otros países en relación con los primeros pasos dados en la vuelta al fútbol: “Sin duda, hay un indicador que es lo que está pasando en Europa. Nosotros, tomando un promedio de 45 días desde que comenzó todo esto en Europa, creemos que estamos alineados con las fechas que nos pusimos como objetivo. Además, iremos recogiendo las experiencias que ellos van llevando, teniendo en cuenta que recién ahora están comenzando el proceso de entrenamiento”.
Borrador limpio
El borrador de protocolo del fútbol ya empezó a circular entre los médicos de las instituciones, para su revisión y ajuste. Una vez que sea devuelto a la AUF, deberá ser aprobado y elevado a la SND, que lo propondrá a las autoridades de la salud.
Está ordenado en cuatro etapas, en todas las cuales está presente el test de covid-19 y el seguimiento individual de la salud de los deportistas. Empieza con entrenamientos de grupos reducidos y con especiales niveles de asepsia, en los que el deportista deberá recibir en una bolsa cerrada la ropa de entrenamiento diaria, además de tapabocas y guantes. Si se trasladan en auto deben procurar ir hasta un máximo de cuatro personas, ya vestidos con la ropa deportiva del día. En la cancha o locales de entrenamiento deberán trabajar evitando contactos. Los trabajos serían de acondicionamiento físico e individuales.
De vuelta a sus hogares, donde se bañarán –no lo harán en el club–, dejarán el calzado fuera de la casa y la ropa utilizada en una bolsa. Esa bolsa, el celular y todo lo que llega de la calle con ellos quedará en una zona especial de la casa. Recién después de la ducha podrán tomar contacto con quienes estén en su casa y con sus pertenencias.
En la segunda etapa ya podrían empezar a trabajar en espacios reducidos, manteniendo la rutina de ropa y baño en la casa.
Recién en la tercera etapa, a la que se apunta comenzar un mes después del arranque, se podrían empezar a cambiar en el club, y ya no se observarían las distancias. Ese sería el momento de los primeros amistosos de preparación.
La cuarta etapa es la de la competición en sí, sin público, evitando las concentraciones previas, y si es necesario el almuerzo en conjunto manteniendo las distancias necesarias. Lo mismo se recomienda para los clubes que deben viajar a jugar sus partidos fuera de su ciudad.
Siguiendo los tiempos previstos en este plan, el Uruguayo de la A recién volvería en la última semana de agosto o en las primeras de setiembre, al igual que el Uruguayo de la B.