Acercar el ciclismo a la gente podría ser la consigna de la 50ª edición de Rutas de América. No son años de esplendor, pero esta expresión deportiva que pasa por diversos puntos del territorio nacional –ya no tantos como antes– tiene una competencia tradicional, en un fin de semana tradicionalmente reservado para el pedal en las páginas de los diarios, los informativos de la televisión y las noticias en las radios. En 2022, la carrera por etapas vuelve a realizarse luego de ser suspendida en 2021 por consecuencia de la covid-19.
No fue como la organización lo hubiese preferido, porque con el calendario ya armado y con sólo diez días de anticipación, los equipos fueron notificados de que habría un prólogo de la competencia en Montevideo el viernes 25. 276 kilómetros en línea recta separan la capital de Fray Bentos, 313 si los contamos por ruta, y justamente la capital de Río Negro estaba pautada para recibir la primera etapa. Esto implicó movimientos, la logística de los equipos exprimida al máximo para competir una tarde acá y otra allá. Pero lo cierto es que cerrar 18 de Julio para un espectáculo deportivo profesional es algo de lo que no muchas disciplinas pueden gozar; fue aprovechado. Y también es cierto que el dinero que la intendencia aportó para la competencia ayuda a sostenerla. El corazón de la ciudad quedó surcado por ciclistas, con ruedas tapadas, manillares de esos aerodinámicos, con cuernos de cabras, las bicis de crono.
Jorge Giacinti, del Club Cerro Largo, fue el vencedor de la contrarreloj individual, al completar tres kilómetros en tres minutos y 25 segundos. Apenas cinco segundos más atrás llegó Pablo Anchieri, quien sin embargo quedó décimo, porque el circuito corto apretó mucho los tiempos. Primera etapa para partir las posiciones en la general, pero con diferencias muy cortas como para ser consolidados liderazgos.
El sábado fue de exhibición. Otra vez las cabras, para que los ciclistas recorrieran 9.300 metros en la ciudad de Fray Bentos, en rebaño, para llegar juntas en un grupo de al menos tres, ya que el tercero es el que le da tiempo al equipo. Unión 33 Vergara se subió a lo más alto del podio, mostró sus marcas y se aseguró un premio económico con su registro de 11 minutos y 32 segundos. Acompañaron San Antonio de Florida y Barrio Artigas de Treinta y Tres en segundo y tercer lugar, respectivamente. Eso con el principal incentivo de ser el ganador de ese día. Para el objetivo de la general esto no tuvo ninguna incidencia, porque el tiempo no fue contemplado, y ahí es que cabe la pregunta: ¿cuánta pierna metieron los candidatos? Desde un club contestaron a la diaria que “hay equipos que salieron a pasear” y otros que decidieron “no arriesgar para no perder la semana, pero no hacerla de paseo”. “No te exigís a fondo porque sabés que tenés una caída y chau”, remarcó el dirigente en cuestión.
El domingo volvió la competencia feroz, la de largo aliento, que terminará recién el próximo domingo y que se convierte poco a poco en una prueba de resistencia para este nivel de ciclismo, el local. Por las que duelen, Pablo Anchieri se quedó con los diez segundos de bonificación del sprint, mientras que Roderick Asconegui tomó tres y Leonel Rodríguez, cuatro. Todo eso en una etapa de 173 kilómetros que salió de Fray Bentos y culminó en Mercedes.
Así las cosas, la general está ordenada con Anchieri como líder, quien aventaja en dos segundos a Asconegui y en cinco a Jorge Giacinti. En cuarto lugar aparece Agustín Moreira, ocho segundos detrás. Uno de esos nombres que hay que relojear, entre otras cosas porque es el último campeón de Rutas, en 2020.
En la general por equipos, Amanecer, Ciudad del Plata, Unión 33 Vergara y Cerro Largo dominan la cosa con igual tiempo, con más de 25 minutos de ventaja sobre San Antonio y Náutico Boca de Cufré.
La etapa del lunes saldrá de Mercedes y llegará a Carmelo, 168 kilómetros después del arranque.