De las numerosas explicaciones a la temprana eliminación de Uruguay de Qatar 2022, el equipo técnico que acompañó al seleccionado mayor masculino parece ser lo que se encuentra bajo la lupa. Primero se cuestionó los métodos de Diego Alonso, el director técnico, luego al preparador físico, Óscar Ortega, y posteriormente se evaluaron los resultados contrafácticos de lo que hubiese sucedido si entrenaba otra persona, si se hubiesen llevado a cabo las cosas de distinta manera.
En contraste con la especulación punitiva que evalúa con el diario del lunes, la opción de proyectar a realizar las cosas de diferente forma para conseguir nuevos resultados es la que se presenta hoy.
Varios equipos de fútbol profesional cuentan con psicólogos deportivos. Por normativa de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) todos deberían contratar un profesional para la participación en los torneos oficiales de primera y segunda división.
A nivel de selecciones el panorama parece diferir. la diaria se comunicó con Jorge Giordano, director de Selecciones Nacionales de la AUF, e Ignacio Alonso, presidente de la AUF, para conversar sobre el modo de trabajo del personal técnico en las selecciones, específicamente de los psicólogos del deporte.
Siempre fue así
Giordano detalló que “Brasil llevó a un psicólogo a Qatar, pero Uruguay en los últimos 25 años nunca concurrió a un Mundial con psicólogo en selección de mayores”. “Hay que ver qué puede hacer un psicólogo en 15 días, en un Mundial, está difícil”, fundamentó, y añadió que “no tenemos a los jugadores a tiempo completo acá, están en los clubes, y es muy difícil trabajar con un jugador a distancia, y menos con jugadores de elite, que casi todos tienen psicólogos particulares o coaches”.
El presidente de la AUF coincidió con él y abundó: “No es usual [que un psicólogo integre el equipo técnico de una selección mayor], estuve repasando porque hubo ruido y dos o tres publicaciones. El área deportiva de la AUF me comentó que son muy pocas las selecciones que tenían psicólogos en el Mundial”.
Para Alonso, esto sucedió “por la misma razón que nosotros no llevamos, es muy difícil que cuando hay una fecha FIFA, en un período tan corto como es cinco días, vos puedas establecer un vínculo de confianza entre el profesional y los jugadores, cuando ellos tienen otros profesionales en sus clubes [con los] que realmente se vinculan”.
De todas maneras, cree que “el debate está bueno” porque se da a conocer “cómo funciona en la selección”. Además, sostuvo que “si [contratar un psicólogo para la selección mayor masculina] fuera pedido por el área deportiva o algo que funcionalmente se necesitara, hace tiempo estaría”, ya que no es “un tema de presupuesto ni de ahorro”.
Tanto Giordano, que expresó que el rol del psicólogo deportivo en la selección mayor durante el Mundial “puede ser que tenga beneficios -habría que hablarlo con alguien que fuera idóneo-”, como Alonso, que dijo no ser portador de una “palabra especializada”, compartieron sus dudas al respecto.
Qué implica el trabajo del psicólogo deportivo
Por esto, la diaria fue por la palabra de María Noel Givogre, licenciada en Psicología, máster en psicología del deporte, que trabaja como psicóloga en el Departamento de Desarrollo de la AUF, que involucra a todas las selecciones de fútbol sala, fútbol femenino y fútbol playa.
Para Givogre el rol está mal conceptualizado, ya que “hay un montón de trabajo, no sólo la gestión del grupo. En el fútbol profesional hay un montón de cosas extra que tienen que ver con el negocio y el lugar del jugador, como protagonista, que hay que atender”. Entre ellas, la psicóloga desglosó: “La gestión de lo emocional, poder trabajar con los jugadores antes de una competencia es un plus, pero hoy en día con las redes sociales podés trabajar a distancia con jugadores que no están en Uruguay; yo lo hago, de hecho”. Sobre la modalidad virtual admitió que “algunas cosas como los gestos y señales son imperceptibles a distancia”, pero valoró que igualmente “llegás a generar una confianza propicia para trabajar”.
“El trabajo previo a un torneo es fundamental, ver las expectativas, lo que el jugador se imagina que puede llegar a pasar, los rivales, las situaciones, entre muchas cosas”, ejemplificó y abundó: “El trabajo posterior es de evaluación. Ver si se cumplieron los objetivos que se plantearon para el Mundial, por ejemplo, no sólo objetivos de equipo, sino metas personales. Poder valorar los errores desde un lugar de aprendizaje: si no me toca ganar hoy, aprendo. Entonces, si gestiono las expectativas, luego soy consciente y no es tan frustrante, por ejemplo, dar un mal pase”.
En pocas palabras, resumió que el rol trabaja con el fin de “que el jugador se conozca a sí mismo. Cuanto más autoconocimiento hay, mejor se gestionan las emociones, la presión, las habilidades, la motivación y la autoconfianza”.
