“Hay café, café”, “alfajor” y “a los churros, los churros” son las típicas frases que confirman al imaginario colectivo de lo que es un vendedor ambulante en los estadios uruguayos.
Esto dejó de funcionar en los partidos de Peñarol porque se cambió la forma de comercializar alimentos en su estadio, tras llamar a una nueva licitación que ganó una empresa argentina, que hasta el momento no trabaja con vendedores ambulantes.
Peñarol tiene un estadio de último nivel, que puede alojar hasta 40.700 espectadores: 36.000 en las tribunas y 4.000 en el palco. Se trata del estadio más moderno de Uruguay. El establecimiento cuenta con sede y museo del club, oficinas administrativas, salas de primeros auxilios, sala de conferencia para 70 personas y estacionamientos pavimentados. La tribuna principal, la Henderson, dispone de una cafetería en el hall principal y máquinas dispensadoras de alimentos en cada uno de los pisos donde se ubican los distintos palcos.
El club cuenta con un área de marketing que trabaja con el Campeón del Siglo, adecuando sus espacios para que conformen un recinto moderno y tecnológico.
En ese sentido los vendedores de churros y alfajores fueron sustituidos por máquinas de café y de golosinas. Una máquina dispensadora de gomitas masticables, un puesto de bebidas y agua, una máquina que dispensa distintos tipos de café: expreso, capuchino, cortado, chocolate, té, entre otros, y un puesto de galletas dulces, saladas y alfajores todos pertenecientes a la línea argentina Arcor, con mesas y butacas alrededor a disposición de los clientes, son los nuevos ofrecimientos de las tribunas del recinto mirasol para sus asistentes.
El encargado de marketing de Peñarol, Nicolás Volonterio, contó a Garra que el proceso de cambio de los puestos de venta se inició el partido pasado, en el que el conjunto mirasol se enfrentó a Wanderers. La nueva concesión de gastronomía del Campeón del Siglo implementó nuevos productos como golosinas y snacks, además se aumentaron los mililitros en los refrescos, que pasaron a ofrecerse en botella de plástico, dejando atrás la de 280 mililitros de vidrio, y pasando a 600 mililitros.
“La idea a futuro es hacer un restaurante en el hall principal, pero en estos partidos ya se están implementando los cambios en los puestos finos de las diferentes tribunas. Es el mismo proveedor del Antel Arena y también tiene estadios en Argentina”, explicó Volonterio.
Un paso al costado
El hecho de que ya no haya vendedores de churros o de alfajores despertó la indignación de hinchas, que haciendo alusión al lema “origen obrero y popular” con el que busca identificarse el conjunto aurinegro, se manifestaron en contra de la resolución porque implicó que los populares vendedores de alimentos en las tribunas dejen de estar presentes en el Campeón del Siglo o en el estadio Centenario.
El caso más ejemplificante es el de uno de los vendedores de alfajores que trabajó durante casi 40 años vendiendo en partidos de Peñarol, en el estadio Centenario y, desde su inauguración, en el Campeón del Siglo.
El vendedor más popular de Peñarol se apoda Tyson, y trabajaba para la empresa que recientemente perdió la licitación para vender en el Campeón del Siglo, por lo que ahora podrá presentarse en otros espectáculos, pero para volver a ofrecer sus productos en los partidos en el estadio de Peñarol deberá esperar la autorización de la nueva empresa, si es que se le otorga.
La particularidad de este trabajador es que, además de vender, es un hincha más del equipo mirasol. Tyson entonaba cánticos alentando al club mientras ofrecía sus alfajores.
“Hacía 38 años que trabajaba con esa empresa que tenía la licitación desde hacía muchísimos años, desde el estadio Centenario, la cancha de Wanderers, la de Nacional”, contó el vendedor.
Jonatan Pérez, uno de los hinchas que se manifestaron en contra de esta nueva forma de venta en el Campeón del Siglo, consideró que “a vendedores como Tyson los tendrían que haber metido en el paquete; si la empresa que ganó la licitación es buena en marketing, tienen que contratarlo para vender en el Campeón del Siglo”.
Otro de los vendedores de churros, Damián Corrales, expresó que “la persona que nos daba trabajo en el Campeón del Siglo es una excelente persona, pero unos empresarios compraron todo”.
En este sentido, Volonterio explicó que este nuevo proveedor no tiene vendedores ambulantes, pero que el club le sugirió como una de las posibilidades tener ese servicio, y mantener productos como el churro, que es típico uruguayo.
“Recién va una semana, y luego del primer partido hubo sugerencias por cosas a evaluar y a mejorar”, alegó.