El sábado en la madrugada uruguaya, la australiana y número uno del mundo, Ashleigh Barty, se coronó campeona de su Grand Slam natal de una manera incuestionable. La final fue ante la estadounidense, de brillante torneo, Danielle Collins y la ganó 6-3 y 7-6, en poco menos de una hora y media de juego.
De esta manera, Barty conquistó su tercer Grand Slam, el primero en Australia (todos fueron ganados en diferentes países). Solamente le falta el Abierto de Estados Unidos. A pesar de que en un inicio el sorteo parecía que no le era muy favorable, en la práctica no tuvo mayores obstáculos en su camino hacia el título. Se convirtió en la décima jugadora en ganar el título sin ceder sets y perdió tan sólo 30 games en todo el torneo, con lo que igualó la cuarta mejor marca de la historia, cuando Mary Pierce, de Francia, también lograra el Australian Open en 1995. El récord sigue en manos de Steffi Graf, con 24 games cedidos en el Abierto de Australia de 1989.
Otro dato interesante es que, luego de 44 años, otra australiana volvió a levantar el trofeo. La última había sido Chris O’Neil en 1978. Con esta victoria, Barty marcó una clara diferencia frente a sus rivales del circuito, que van a tener una tarea más que difícil si es que la quieren destronar, mientras que la australiana se consolidó en lo más alto del ranking mundial.
Primero solo
Rafael Nadal volvió a escribir una nueva página en la historia del tenis y se convirtió en el primer tenista masculino en alcanzar los 21 títulos de Grand Slam. Nadal, que disputaba su 29º final de Grand Slam, se quedó con el trofeo tras vencer al ruso Daniil Medvedev 2-6, 6-7, 6-4, 6-4 y 7-5, en cinco horas y 24 minutos de juego. Fue una locura de final, superada solamente por la que disputaron en 2012 Djokovic (campeón) y el propio Nadal, que duró cinco horas y 53 minutos, también en Australia.
Difícil poner en palabras lo que ha conseguido el español, que a sus 35 años y siete meses se convirtió en el tercer jugador más veterano en conquistar un Grand Slam. Lo superan el australiano Ken Rosewall, con 37 años y dos meses, y el suizo Roger Federer, con 36 años y seis meses.
En la final el ruso era el favorito; nunca hay que descartar al mallorquín, pero las chances no estaban en su favor. Si a eso le sumamos que Medvedev sacó una ventaja de dos sets, todo hacía creer que la final estaba cerrada. Punto de inflexión: cuando Nadal sacaba en el tercer set y perdía 2-3, el ruso tuvo triple chance de quiebre para darle el golpe de knock out al español, pero Nadal no sólo sostuvo su juego de saque, sino que a la siguiente chance de quiebre que tuvo se quedó con el servicio del ruso y de esta manera comenzó la remontada histórica. Cerró el tercer set 6-4.
Nunca antes en Australia habían remontado una final de dos sets a cero: Nadal sigue dando muestras de su vigencia cuando ya pasaron 17 años de su primer título grande, allá por 2005, cuando obtuvo Roland Garros.
Y por casa
Ariel Behar y Gonzalo Escobar igualaron su mejor participación en un Grand Slam: llegaron a la tercera ronda, al igual que en Wimbledon el año pasado. La derrota fue frente a los locales Nick Kyrgios y Thanasi Kokkinakis, que a la postre resultaron campeones del torneo. Junto con la buena participación en el Grand Slam, sumaron otros dos buenos torneos previos al abierto australiano. De esta manera, Behar alcanzó la mejor posición de su carrera en el ranking (39) y Escobar igualó la suya (38). En cuanto al ranking anual de la dupla, quedaron octavos, con 420 puntos. No disputarán el torneo de Córdoba de esta semana, pero se espera que estén en el torneo de Buenos Aires a partir del 7 de febrero.
En el cuadro de dobles femenino la brasileña Beatriz Haddad Maia, que estuvo disputando en noviembre el Montevideo Open, cayó en la final, junto a la kazaja Anna Danilina, frente a las grandes favoritas, Barbora Krejcikova y Katerina Siniakova, de República Checa.
Otra historia a destacar en el torneo fue la del local Dylan Alcott, actual número uno en la categoría de sillas de ruedas Quad. Tras perder la final frente al neerlandés Sam Schroder 7-5 y 6-0, puso punto final a su carrera como tenista, con un récord de 15 títulos sobre 20 torneos disputados: sumó siete Australian Open, tres Roland Garros, 3 Abiertos de Estados Unidos y dos Wimbledon, además de haber disputado tres finales más. Un ícono y un ejemplo de vida el australiano, que tiene la particularidad de que, además de representar a Australia en tenis, también lo hizo en básquetbol.
El próximo Grand Slam será Roland Garros, a partir del 22 de mayo.