Alonso planteaba que “no hay una necesidad identificada. Estamos hablando de jugadores que en general, prácticamente en todos los casos, ya tienen un vínculo [con el psicólogo deportivo] en su cuadro, ese punto lo tiene atendido. No se puede generar el vínculo en cuatro o cinco días”.
Además, el presidente comentó que quienes viajaron a Qatar 2022 “son jugadores que ya tienen más de ocho, diez o 12 años de carrera y de superación de los episodios [que se dan en el deporte], trabajan con los psicólogos en ese acompañamiento, cada vez es más difícil encontrarle el espacio a cada cosa”.
Para Giordano, contaban con suficiente experiencia previa: “De los futbolistas que fueron a Qatar 2022, sólo cinco no habían jugado un Mundial anteriormente. En el equipo de sanidad fueron a cinco mundiales, y son gente que está muy en contacto con el futbolista, el departamento médico no lo ve [al hecho de contar con un psicólogo deportivo] como una condición indispensable en mayores”.
Experiencias
De los equipos que viajaron a Qatar 2022, “Ecuador llevó un psicólogo que ya había trabajado en Sudamérica, en Boca Juniors; en España viajó con la delegación un psicólogo que integra el equipo de Luis Enrique, que de hecho trabaja directo con él, para que él luego maneje su equipo de mejor manera”, explicó Givogre.
En el caso de Costa Rica, “llevó un coach, que es en realidad una herramienta dentro de la psicología, no es un profesional completamente formado en psicología, está formado en una técnica de entrevista, que es el coaching, con la que pueden sacarle provecho a la entrevista con los jugadores. No es un psicólogo y no va a resolver lo que puede cualquiera de nosotros”, argumentó.
Alemania es una selección que siempre ha trabajado con psicólogos y no salieron campeones, de hecho, quedaron afuera en primera ronda dos mundiales seguidos. “El psicólogo no te va a garantizar que van a ganar, pero sí que rindan al máximo y que den todo lo que puedan. En los partidos juega el rival y no todo depende de lo mejor que puedan dar los equipos”, explicó la psicóloga.
Es complejo el trabajo dentro del fútbol porque se manejan muchas personalidades dentro de un equipo, es un deporte colectivo con destaques individuales. “Es muy normal que trabajen con un psicólogo deportivo. El golero de Argentina, Emiliano Martínez, contó que había trabajado cosas con su psicólogo como lo más normal del mundo”, recordó.
Los psicólogos muchas veces pueden trabajar en cancha y se enfocan en cosas que son del juego. “He recibido pedidos como ‘atendé a Fulano’, y no, yo no lo atiendo, lo entreno, porque lo que hago es entrenamiento mental para rendir al máximo. Desde este lugar puedo cuidar la salud mental del futbolista”, contrastó Givogre, y además comentó que es normal que se vincule su rol con una clínica.
Por esta línea abundó: “No atiendo los problemas de los jugadores; si un jugador tiene problemas, va al psicólogo clínico porque en un equipo no tengo tiempo para dedicarme a un solo jugador todas las semanas”.
Cuanto antes, mejor
El panorama es distinto a nivel juvenil, donde “tenemos psicólogos y hay un vínculo con el jugador que viene de mucho más tiempo, tiene más días de trabajo porque se hacen los microciclos de tres días, hay un trabajo mucho más amplio, los jugadores comen juntos en el complejo y tienen una relación mucho más fuerte con las selecciones nacionales”, explicó Alonso.
No obstante, los psicólogos que estaban en las selecciones juveniles en el período anterior en el que se formaron varios de los jugadores que representaron a Uruguay en Qatar 2022 no están trabajando más en la AUF ya que “hubo cambio de personal con el cambio de dirección técnica y otros cambios, como un Departamento de Salud Mental que está en construcción; trataremos de tener un psiquiatra referente también”, explicó Giordano, y añadió: “En eso estamos bastante bien, pero lo estamos conformando y de a poco vamos logrando cosas”.
Para los futbolistas de primera y segunda del fútbol uruguayo, la Mutual de Futbolistas Profesionales tiene un programa denominado Más Mutual, que se encarga de brindar asistencia en materia de acompañamiento psicológico vinculado al deporte.
Hacia adelante
Consultados sobre si consideraban que sería beneficioso o no contar con un psicólogo deportivo a futuro, los referentes de la AUF replicaron: “Tendría que verse para cada grupo puntual; las evaluaciones las tiene que determinar el área deportiva, conociendo a cada jugador también. Porque ellos están muy contenidos en cada uno de sus equipos. A veces la necesidad [de acompañamiento psicoterapéutico] la plantea la propia dinámica con el jugador”, respondió Alonso, y comentó que “en general no surge necesidad del vínculo [con el psicólogo deportivo], pero si surgiera, no habría ningún problema”.