Uruguay Montevideo y Juventud de Las Piedras se enfrentaron en el Parque Capurro, frente a un Río de la Plata amarillento por la caída de la tarde. Medio pueblo de Las Piedras en la tribuna que da a la ruta, medio Pueblo Victoria –por no decir todo– en la tribuna donde ofician de locales las aves de Fénix. Cientos de laburos rengos en la tarde del jueves. Juventud, con la ventaja del 2-0 conseguido en su casa, con la experiencia de haber ido y venido a Primera y tener recordados ascensos y pasajes. Uruguay Montevideo, con la ilusión de la primera vez, con el barrio atrás empujando un sueño ni siquiera soñado pero colectivo.
El celeste empujó y apuró desde el principio, pero no creó chances del todo claras y a Juventud le fue quedando cómodo el trámite del partido, pese al sol que castigó las frentes. Uruguay Montevideo tuvo al Pato Carlos Sánchez como la manija, continuamente indicando con el dedo adónde debería ir la jugada, aunque no siempre fue correspondido –es cierto que ha pisado otro tipo de galaxias–. Así, la presencia del capitán, de todas formas, como un guía hacia lo inédito.
Sánchez intentó dos veces el olímpico. También probaron alguna del laboratorio de Richard Pellejero. Por momentos, jugaron bajo una lluvia de pelotazos. Pero Juventud se fue acomodando y, empujado desde el fondo por su capitán, Valentín Gauthier, logró hilvanar las más claras. Primero probó de lejos con Facundo Pérez, también con Facundo Vigo, aunque las más claras estuvieron en los pies de Bruno Larregui. Uruguay Montevideo debía ganar con holgura, pero era la visita la que caía sobre el área rival con aplomo.
Apenas amanecido el segundo tiempo, un tiro libre generó un rebote que Kevin Alaniz, quien recién había ingresado, sin dejar que la pelota picara en el suelo le dio el gol de emoción que necesitaba la tarde. 1-0 para UM, creció el celeste y volvió a llegar con peligro sobre el arco de Federico Varese con Facundo Perazza. El Pato colocó un pase de magia y el partido se tornó hermoso. Si el celeste metía otro gol, la cosa iba al alargue.
Alaniz cambió el partido y obligó a Monarriz a mover el banco de suplentes. Fue así que Nicolás Leguizamón, de gran partido, habilitó de forma magistral a Anthony Ayres, que había ingresado en el complemento, y marcó el empate. Dejó a Juventud de cara al ascenso. Lo pudo liquidar Rodrigo Rodríguez, otro de los ingresos de Monarriz. Fue tras un error en la salida de Mateo Sena.
Mientras estuvo con vida, Uruguay Montevideo fue por la ilusión. El partido estuvo detenido unos minutos por disturbios en la tribuna local. Ni siquiera los ocho minutos de descuento alcanzaron para cambiar la historia de la llave. Juventud de Las Piedras vuelve a Primera División de la mano del argentino Monarriz, que asumió en la segunda mitad del año tras la gesta de Juan Carlos Carrasco.
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