Pablo López dirigió por un período breve a la selección uruguaya. Fue entre 2012 y 2014, y desde el banco estuvo en el Sudamericano 2012, en el que Uruguay salió tercero y ganó el bronce, y en los Juegos Panamericanos 2013. En esa etapa el entrenador coincidió con Jayson Granger.
¿Qué te aporta tener a Jayson en el plantel?
Es un honor, un gusto. Es un jugador con un recorrido europeo excelente. Vino en un modo absolutamente ganador, su ejemplo y su contemplación para el resto del equipo lo hacen un jugador que va a tener una influencia altamente positiva.
¿Qué hablaste con él para seducirlo?
Todo fue muy sencillo. Una vez que lo económico estuvo cerrado, le conté cuáles eran mis expectativas hacia él, realmente en estas semanas las ha superado.
¿Qué cambió entre aquella experiencia que compartieron en Chaco y este presente?
Somos personas diferentes, en principio. Él está en un plano de absoluta madurez deportiva, es un jugador que no sólo hace sus cosas muy bien, sino que hace mejores a sus compañeros. Eso lo transforma en un ganador. Todo lo que puede aportar es positivo: una gran dirección de juego, terminador en los momentos importantes y excelente defensa.
¿Qué te puede dar como líder del plantel?
Lo único que le pedí es que nos dé su mejor versión. Después, es de los que mejor entrenan del equipo. Eso ayuda al resto para verse reflejado y mostrar el camino de cómo se hace. Lo más importante es su manera de jugar, altruista, que sabe cuándo involucrar a los compañeros y tomar decisiones para ayudar al equipo a ganar. Es un referente.