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Lewis Hamilton, piloto británico de Mercedes, durante la primera práctica en el Gran Premio de Fórmula 1 de Austria, ayer, en Spielberg, Austria.

Foto: Joe Klamar / AFP

Vuelve la Fórmula 1: este fin de semana se corre el Gran Premio de Austria, y el que viene, también

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Sigan confundiéndose los nombres, escolares: no es en Australia sino Austria donde comienza, por esta vez, el campeonato mundial de Fórmula 1. Y no es en marzo, sino cuatro meses después. Ya sabemos: pandemia, suspensión de espectáculos deportivos, apertura parcial sin público. Al contexto global agreguémosle, porque va a importar: oleada de protestas contra el racismo y consecuencias económicas del coronavirus. Todo eso va a pesar en el campeonato 2019, que oficialmente arrancó el viernes con las pruebas libres y tendrá su primer Gran Premio de Austria este domingo (y otro más el siguiente).

Por lo visto en las pruebas libres, los Mercedes Benz de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas, que coparon cómodos las primeras posiciones, serán los favoritos en estos primeros fines de semana, y seguramente lo sean a lo largo de este campeonato tan reducido como europeo.

Correr es caro

Primero, hablemos del corona. El 13 de marzo, dos días después de que la Organización Mundial de la Salud declarara la pandemia (y el mismo día en que el gobierno uruguayo decretó la emergencia sanitaria), la Fórmula 1 decidió posponer el inicio del campeonato. Se demoró en tomar la decisión, pero el problema era que ya estaban todos los competidores instalados en Melbourne y nadie quería perder la millonaria inversión que supone montar un Gran Premio de Formula 1, por no hablar de los costos que asumen los equipos y esperan ir amortizando carrera a carrera.

La alarma se activó cuando un mecánico de McLaren dio positivo de covid-19, pero aun así se quería seguir adelante con la fecha. La única voz discordante, o casi, fue la de Hamilton, y no sería la única vez que el campeón, muy afecto a usar sus redes sociales, daría su opinión desde un punto de vista poco usual en la Fórmula 1, el político.

Tras las protestas que se desataron en Estados Unidos y Europa por el asesinato de George Floyd a manos de la Policía de Chicago, Hamilton empezó a hablar fuerte –como afrodescendiente ya había marcado su posición, pero de manera más cautelosa– sobre la actitud que la categoría debía tomar respecto de la discriminación racial. “La Fórmula 1 es un deporte dominado por blancos. Tenemos que tratar de que sea más diversa”, dijo el campeón, y es evidente que tiene razón. No han faltado, en estos años, quienes también observaron la casi nula presencia de mujeres tras el volante. También podemos agregar que, en todo caso, se trata de personas adineradas, o por lo menos integrantes de una familia capaz de sostener una actividad costosa desde la infancia del deportista hasta su mayoría de edad (por no hablar de las redes de contactos para obtener patrocinadores).

Pero no divaguemos: falta mucho para que exista un automovilismo socialista, aunque equipos como Williams, que en estos meses de parate se puso en venta por falta de ingresos, no verían tan mal que hubiera un reparto más equitativo de las ganancias que dejan las transmisiones. Sí, en cambio, es posible insistir en la diversificación del origen de los pilotos. Un dato quizás alentador del viernes: en las pruebas de Fórmula 2, la categoría que antecede a la Fórmula 1, el más rápido fue el piloto chino Guanyu Zhou.

Volviendo al reclamo de Hamilton, hay que decir que tuvo éxito por un carril inesperado. Su equipo, Mercedes, cambió el color de los autos en apoyo al movimiento Black Lives Matter. Aunque suene increíble, este año las “flechas de plata” no serán plateadas, sino negras. Bueno, negras con estrellitas plateadas (y unas rayas turquesa de la petrolera auspiciante), pero no deja de ser impactante un cambio así por parte de una multinacional como Daimler AG (es decir, Mercedes).

Se viene otro hepta

Como si no alcanzara con ese impulso anímico, Hamilton cuenta nuevamente con el mejor auto de la parrilla. Las pruebas del viernes lo vieron girar más rápido tanto con gomas de clasificación como con cubiertas de tranco largo, y los Mercedes Benz se quedaron sin problemas con los primeros puestos en ambas sesiones. La de la mañana, podría pensarse, no decía mucho porque la pista estaba mojada, pero el sol de la tarde indicó que el único que puede molestar a Hamilton es su compañero Valtteri Bottas. Tanta ventaja puede ser mala para el campeonato, pero lo cierto es que para fin de año (o cuando sea que termine el campeonato: todo se va confirmando de a poco) seguramente el británico haya igualado a Michael Schumacher en cantidad de campeonatos: siete.

¿Quién podrá complicar a los Mercedes? Ayer el neerlandés Max Verstappen volvió a mostrar que puede dar pelea, aunque todavía su Red Bull –equipo locatario– no esté a la altura de los Mercedes. Sorprendió ver en los primeros puestos a los Racing Point del mexicano Sergio Pérez y el canadiense Sergio Pérez, dado lo frágil de las cuentas de su equipo. Aunque difícilmente se sostenga tan arriba el resto del campeonato, el desempeño de Racing Point, el otro equipo con motores Mercedes, hace pensar que, como si hiciera falta, el equipo alemán ha diseñado una planta motora nuevamente superior a la del resto.

¿Y Ferrari? Malas noticias para la hinchada más grande del mundo, al menos por lo visto en estas pruebas. Sebastian Vettel fue el que estuvo más cerca de los Mercedes y de Pérez, pero a una distancia que no permite soñar mucho. Las cámaras seguían al cuatricampeón despechado –recordemos que Ferrari no le renovó el contrato–, pero lo cierto es que este año las Ferrari sacrificaron velocidad pura por desempeño aerodinámico en las curvas, y el resultado fue un auto que, al menos en el veloz circuito austríaco (es un rectángulo con una herradura y un repecho), anduvo más lento que el año pasado. Charles Leclerc, la apuesta de los italianos para los próximos años, estuvo discretísimo en ambas pruebas.

Como decíamos, el próximo fin de semana también habrá Gran Premio de Austria (aunque formalmente se llame Gran Premio de Estiria, en honor a la región donde está el Red Bull Ring), porque la cosa no está para andar gastando en transporte y alojamiento todos los fines de semana. La Fórmula 1 busca ahorrar y también moverse en territorios menos atacados por el corona, y el campeonato tiene apenas ocho fechas confirmadas hasta ahora.

Gran Premio de Austria. Clasificación: sábado a las 10.10. Carrera: domingo a las 10.10. Por ESPN, Fox Sports y el streaming de la F1.

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