Después de la derrota del viernes con Perú 1-0 por la última fecha de la primera rueda de las Eliminatorias mundialistas para Estados Unidos-México-Canadá 2026, la selección uruguaya de fútbol ya está de vuelta en Montevideo preparando el inicio de la segunda ronda, cosa que sucederá este martes a las 20.30 en el Centenario.
Habrá cambios y ajustes del plantel de 29 futbolistas para el juego con los ecuatorianos, pero por encima de ello, o en paralelo a esas determinaciones técnicas, tácticas y estratégicas, habrá que analizar otro escenario, el de las relaciones humanas, después de que Marcelo Bielsa, en la conferencia de prensa luego de la derrota en Lima, planteara que su autoridad había quedado afectada tras las declaraciones en la semana previa al encuentro de Luis Suárez, Agustín Canobbio y otros futbolistas que permanecen en la selección.
Marcelo Bielsa dijo ya en la madrugada de nuestro sábado que “son cosas que corresponden al ámbito privado y no voy a responder sobre el contenido de los encuentros que se dieron y de los temas que se revisaron. Más que eso no le puedo decir, porque tendría que describirle aspectos que corresponden a la intimidad de un grupo. Los episodios que debe revisar, debe hacerlo internamente, no difundiéndolos. Evaluar los efectos de las situaciones implica referirse a ellas, recorrerlas, explicarlas, y prefiero no hacerlo. Sí le digo que claramente se evaluó la forma en que yo ejerzo la conducción del grupo”.
El entrenador hará cambios de futbolistas para el partido ante los ecuatorianos y seguramente también de propuesta táctica, pero esto no será por los cuestionamientos de algunos deportistas a sus formas de ser jefe ni a sus determinaciones con los jugadores, porque él ya explicó que “lo que pasó en la semana no condiciona ni explica, no lo vinculo con cómo jugamos ni creo que haya tenido efecto que haya sido una semana con mucha efervescencia. Respecto a cómo operó sobre mí, no ignoro todo lo que pasó y sé que mi autoridad queda afectada, pero la preparación del partido la hice con máxima seriedad y la respuesta fue la misma que encontré siempre que empecé a trabajar en la selección de Uruguay. No alteró la convicción ni el profesionalismo; el funcionamiento del grupo y del cuerpo técnico fue igual que siempre”.
Entrega garantida
La realidad dice que los valores y el aporte de la oncena que vistió de celeste, y los aportes y las ideas que planteó para ejecutar el técnico, que no estaba en cuestión, no cambiaron por cuatro o cinco días de testimonios y valoraciones. Hubiésemos jugado así, igual.
No es posible insertar ejercicio contrafáctico que se sostuviera en la ausencia de las declaraciones de Luis Suárez, para algunos el determinante por efecto dominó de la pequeña debacle en Lima, pero si lo hiciéramos y pensáramos que nada había pasado, seguramente hubiéramos asistido al mismo partido, a los mismos desarrollos deportivos, ejecutados por la misma oncena que apareció sobre el césped.
La selección de Bielsa, por la coyuntura que fuese ya hace varios partidos, desde la Copa América que no logra conmover ni estremecernos con su juego, pero siempre lo hace con su entrega, eso está fuera de cualquier discusión y lejos del desubicado y corrompido concepto que transmiten desde la vieja capital del Virreinato del Río de la Plata de que los jugadores le están haciendo “la cama” a Bielsa. Muchachos, el fútbol es parte de nuestra vida.
Ahora, en esta parte del proceso, la búsqueda deportiva está en asegurar la presencia en el quinto mundial consecutivo y, obviamente, en tratar de mantener la capacidad y los niveles de competencia y desarrollo que nos permitan mantener la expectativa de ir a pelear cosas importantes.
Hay equipo
Con un plantel cada vez más parecido al de los mejores momentos –sólo faltan Ronald Araújo, Matías Viña y Sebastián Cáceres, lesionados, y Rodrigo Bentancur, aún suspendido–, el cuerpo técnico pondrá para el partido de este martes ante Ecuador, a las 20.30 en el estadio Centenario, un equipo muy parecido al de las mejores presentaciones celestes al mando de Bielsa y entonces, de a poco, Uruguay va retomando la línea de nombres que más resultados le dio hasta el momento.
El equipo volvería a la formación que más utilizó desde que es entrenador celeste, 4-3-3, y para recibir a Ecuador se perfila con Sergio Rochet, Nahitan Nández, José María Giménez, Santiago Bueno, Mathías Olivera, Manuel Ugarte, Federico Valverde, De la Cruz o De Arrascaeta, Facundo Pellistri, Darwin Núñez y Maximiliano Araújo.
Que todo sea para bien.