Wanderers, Defensor Sporting y Torque ya han realizado test para determinar si en su plantel profesional de fútbol hay algún jugador con covid-19. Se trató de una iniciativa particular de cada uno de los clubes, a los que se podría agregar Liverpool, por lo que no fue parte del cumplimiento anticipado del protocolo que la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) presentó a la Secretaría Nacional del Deporte para que esta lo elevara al Ministerio de Salud Pública (MSP).
El protocolo aún no ha sido aprobado, sigue pasando por estudios y procesándose la discusión en medio de la dinámica situación de los casos de la epidemia de coronavirus, que modifica permanentemente las nuevas conductas para volver a lo que éramos antes del 13 de marzo. Sí, también en el fútbol. Sebastián Bauzá, secretario nacional del Deporte, pide paciencia y cuidado para evitar apresuramientos.
Bauzá adelantó en Derechos exclusivos, de Radio Uruguay, que ha habido conversaciones con el MSP para que en el fútbol profesional los test de diagnóstico de covid-19 se hagan por medio del Institut Pasteur de Montevideo. Se usaría el método conocido como pooling, que implica revisar múltiples muestras en un mismo kit, lo que baja considerablemente los costos. En las pruebas de grupo, las muestras de varios individuos se agrupan y se prueban juntas en un solo tubo, utilizando métodos sensibles de detección de biología molecular. Si la muestra colectiva da negativa, ninguno de los futbolistas está contagiado, mientras que si hay un resultado positivo se deben desagregar las muestras en nuevos análisis individuales para identificar el o los casos positivos. Sólo si el resultado del conjunto es positivo las muestras deben analizarse individualmente.
La prueba de la prueba
Las normas estudiadas para el regreso del fútbol aún no están habilitadas oficialmente, por tanto no hay confirmación alguna de la inminencia de la vuelta a las prácticas en las instalaciones de los clubes. Hay una proyección de cómo se podría dar el proceso, pero no hay fecha confirmada ni habilitación.
Wanderers propuso ejecutar los test a sus jugadores porque según su presidente, Gabriel Blanco, “están entrenando, van a la rambla, a los canteros, al Prado, y entonces los futbolistas están practicando en lugares donde no hay ningún control de nada; estamos transitando un camino para mejorar esa situación, uno de los pasos era hacer este chequeo”. Formal o informalmente los bohemios se plantearon volver al Complejo Walter Devoto para que sus futbolistas entrenaran por separado; sin embargo, los wanderistas manifestaron oficialmente en sus redes sociales: “En las últimas horas hemos tenido comunicaciones y pusimos en stand by lo que habíamos realizado. Lo que queríamos era colaborar y mejorar la situación de entrenamiento. No quiere decir que se haya cancelado”.
Wanderers tuvo una erogación de aproximadamente 160.000 pesos para los 40 análisis que realizó en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay, promovido en las primeras conferencias de prensa del gobierno cuando se desataron los primeros casos en Uruguay. Por su parte, Defensor Sporting –que el lunes reabrió sus puertas para la actividad física de sus asociados– hizo test de covid-19 en las instalaciones de su sede social, tanto para los futbolistas de primera y tercera división como para los trabajadores del área social que volverían a interactuar con el público.
Torque fue el tercer plantel profesional en adelantarse a los controles previstos si se aprueba y desarrolla el protocolo para la vuelta del fútbol profesional, mientras que en Nacional manifestaron una idea totalmente contraria a adelantarse en el tiempo, ya que entienden que testearse ahora, cuando hay una ventana de tiempo entre los análisis pactados para realizarse antes del comienzo de la fase inicial, haría inútiles las pruebas anteriores, que quedarían inválidas. Parecido opinan en Peñarol, donde entienden que no es pertinente hacer pruebas sin saber aún cuál será la fecha de retorno.
En tal sentido, la Asociación Uruguaya de Entrenadores de Fútbol adoptó, de acuerdo a la opinión de los entrenadores de la A y la B, la medida de exhortar a las autoridades nacionales a aprobar el protocolo propuesto “al 8 de junio”, y con ello inmediatamente disparar el inicio de los entrenamientos, convocando a la AUF a poner en marcha la fase 1.