En otros tiempos pudo haber sido una recomendación solidaria, bien intencionada y con cierto aire de autor, como si te estuviese pasando el pique de una película de culto, o de un boliche donde hacen un chivito único, o cómo si en los 90 te estuviera dando un mapita para llegar al Polonio, a Punta del Diablo, al Valle del Lunarejo o a Rincón de Darwin.
Hoy es una recomendación casi virtual, aunque si se pudiera llegar hasta allí desde donde están leyendo esto, seguramente nos lo agradecerían. Casi imperdible, más en la ausencia de partidos de los clubes de cientos de miles de ustedes, poder estar o apreciar esta final casi artesanal entre dos clubes de capitales departamentales, donde es muy posible que los aspirantes a campeones de “su mundial” puedan haber pasado la tarde anterior laburando o llegando a la última práctica haciendo malabares con el mate en la chiva, pero a las 15.00 del domingo sentirán la misma tensión que Messi o Mbappe en el Lusail.
Este domingo a las 15.00 en la histórica ciudad de Fray Bentos, en el estupendo Parque Liebig’s, el local Laureles y el visitante Universitario de Salto definirán el más grande título al que pueden aspirar: ser campeones de clubes del interior. Será televisado por VTV.
Los raneros, los locales, Laureles, llegan con la ventaja de haber ganado hace una semana atrás en Salto, donde vencieron a Universitario por 2-1 y como el título se define por puntos en primera instancia, empatando o ganando se quedarán con la copa. Los salteños de la U, en cambio, saben que están obligados a ganar para llevarse la orejona. Si lo hacen por más de un gol de diferencia, la caravana roja marchará hacia Salto, pero si la visita ganá por un gol, se disparará la prórroga de 30 minutos como finalísima; y si no se superan, el título se definirá por penales.
Más kilómetros que la ONDA
Pasaron 109 partidos, en las más diversas canchas, con las más variadas indumentarias, con figuras atléticas de innegable proyección, con buzardas prominentes que no renuncian a su hambre de gloria pueblerina, con kilómetros hechos en camiones o en un buses de dos pisos, con estadios internacionales como el Campus de Maldonado o canchitas casi vecinales con sus alambrados de hilos.
Pasaron ternas de árbitros con uniformes color ratón, desteñidos cuervos que no leyeron la care label que dice “no secar al sol”, penales cobrados y travestidos en tiros libres, grescas, pastelitos de dulce de membrillo, bollos, bizcochos, tortas fritas y cervezas. Pasaron 24 equipos, 76 días más de 700 deportistas y, este domingo 6 de agosto de 2023 se habrá de definir el Campeón de la Copa Nacional de Clubes entre Laureles de Fray Bentos y Universitario de Salto, y a eso de las 18.00 o 19.00, uno de los contendientes ya habrá alzado por primera vez en la historia a la orejona, la copa de campeón de clubes del interior, convirtiéndose en el club número 32 en obtener el más preciado título clubístico de la Organización del Fútbol del Interior.
El que la gane, Laureles o Universitario, hará de esa fecha, del 6 de agosto, una marca inolvidable en su historia, mientras que los que se vayan con la medalla de plata estarán pensando en el sueño del año que viene, determinados a empezar de nuevo, en su liga, en su pago, para tratar de encontrar un hueco para volver a pujar por la orejona de los gauchos patones.
La primera vez nunca se olvida
Cuando en el estadio Liebig's de Fray Bentos, Laureles y Universitario empiecen la final de la Copa Nacional de Clubes A, un grupo de 50 o 60 deportistas estarán ante una de las instancias deportivas más importantes de su vida. Miles de futbolistas federados actúan cada fin de semana en cientos de parajes orientales, dándole vida a lo que llaman y se llama “fútbol del interior”. Esos dos planteles de 20 o 25 futbolistas serán los únicos entre más de 15.000 de sus pares, que se agrupan en más de 600 clubes de 61 ligas de todo el país. Estarán ante la posibilidad de pugnar por obtener la máxima gloria a la que puede acceder un club amateur del interior del Uruguay.
Ganar la Copa Nacional de Clubes, el campeonato de clubes campeones del interior, ganar la copa del interior es lo máximo a lo que pueden aspirar esforzadísimos futbolistas de un rincón al otro de la banda oriental del Uruguay, y no es poco, es lo máximo y los miles y miles que lo seguimos y que alguna vez soñamos con la orejona, en la cancha, en un desvencijado banco de madera o detrás del alambrado en tremendas tribunas o en una fila de bancos de cemento que se apoyan en bloques, sabemos lo que significa ir tras ella.
Scouting en alpargatas
Laureles de Fray Bentos y Universitario de Salto y llegan a esta final después de haber jugado 13 partidos cada uno. Fueron seis juegos en la serie, dos en octavos, dos en cuartos de final, dos en semifinales, y el restante, el de la semana pasada, en la primera final en Salto.
Universitario, que clasificó como primero de grupo, ganó nueve partidos, empató uno y perdió tres. Compartió serie con su vecino Ferro, a quien después volvió a enfrentar, Huracán de Paysandú, y Wanderers Juvenil de Tacuarembó, después en octavos eliminó a Quilmes de Florida, en cuartos a Ferro Carril de Salto, y en semifinales a Libertad de San Carlos.
Laureles, en cambio, fue tercero en su serie y en toda su participación hasta ahora ganó siete encuentros, perdió tres –todos en la serie- y empató tres veces. Los raneros compartieron grupo con Bella Vista de Paysandú, Sportivo Barracas de Dolores y Nacional de Nueva Helvecia, y luego dejaron atrás a Juventud Unida de Libertad, Ituzaingó de Punta del Este y Río Negro de San José.