Una bestia, qué goleador, es impresionante, delanteros como él no hay. Se dicen y se podrían agregar unas cuantas formas más de llamarlo. Pero se llama Luis Suárez, y este domingo convirtió su gol número 500, tanto que le sirvió al Atlético de Madrid para ganar y seguir punteando La Liga.
Fue un gol bien de goleador. La jugada se elaboró por la derecha tras una unión de pases para atrás y para adelante que terminaron en el lateral derecho colchonero, el inglés Kieran Trippier, lanzando un centro a la carrera. Suárez entró por el medio, ganó el espacio y cabeceó como manda el manual, fuerte y de pique. El gol retumbó por todo el Wanda Metropolitano.
El gol tuvo el aditivo de la victoria. El partido del Atlético ante el Alavés fue duro, difícil, porque el cuadro vasco está peleando puntos para poder mantener la categoría. Los colchoneros, que tuvieron a José María Giménez en la zaga, fueron superiores, pero les costó poder generar chances claras. Hasta que Suárez rompió el hechizo -que se le venía escapando desde hace días, eliminación de Champions League incluida-. Fue un 1-0 importante para el Atlético, que sigue firme arriba ante la persecución del Barcelona y Real Madrid.
Si habrá sido difícil el partido, que no fue empate porque el arquero Oblak es un fenómeno. VAR mediante el Alavés tuvo un penal a favor, pero el golero la sacó volando hacia su derecha. En los vascos jugó Facundo Pellistri volanteando por derecha.