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Marcos Cairús y Hans Hannibal

Foto: Federico Gutiérrez

Marco Cairús y Hans Hannibal: “Tenemos grandes chances de clasificar al Mundial de Roma”

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La dupla está en zona de clasificación cumplidas cuatro etapas del circuito sudamericano. Se consagraron por primera vez en nuestro país a mediados de enero.

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La ilusión intacta pese a las piedras en el camino de arena. Imágenes que quedan para toda la vida con festejos, rodeados de familia y amigos, dentro de un recorrido que no da tregua para pasar de la felicidad a la frustración con la obligación de volver a levantarse a buscar los sueños.

El Mundial de Roma estaba pactado para 2021, pero se postergó para junio de este año por la pandemia. Hay cuatro cupos disponibles para América del Sur a los que se accede por ranking continental. Los puntos se suman en seis etapas.

Hasta el momento se disputaron cuatro. Uruguay está en el cuarto lugar, arañando la clasificación. Para la buena colocación, mucho tuvo que ver el título logrado en Montevideo por la dupla de Cairús y Hannibal al vencer en la final 2-0 a los chilenos Noé Aravena y Vicente Droguett.

Los campeones comenzaron a jugar en dupla en la segunda etapa del circuito, en San Juan, Argentina. Previo a ese certamen estuvieron con problemas de salud, lo que no les permitió jugar al máximo de sus posibilidades. Por poco, no pudieron acceder a las semifinales en ese debut.

En la playa Pocitos se subieron al escalón más alto del podio mostrando su mejor potencial. Fue la primera consagración de la historia de una dupla en tierra uruguaya. Un nivel desbloqueado que alimenta la ilusión de aspirar a cosas grandes sabiendo que se puede.

Días más tarde, los dos se contagiaron de covid-19, lo que sólo les permitió un día de entrenamiento juntos previo al certamen de Viña del Mar, Chile, donde finalmente no se presentaron a jugar.

Ahora se preparan y esperan ansiosos por la etapa que se disputará en Mollendo, Perú, desde el viernes 4 al domingo 6 de marzo. Buscarán sumar puntos claves para afianzarse en el ranking y empezar a hacer el check in rumbo a Italia.

¿Cuándo se enteraron de que eran positivos de covid?

HH: Yo me agarré enseguida que terminó el torneo en Montevideo; fue duro. Seguí entrenando en casa como pude, y volví a la normalidad solo porque Marco estaba contagiado.

MC: Lo mío fue al revés; entrené unos días y después me agarré. Me incorporé muy cerca del viaje a Chile. Vamos a ir recuperando sensaciones de a poco.

“El estadio estaba lleno. La emoción de ganar fue muy grande”. Hans Hannibal

¿Cómo vivieron la etapa disputada en Montevideo?

HH: Fue muy lindo jugar de local con todo el público. Fue un fin de semana de lluvia, pero, por suerte, el domingo aflojó para que la gente pudiera venir, el estadio estaba lleno. La emoción de ganar fue muy grande.

MC: Compartimos con muchos familiares y amigos que saben del esfuerzo que hacemos todo el año. Tenerlos en la tribuna viéndonos jugar fue especial. Y salir campeones por primera vez en Uruguay coronó todo.

¿Qué fue lo que más disfrutaron del título obtenido?

HH: Estuvo bueno que lo hayan pasado en vivo por televisión abierta y todos los medios que se acercaron después del torneo para difundir un poco nuestra labor. Entrenamos todo el año en la playa. La mayoría de los meses no se ve. Por suerte, el resultado acompañó. Seguimos disfrutando y recordando la final, sobre todo, que eso va a quedar para toda la vida.

MC: Ahora estamos en la parte linda, pero en invierno hay que bancársela [risas]. Con térmica y medias se lleva.

Foto: Federico Gutiérrez

¿Cómo se sienten al jugar juntos?

HH: En Uruguay fue el segundo torneo que jugamos en dupla. En el primero, en Argentina, llegamos con algunos problemitas de salud, perdimos el ingreso a las semifinales. De a poco nos vamos conociendo bien. Somos dos jugadores defensivos, pero nos vamos adaptando a jugar juntos y estamos contentos.

MC: Por distintos motivos las duplas con las que compartíamos dejaron de integrar la selección y nuestro director técnico, Juan Cartagena, decidió juntarnos. Nos estamos sintiendo bien dentro de la cancha, con los entrenamientos vamos puliendo cosas y siempre tenemos al entrenador que nos va orientando.

Siendo dos jugadores defensivos, ¿cómo van generando herramientas para el ataque?

HH: Es 50% y 50%. Buscamos ser ofensivos cuando recibimos el saque para hacer el punto de una; si no, se nos complica. Para ir a bloquear vemos quién está mejor en la red y quién está defendiendo más. En la etapa de Uruguay sentía que Marco estaba muy bien atrás mío. Nos vamos adaptando. Generalmente va a bloquear el que no saca, para tener menos recorrido, pero en ese caso iba siempre yo porque él tenía más chance de traerla.

¿Cómo preparan los partidos?

MC: Hace muchos años que jugamos en etapas sudamericanas y todos los rivales son más o menos conocidos. Los partidos se tienen que preparar viendo videos; ningún rival es fácil para nosotros y tenemos que ajustar detalles para bajar el margen de error.

