Entre la serie de preguntas que Marcelo Bielsa respondió en su presentación habló de cuáles son sus objetivos en este nuevo rol con la celeste y de cómo trabajará para conseguirlos. “Los seres humanos lo que queremos es ser queridos y en el fútbol el afecto se consigue instalando en la memoria colectiva recuerdos inolvidables, y la única forma es ganar”, comenzó diciendo.
Para dirigir a Uruguay, Bielsa hizo varias solicitudes a la Asociación Uruguaya de Fútbol y en esta ocasión dio algunos detalles de lo que tiene que ver con el cuerpo técnico: “Hay compañeros con los que trabajo hace muchos años que van a seguir cercanos a mí y hay algunos componentes del cuerpo técnico que prefiero que sean nacionales porque me van a ayudar a conectar con mayor facilidad cuestiones que debo conocer”, contó, a la vez que remarcó que busca trabajar con compañeros “que tengan 20 años menos” que él porque a su entender evitan que imponga ideas antiguas y se asome a ideas nuevas.
El objetivo de Bielsa como entrenador de la selección uruguaya es, claro, ganar. “En el fútbol, y más aún siendo extranjero, la aceptación tiene un solo nombre y es victoria, triunfo. Después habrá más o menos paciencia según el sentir popular. El rechazo a lo que no es propio es legítimo, un sentimiento que consolida la identificación de lo propio. Sobre todo en un país que está futbolizado y tiene entrenadores y jugadores de prestigio”, manifestó, a la vez siendo humilde con su figura: “Tengo una dimensión como entrenador y la conozco. Hay una desproporción entre la entidad que me contrata y la mía: en los últimos 15 años del fútbol uruguayo ha habido una expresión mayor que la que yo tuve como entrenador en los últimos años”.
En ese sentido, Bielsa también se refirió a qué pasa cuando no se sale campeón. “La palabra fracaso es como agarrar un alfiler y tocar al que puede triunfar o fracasar. Fracaso y éxito, así, significa que lo va a definir el orden con que termine en la tabla cada equipo. Y esa es una medida muy contundente y representativa, pero para algunos no es la única. Hay otras formas. Es un tema que, los que perdemos con más frecuencia, estamos muy dispuestos a discutir. Yo ya estoy un poco cansado de esas discusiones a través de lo que significa ser o no ser exitoso. Me asumo como más vinculado con el fracaso que con el éxito”, concluyó el argentino.