El Barcelona femenino nuevamente marcó la cancha: en un día se agotaron las entradas para el partido ante Wolfsburgo, por semifinales de la Liga de Campeones, al que asistieron 91.648 espectadores.
El partido se disputó el viernes y resultó en victoria del conjunto culé 5-1, que puso un pie en la final de la Champions. Con los goles de Aitana, Hansen, Jenni Hermoso y un doblete de Alexia Putellas, y el descuento de Roord para las alemanas, las culés nuevamente batieron el récord mundial de asistencia a un partido de fútbol femenino.
La primera vez este año fue en marzo, llovía y era miércoles, pero 91.553 espectadores estuvieron presentes en el Camp Nou para el duelo ante Real Madrid, en la vuelta de los cuartos de final, cuando se impusieron 5-2. Se trató del primer partido oficial que el Barça femenino jugó con público en el Camp Nou, y también superó el récord de asistencia en un encuentro de clubes. La marca de mayor asistencia la tenía el Wanda Metropolitano de Madrid, que contabilizó 60.739 espectadores en el duelo entre Atlético de Madrid y el Barça en 2019.
No es casualidad que estos hechos estén sucediendo en la actualidad y en España, porque el fútbol femenino, además de existir, hace méritos para crecer. El Barcelona lleva “50 años de lucha por la igualdad”, publicó el club en su cuenta oficial durante el Mes de la Mujer, haciendo referencia a las acciones sociales que realiza el conjunto catalán para promover la equidad de género.
Real Madrid y Villarreal son los dos equipos de los 16 que conforman la primera división española que todavía no han jugado partidos de fútbol femenino en sus propios estadios.
Anteriormente, la marca más alta de asistencia a un partido de mujeres se había dado en el estadio Rose Bowl de Pasadena, cuando Estados Unidos y China disputaron la final del Mundial de 1999 con 90.195 personas presentes.
Otras de las cifras históricas se han dado en un partido entre Japón y Estados Unidos durante los Juegos Olímpicos de Londres 2012 con 80.203 espectadores, y otro partido del Mundial de 1999 entre Estados Unidos y Dinamarca, que tuvo una concurrencia de alrededor de 78.973 personas en el Grant Stadium.
Muy lejos, Uruguay
En Uruguay “las grandes concurrencias a partidos de fútbol femenino se registrarán en el futuro”, tal como sostuvo Jorge Burgell, uno de los precursores del fútbol de mujeres uruguayo, que ha presenciado instancias con muy buen marco de público. Según Burgell, que sigue la disciplina desde sus inicios, uno de los partidos de mujeres con más asistencia fue Ghana-Uruguay en el debut de las celestes en el Charrúa en la Copa del Mundo sub 17, en el que Uruguay cayó 5-0.
“A pesar de las restricciones para concurrir que plantearon los organizadores, una de las tribunas de atrás del arco estuvo llena por completo y hubo una asistencia interesante en el resto de los estrados”, comentó sobre el evento ocurrido el 15 de noviembre de 2018.
En lo que corresponde al torneo de la A y de la divisional B del fútbol femenino uruguayo, no es frecuente que las mujeres jueguen en los recintos de sus propios equipos, sobre todo en el caso de los equipos con estadios más grandes, como Peñarol y Nacional.
Mi casa está
Justamente otro de los encuentros que tuvo buena asistencia fue un clásico entre Nacional y Peñarol por la Primera División, correspondiente a la última fecha del Torneo Apertura de 2019, el 20 de julio (fecha 9). Las entradas tuvieron un costo de $200. En este partido el aurinegro se impuso 2-1 y levantó la Copa del Torneo Apertura. Se trató del primer partido abierto al público, más de 1.000 hinchas aurinegros asistieron, a pesar de que en paralelo jugaba el equipo masculino de Peñarol en el Capurro. Y más de 2.000 parciales tricolores agotaron las entradas habilitadas de la tribuna Abdón Porte.
Anteriormente las tricolores sólo habían jugado un partido en el Gran Parque Central; la primera vez fue entre Nacional y Colón en 2015 y luego las tricolores volvieron a ser locales en su casa ese julio de 2019.
Ese año fue clave para el fútbol femenino, porque los dos equipos más grandes pudieron ser locales para los dos clásicos que definieron el campeonato. El último del Torneo Uruguayo de 2019 se definió en un clásico en el Campeón del Siglo. Peñarol se impuso 3-1 y se coronó tricampeón en un histórico partido en su casa, en noviembre, pero sin público general.
La única vez que las aurinegras habían sido locales en su casa nueva, había sido en setiembre de 2018. Peñarol había jugado por primera vez en el Campeón del Siglo. Fue ante River Plate, en el preliminar del partido masculino entre los aurinegros y Torque, que se jugó a las 16.00.
El partido fue además transmitido por AUF TV, que desde ese momento comenzó a tomar la iniciativa de transmitir los partidos de mujeres.
Más tarde, en diciembre de 2021, Peñarol jugó con Fénix en el Campeón del Siglo por primera vez sin limitaciones en las tribunas; anteriormente habían jugado con aforo reducido, a puertas cerradas o como preliminar a un partido del masculino. Esta instancia fue la primera en que las jugadoras de Peñarol fueron locales en su cancha sin restricciones para el público. Los ingresos tuvieron un costo de $125 para socios y $200 para público general.
Centenario para todxs
Las mujeres tampoco suelen jugar en el estadio Centenario. En junio de 2021 la selección uruguaya de fútbol femenino volvió a jugar en este establecimiento tras 24 años; fue ante Puerto Rico en un partido amistoso. El segundo encuentro amistoso con esta selección fue en el estadio Franzini.
La única vez que las mujeres celestes habían sido locales en el mayor recinto uruguayo fue ante Canadá, cuando la primera selección de fútbol femenino del país jugó un partido preliminar del clásico rioplatense en la rama masculina entre Uruguay y Argentina, en enero de 1997, correspondiente a las Eliminatorias rumbo al Mundial de Francia 1998. En esta instancia la pionera del fútbol uruguayo Fabiana Llofriu hizo un gol en de tiro libre. “Ver mi apellido en el antiguo tanteador del Centenario fue muy emocionante. Me estremezco con sólo pensar en ese momento”, contó a Garra.
El estadio Charrúa es el escenario montevideano que en teoría se destinó exclusivamente para el fútbol de mujeres en conjunto con el rugby, cuando se confirmó la organización de la Copa Mundial Femenina sub 17 de la FIFA Uruguay 2018 que se realizó en Montevideo, Colonia y Maldonado. Para ese evento se remodeló el establecimiento y quedó funcionando como centro de alto rendimiento para las selecciones nacionales de fútbol femenino y rugby. Desde ese entonces albergó importantes eventos internacionales de esta disciplina como el Sudamericano sub 17 de este año, pero en la práctica sucede que se utiliza también para los torneos de segunda división del fútbol masculino, y justamente cuando se estaba dejando a punto para que comenzará este último torneo, mientras la Conmebol y la AUF colocaban la cartelería el día previo al comienzo del Sudamericano, dos equipos de la B masculina disputaron un amistoso.
Para este torneo la asistencia fue gratuita, bastaba con canjear un ticket virtual que se presentaba al ingreso. Durante los partidos de Uruguay la asistencia fue notable, a pesar de que solamente una tribuna estuvo habilitada. En el primer partido de las celestes frente a Perú, en el que Uruguay venció 2-0 la tribuna Bolivia estuvo casi a tope, a diferencia del mundial sub 17 de 2018, en el que las tribunas que se pudieron llenar fueron las de detrás del arco.