¿Con qué expectativas encaran la parte final de las clasificatorias?

MC: Tenemos grandes chances de clasificar a Roma, estamos bien encaminados. Estamos cuartos y tenemos que mantenernos así en las etapas que quedan. Hay que terminar arriba y sumar buena cantidad de puntos para seguir en puestos de clasificación.

¿Qué le daría al vóley playa de Uruguay participar en un Mundial?

HH: Sería muy bueno para el país. Se ha logrado la clasificación en otras oportunidades y eso da prestigio y motiva a mucha gente que practica este deporte para mejorar. También incentiva a los más chicos ver que se puede. En este caso los referentes somos nosotros, pero han ido otros jugadores. Se busca eso; por un lado, cumplir el objetivo planteado como equipo de trabajo, dejar a Uruguay lo más alto que se pueda y ser motivación para los demás.

“Jugar un Mundial es muy especial; a mí me tocó en 2019 en Hamburgo, Alemania. Le ganamos a Rusia. Fue muy lindo. Si toca repetir, la meta es pasar la serie”. Marco Cairús

En tu caso, Marco, sería tu segundo Mundial. ¿A qué objetivos se puede aspirar como equipo?

MC: Jugar un Mundial es muy especial, a mí me tocó en 2019 en Hamburgo, Alemania. Le ganamos a Rusia. Fue muy lindo. Si toca repetir la meta es pasar la serie. Es bastante complicado, pero se puede, y después de eso seguir partido a partido buscando el mejor lugar.

Marco Cairús, Nicolás Llambías, y Hans Hannibal, durante el partido de Uruguay 1 y Uruguay 2, en la playa Pocitos de Montevideo (archivo, enero de 2022).

Foto: Mauricio Zina

¿Cómo se proyectan a largo plazo?

HH: Después del Mundial vienen los Odesur en octubre. Y en 2023, los Panamericanos en Chile, a los que tenemos que clasificar por ranking continental. Seguramente si clasificamos a Roma aparezcan más competencias en el medio, de Circuito Mundial, para las que se consigan los fondos para ir y llegar lo mejor preparados posible.

MC: Sin duda, el objetivo final y a largo plazo es París. No lo estamos pensando ya, pero es muy importante. Llegar con Uruguay a unos Juegos Olímpicos sería increíble.

¿Se pueden dedicar de lleno al vóley playa?

HH: Es un deporte amateur, va mucho en la pasión y el amor que nosotros le ponemos. Tenemos el apoyo del Ministerio de Defensa Nacional, del Comité Olímpico y de la Federación Uruguaya de Vóley. A mí también me ayuda la Intendencia de San José, porque soy de allá. Nos sentimos respaldados. Nosotros contamos con becas militares que alivian bastante el costo económico que lleva este deporte. Intentamos ser lo más profesionales que podemos.

MC: Ahora mismo nos estamos dedicando 100%. No lo podemos proyectar mucho a futuro por ahora, pero por estos años sí.

¿Qué diferencias encuentran entre la playa y el indoor?

HH: Me gusta más la playa. Empecé jugando en piso, pero en la arena tenés más participación y no depende de tantas personas. Es sólo un compañero y lo que hagas vos. A nivel sudamericano e internacional tenemos más chances de lograr buenas clasificaciones, que a nivel de indoor es muy difícil. El ambiente y el clima de la playa es lo más lindo.

Foto: Federico Gutiérrez

MC: Desde muy chico me dediqué a la playa porque toda mi familia jugaba, sobre todo mi padre y mi hermano. Entre 2011 y 2012 jugué en piso y estuve en una preselección, pero fue muy poco, y después, más nada: de lleno a la arena, que me gusta mucho más.

¿Qué les gusta más de compartir cancha con su compañero?

HH: La actitud que pone Marco. Cuando se prende en la defensa es de lo mejor de Uruguay. La garra que tiene es tremenda. Siempre quiere ganar y hace la diferencia para lograr el resultado. Te empuja.

MC: De Hans admiro su tranquilidad jugando y su potencia física. Y la humildad que tiene, porque es de los mejores jugadores que hay, pero es muy humilde a la vez. Nos complementamos bien.

“Trabajamos la concentración y que no se vaya la cabeza en ningún momento. Elevar la calma y controlar la euforia”. Hans Hannibal.

Más allá de lo deportivo, ¿cómo trabajan lo mental adentro de la cancha?

HH: Es muy importante; lo manejamos con el psicólogo, que es Felipe Castro, a quien tenemos en el equipo de trabajo. Buscamos enfocarnos siempre en la pelota que viene. Es un deporte por cantidad de puntos, sin tiempo que te ponga un límite. Siempre el resultado depende de vos. Trabajamos la concentración y que no se vaya la cabeza en ningún momento. Elevar la calma y controlar la euforia.

MC: Lo ideal es equilibrar. Cuando hay una rachita positiva en el juego, elevar la euforia sin irte de mambo, y cuando es negativo, mantener la calma y seguir trabajando porque el partido es largo. Yo soy más aguerrido y Hans es más tranquilo. Nos vamos conociendo para saber cuándo lo tengo que subir un poco y en qué momento él me tiene que bajar a mí.

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