La pelota la tenía Cristian Romero el domingo cuando, pasados apenas cinco minutos del inicio del partido con Brasil en el Arena Corinthians, se disponía a sacar un tiro libre desde el fondo. Comenzó entonces un monito interminable, un rondo dialéctico en el que Romero ya no la volvió a tocar, ni tampoco la tocó Leandro Paredes o Giovani Lo Celso. Apenas si la vieron pasar Lionel Messi y Neymar, intercambiando en la cancha pases cortos con Tite y Lionel Scaloni. La pelota ya no estaba en la cancha ni la tenían los protagonistas.
Primero hizo una gambeta Anvisa, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria de Brasil, protagonista del episodio al enviar a sus funcionarios a retirar de la cancha a tres futbolistas de los cuatro que habían estado en Inglaterra los días previos al encuentro. Emiliano Martínez, Romero y Lo Celso eran requeridos, siendo titulares. Fuera de la cancha estaba también Emiliano Buendía.
La agencia estatal argumentó que habían entrado de forma ilegal porque mintieron en la declaración de ingreso, al decir que no habían pasado por Reino Unido en los 14 días previos al ingreso a Brasil. De haber declarado lo contrario, se los obligaba a una cuarentena que les hubiese impedido jugar el partido.
Después se la sacó de arriba la Conmebol, con un pelotazo furibundo, cuando desde su cuenta oficial de Twitter la institución se pronunció: “Las Eliminatorias para la Copa del Mundo es una competición de la FIFA. Todas las decisiones que atañen a su organización y desarrollo son potestad exclusiva de esa institución”. Pese a eso, la Conmebol siempre se ha mostrado como garante de sus competencias y ha elaborado e impuesto los protocolos sanitarios.
Y cuando la FIFA podía llegar para trancar y definir el intercambio, en realidad la tiró al córner, como para hacer tiempo. Este martes, el ente notificó a las asociaciones de Argentina y Brasil de que abrió un proceso disciplinario para cada una. La Comisión Disciplinaria recibirá los descargos y comenzará un proceso cuya resolución no promete ser pronta, ya que habrá, además, instancias posibles de apelación. No se sabe lo que pasará con el partido, no se sabe si habrá sanciones; por ahora todos seguirán esperando, o más bien, presentando papeles en los escritorios.
Tuya y mía
“La Asociación del Fútbol Argentino expresa su profundo malestar por la suspensión del encuentro”, fue el encabezado de un comunicado del lunes. Expresaron además la sorpresa por lo sucedido y recuerdan que se encontraban en Brasil desde el 3 de setiembre, “cumpliendo con todos los protocolos sanitarios vigentes regulados por la Conmebol”.
Sin embargo, el martes la Confederación Brasileña de Fútbol hizo algunos descargos en otro comunicado. “Los representantes de la selección argentina fueron informados de que existía una irregularidad en el ingreso de jugadores, que debían ser puestos en cuarentena y recibieron orientación de las autoridades para solicitar, ante los órganos competentes, autorización especial para los jugadores. Fue una discusión técnica entre Anvisa, el Ministerio de Salud y la Asociación Argentina”, revelaron.
Denunciaron, además, que pese a las advertencias, los argentinos participaron de los entrenamientos, incumpliendo las instrucciones. “Anvisa notificó a la Policía Federal y, hasta el inicio del partido, hizo un esfuerzo, con apoyo policial, para hacer cumplir la medida de cuarentena impuesta a los jugadores”, acciones que según el comunicado fueron frustradas, incluyendo un intento posterior de notificar a los cuatro jugadores, “quienes se negaron a firmar la notificación”.
Comunicado va, comunicado viene, medios argentinos hicieron notar que el futbolista brasileño Willian, desafectado de Arsenal el 30 de agosto, se unió a Corinthians el 1º de setiembre y entrenó el 2 del mismo mes. En su caso, si bien no fue citado por la selección, no le fue exigida una cuarentena, lo que evidencia el trato arbitrario que denuncian los argentinos.
Las Eliminatorias seguirán adelante. Brasil jugará con Perú el jueves a las 21.30. Por su parte, Argentina recibirá a Bolivia a las 20.30 sin los cuatro jugadores que trabajan en Inglaterra, ya que así lo habían pactado previamente. Actualmente se encuentran en Hvar, paradisíaca isla croata, en la que cumplirán los diez días previos al regreso a Reino Unido.