Fue 0-0. Deportivo Maldonado no pudo ganar, pero estuvo cerca en un partido que representó el debut absoluto de los fernandinos en la competencia internacional, enfrentando por Libertadores al poderoso Fortaleza, que ahora lo espera el jueves que viene en el Castelao brasuca para definir la llave.
Un disfrute sin igual el de la vieja tribuna del Campus. Miles de fernandinos, miles de maldonadenses, viendo el impensado debut del Batacazo en la Copa Libertadores de América. El club rojiverde que después de cuatro años de andadura cambió su nombre de Batacazo para Deportivo Maldonado, el que empezó en Maldonado antes que existiera OFI, el que fue campeón y motor del fútbol maldonadense, y que en 1995 decidió pasar a competir profesionalmente en la AUF, debutó en la Copa Libertadores de América y fue un lujo.
Fíjense una cosa, los campeones de 1980, y que eran hinchas de Nacional, capaz que faltaron a una práctica para irse al Centenario a ver la definición de la Libertadores. Los campeones de 1987 que eran hinchas de Peñarol, tal vez acomodaron horarios para ir a ver la Libertadores aurinegra.
Ahora estuvieron ahí con sus hijos, hasta con sus nietas en la tribuna Campeones del Este sintiendo una emoción incontenible de ver al Depo en esta instancia.
Por todo
El equipo de Fabián Coito arrancó el partido como si fuera copero de toda la vida, y antes de llegar a los cinco minutos estuvo a poco de abrir el marcador, en una jugada de gran dinamismo que arrancó con Eduardo Darias quitando y empezando en su campo, y culminó con el polifuncional definiendo como 9 apenas al lado del caño.
Los brasileños empezaron a empujar y llegaron a campo contrario, pero el sólido y esforzadísimo Deportivo Maldonado supo imponerse física y estratégicamente, aún sin poder contar con uno de sus máximos exponentes, Maximiliano Cantera, que arrastraba una suspensión en Conmebol de cuando jugó con Nacional.
Y a los 22’, cuando el trámite del partido se empezaba a complicar porque se impuso el tránsito ofensivo del elenco nordestino brasileño -con enorme y millonario presupuesto-, Deportivo Maldonado anotó un gol que de manera muy controversial el VAR anuló porque vaya a saber qué parte del talón de Spinelli estaba adelantada antes del gol de Hernán Toledo.
Una pena, y hasta una injusticia, que no frenó el impulso y el esfuerzo de los fernandinos, que hasta el momento en que se fueron al descanso siguieron atacando y perturbando a los rivales.
En el segundo tiempo el potente equipo brasileño trató de imponer condiciones de juego en campo uruguayo, y sin perder concentración, pero sí desgastándose físicamente, Deportivo Maldonado se defendió, pero le costó recuperar y jugar.
Claro que se vio la desigualdad, pero los uruguayos no sólo aguantaron el partido, sino que lo siguieron buscando hasta el final.
De fiesta.
Así fue el inicio de Deportivo Maldonado, cerca del Batacazo, en su bautismo internacional.