El US Open, pospuesto por la pandemia y jugado bajo estrictos protocolos de seguridad, llegó a su fin y tiene sus campeones: la nipona Naomi Osaka y el austríaco Dominic Thiem.
Para Osaka fue el tercer Grand Slam que gana la nipona, luego de ser campeona de este mismo torneo en 2018 y de quedarse con el Abierto de Australia en 2019.
Osaka tuvo un mérito enorme. El primer set lo ganó su rival, la bielorrusa Victoria Azarenka, por un contundente 6-1. Ese marcador fue muy elocuente con lo que pasó dentro de la cancha, donde la europea dominó todos las acciones del juego.
Pero la nipona reaccionó. El segundo set fue parejo y punto a punto. Osaka logró quebrar el saque de Azarenka en el cuarto game -aprovechando el cúmulo de errores de la bielorrusa- y, asegurándose sus saque, se quedó con el set e igualó el partido.
Fue un envión anímico buenísimo para Osaka, un golpe de confianza de esos que hacen dar vuelta los partidos o quedarse con títulos importantes. En el último set pareció que Osaka, cuando quebró, se llevaría el partido fácilmente, pero Azarenka se recuperó en el cuarto game. En el quinto la japonesa logró un nuevo quiebre y ahí sí: aseguró su saque y el título. Fue 6-3 y campeonato ganado.
Domingo de varones
La final masculina fue palo y palo y se definió en el último set. En el quinto, luego de haber ganado el tercer y cuarto set, en gran envión, el austríaco doblegó a Alexander Zverev en tie break. Fue 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6(6). El título significó el primer Grand Slam en la carrera de Thiem.