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Pablo Defazio y Dominique Knüppel de Uruguay compiten durante el nacra 17 - multicasco mixto de vela en los Juegos Olímpicos 2020, el 1º de agosto en el Puerto de Veleros de Enoshima (Japón).

Foto: Lavandeira jr, Efe

“Sacamos un montón de conclusiones positivas”, dijo Dominique Knüppel

2 minutos de lectura
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La dupla Defazio-Knüppel terminó en la 18ª ubicación en Nacra 17 y valoraron la campaña.

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Pablo Defazio y Dominique Knüppel completaron su participación en los Juegos Olímpicos el fin de semana, entre sábado y domingo, cuando disputaron las últimas seis de las 12 regatas que compusieron el campeonato.

Su ubicación en la clasificación final fue 18º entre 20 barcos, por encima de Túnez y Noruega y luchando hasta el último día con China y Puerto Rico por tratar de subir al 16º puesto.

“En cuanto a la experiencia olímpica, es increíble poder estar acá”, dijo Knüppel tras haber vivido su debut a este nivel. “Haber llegado hasta acá y estar corriendo contra los mejores del mundo es algo que está muy bueno”, remarcó. Dominique recibió la pasión por la náutica como herencia familiar. Su padre, Bernd, estuvo en los juegos de Los Ángeles 1984 y Seúl 1988.

Tras el resultado final, no se mostró conforme con la ubicación. “Nos hubiese gustado rendir un poco más”, señaló, aunque matizó manifestando que han aprendido “un montón” durante los 15 días que estuvieron navegando, con entrenamientos y la competencia. En ese tiempo, tuvieron la posibilidad de medirse con otros barcos “que era lo que no habíamos podido hacer durante todos estos últimos dos años”, en los que su preparación se vio afectada por la pandemia. “Sacamos un montón de conclusiones positivas y seguimos aprendiendo”, resaltó.

Defazio, en su segunda participación olímpica, recordó que tras los juegos de Río 2016 “aprendí muchísimas cosas de cómo hacer una campaña olímpica y creo que eso, hasta que clasificamos, lo hicimos muy bien”, explicó. Lo que sucedió después lo habían planificado distinto, con entrenamientos y competencias en Europa, que se cancelaron por la covid-19. “Hicimos un trabajo que creíamos que estaba bien, en base a lo que permitió la pandemia, porque en 2020 teníamos una planificación que no tenía nada que ver con lo que hicimos después”, contó.

Esas modificaciones en los planes le dejaron la siguiente conclusión: “Pagamos muy caro no navegar con otros barcos. Creímos, cuando llegamos acá, que estábamos un poco mejor de velocidad, y, si bien no andábamos tan lento, nos faltaba un poco siempre para pelear cada regata y para hacer la táctica. Muchas veces perdimos posiciones por estar con esos problemas y tomar malas decisiones. Las dos cosas sumadas son terribles”, analizó.

“Nuevamente se aprendió qué hay que hacer y qué no hay que hacer y dónde hay que gastar o no gastar el dinero. El resultado no era lo que queríamos, pero es lo que fue, es lo que navegamos, cometimos errores y es lo que tocó”, concluyó el Oveja.

Ambos opinaron sobre la posibilidad de alcanzar a futuro esos objetivos que se proponían antes de llegar a los Juegos, entre ellos, acceder a la medal race entre los mejores diez barcos. “Yo creo que la posibilidad está. En cuanto a capacidad, es accesible, pero sin duda el proceso para llegar a eso tiene que ser diferente, hay que navegar con más barcos, hay que probarse, porque mucho de lo que nos han sacado distancia es en lo fino y en los pequeños detalles, y esos detalles son en los que te exigís más solamente cuando tenés alguien al lado que te está empujando”, consideró Knüppel.

“Muchas regatas montamos la primera ceñida [primera manga] décimos o décimoprimeros y, cuando se empezaba abrir la flota o había más espacios, nos empezábamos a dar cuenta de que andábamos un poco menos. Y era muy poco lo que andábamos menos, pero eso te va condicionando. El que tiene velocidad, anda más. Con trabajo se puede llegar bien. No lo veo como una limitante”, dijo Defazio. Sin embargo, señaló que las distancias geográficas muchas veces demandan mayores recursos. “Sobre todo la falta de barcos. Nos mata que en Sudamérica no haya barcos y que los buenos, porque Argentina y Brasil son muy buenos, se van a Europa a navegar y quedamos solos”.

Ahora será tiempo de que el equipo decida si afrontará una nueva campaña, en este caso más corta, de sólo tres años y con un objetivo geográficamente más cercano como Francia, que podría facilitar la logística. Todavía no han tomado esa decisión y mucho tendrán que ver los recursos económicos disponibles para pensar en llegar a los próximos Juegos Olímpicos.

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